AMOR es mágico se llama destino…

Esta es una forma diferente de contar nuestra historia, nuestra maravillosa historia… el destino tiene mucho que ver ¿será que al día de hoy voy a prendiendo a creer en el destino?

Dice una frase, que el destino se ríe de las probabilidades…
Creo que es verdad… yo lo estoy viviendo, esta es solo una pequeña muestra de que si es posible creer en el destino:
¿Pero fue el destino el que nos unió? Nuevamente: Creo que sí.

La primera aproximación que tuvimos, fue cuando ni siquiera habíamos nacido, fue cuando tu madre trabajó en el pueblito donde crecí –Angasmarca- nuestra primera coincidencia fue cuando nosotros no llegamos a este mundo y de repente mi padre conoció a tu madre… y obviamente nadie sabría decirles en ese momento que sus hijos habrían de unirse por obra y gracia del destino…
A finales de los años ochenta, vinimos a este mundo y geográficamente estábamos muy separados, nací en un hospital de un lugar llamado Chocope, mientras tanto a kilómetros de mí, en otro hospital derramabas un agudo llanto, acababas de nacer en Otuzco, estábamos -por así decirlo- iniciando esta vida tan separados que la probabilidad de cruzarnos era de una en un millón.
Nuestras vidas iban normales, como las de niños creciendo junto a nuestros padres, fuiste a la primaria vestías zapatitos de princesa y medias blancas, lloraste a mares por tus tropiezos… y yo a kilómetros también pisé la primaria, ya nuestros mundos estaban lo suficientemente diferenciados y obviamente el encontrarnos estaba bastante difícil.

Éramos dos niños, creciendo, en ciudades alejadas, cuando yo vivía en Angasmarca, tú en Otuzco y todas las vacaciones de todos los años, mis padres nos llevaban a Trujillo y por ahí fue que en la ruta conocí que ese lugar lejano que se veía a lo lejos era Otuzco, tal vez en uno de esos tantos viajes que hice durante mi niñez y mi adolescencia pudimos acércanos por primera vez… (al menos geográficamente) porque casi toda mi vida la he pasado viajando a Trujillo y parte de la ruta pasa muy cerca de tu Otuzco, y tú en paralelo hacías algunos viajes junto a tu familia hacia Chocope (al lugar donde yo nací) a lugar que de niños visitábamos con mi padre y puede que mientras yo estaba en Trujillo tú estabas en Chocope o a lo mejor alguna vez estuvimos al mismo tiempo por ahí… porque yo también al igual que tu viajaba en verano, pero lo más importante es que aun el azar no permitía que nos encontrásemos.

Así que fuimos adolescentes… y de maneras totalmente diferentes conocimos entre comillas, el amor… yo al igual que tú, pasé por dos colegios diferentes pero mientras tú estabas en Otuzco yo empezaba a adaptarme a esta ciudad (Trujillo) , después el azar complicó más nuestras vidas, y creo que tu camino se destrozó… quizá no tanto como el mío que también se vio alterado, ya nunca más volvimos a tener un día de suerte… y se pasaron los años y aunque el momento de conocernos se seguía postergando, sin saberlo empezamos a acercarnos de nuevo geográficamente, viniste a vivir a Trujillo empezaste a vivir en Palermo y yo en Razuri, ya no eran más que dos kilómetros los que nos separaban… y lo más difícil fue que tu vida estaba sufriendo un cambio radical… y la mía iba como la de un chico normal… y aunque estábamos en la misma ciudad aunque (sábelo Dios) pudimos cruzarnos de manera casual, tal vez ni en sueños… imaginé conocerte.
Pero como dicen lo mejor estaba por venir…

Y nos inscribimos en la misma universidad y en la misma carrera… en ese momento ya el azar empezó a conspirar en nuestro favor, lo más irónico es que desde que llegamos a este mundo casi nunca salimos de La Libertad… me resulta gracioso escribir que toda nuestra vida fue como jugar damas o ajedrez… el tablero es La Libertad y nosotros las fichas… es graciosos porque solo nos movíamos a Trujillo, Otuzco, Angasmarca o algunas veces a Chocope y de todos los lugares en que pudimos encontrarnos, de los buses de la carretera que seguíamos para llegar a nuestras ciudades, de todos los lugares que a lo largo de nuestra vida pudimos toparnos hubo de ser en la universidad donde fuimos a encontrarnos, y este es el preciso momento en que nuestras miradas coincidieron: de pronto en una clase de matemática, una prima mía me hizo conocerte a partir de ese momento, solo fui para ti un motivo más para sonreír… solo fuimos amigos te llamé por vez primera: Julieta… y tú me dijiste Romerillo y sonreías… tuvimos que esperar cerca dos años (hasta el dos mil diez) cuando en una tarde anaranjada frente al mar, detuvimos el tren del amor, sacamos nuestros boletos y nos aventuramos en este maravilloso viaje… y de ahí nuestra historia es más conocida…nuestras vidas cambiaron, desde aquella tarde los lugares que pisamos, los pisamos juntos, los hicimos nuestros… desde hace un año por cuestiones del destino, unimos nuestras vidas… ¿azar? ¿día de suerte? Sin dudar, me gusta creer en el destino… así es nuestra historia… así fue… pero hago una pausa porque al día de hoy… siento que es hora de decirlo claro y en público:

Quiero que nuestras vidas sigan juntas ambos queremos que nuestras vidas sigan juntas y para siempre…

El destino mezcla las cartas, y nosotros las jugamos
Cuando el AMOR es mágico se llama destino…
Te Amo
JC
Razuri 18 de junio de 2011