Lo que tu corazón desee

Como decirte que te quiero sin no puedo tocarte, tan cerca, tan lejos. Inmaculada imagen eres tú, ante mis ojos sólo puedo ver. Y sin pensar te dije mi sentir, guardado durante siglos. Tanto que ha cambiado todo y nada al mismo tiempo, una dicotomía absoluta.
Sin embargo, me preguntaste el porqué de tanto secreto. Y sólo atine a decirte por respeto.
Porque pensé que si se hubiera sabido antes, te hubieras alejado.
Lo que nunca supe, es que nunca te fuiste, que siempre estuviste ahí. Sin embargo tu sentir, no es el mismo o por lo menos eso pienso. Por eso mismo vuelvo a decirme que sólo puedo quererte, amarte sin tocarte, sin pedirte nada más.
Y aunque no lo creas, entre tanta locura, encontré una ventana por donde escapar de mi resignación.
Y hoy vivo feliz, porque sé que tú lo sabes y que más allá de lo que ya hemos hablado, dicho y figurado. Nuestro amor es incondicional, nuestra certeza de pertenencia, aunque solo sea sin contacto.
Déjame abrazarte, como último recurso, darte mi amor a través de un sentimiento universal.
Aquí estaré, siempre para ti como amigo, hermano, o lo que tu corazón más desee.

Que bello escrito con ese sentimiento que no pide nada, entrega y espera sin más que por el amor.

Un placer leerte, he disfrutado de tu precioso tema.

Un saludo cordial para ti.

Blanca,
TARDE GRIS

Una declaración con destinatario, de difícil comprensión para los demás, que quedamos como la mencionada, contemplados y contemplativos.

Una prosa poética más bien, cuyo contenido sí, queda un poco en lo intimista, un amor contenido, casi con tintes de prohibido, donde en el fondo existe resignación frente a un cariño que se siente sólo viene de una parte. Bien escrito, sencillo, que llega con la melancolía necesaria a uno.

Un abrazo,

Ignacio