DEMONIOS DE LA TORMENTA (CAPITULO 11)

DEMONIOS DE LA TORMENTA
CAPITULO 11
ESCRITO POR: LOJESAMETH


Escondidos, tras una gran carrera contra los tripulantes del Eclipse Miranda, Tobías y Andrés se esconden dentro de una bodega vacía propiedad de algunos pescadores, Tobías oculta a Miranda envuelta en una red a manera de cobija y deja encargado de su cuidado a Andrés; mientras él se encarga de una vez por todas del Cuervo.
Los tripulantes del Eclipse destruyen todo a su paso, irrumpen en casas, establecimientos, un gran alboroto se armó en el pequeño pueblo, en cuanto a la autoridad los gendarmes no se encuentran pues el centro mas cerca se localiza a nueve kilómetros, a pesar de la lejanía del lugar entre el puerto y la ciudad hay una forma de llamar su atención y es tocando la campana que se encuentra en medio de la plaza, misma a la que pretende llegar Tobías.
Miranda oculta bajo la red escucha el alboroto de afuera, la destrucción se acerca a ellos, Andrés le dice en voz baja que por ningún motivo se mueva, en ese instante la puerta es derrumbada, los gritos de alarma de haber encontrado a alguien hacen llegar al Capitán Cuervo hasta donde Andrés.
-¿Dónde están?, dime si no te mato como a un puerco chillón.
-Sácame la verdad, si puedes- reta Andrés.
Infelizmente la ira y la fuerza del Cuervo son superiores y derriba a su adversario con facilidad le clava la espada en el pecho, en la agonía una vez mas el capitán le pregunta por la pareja pero Andrés le escupe sangre en ese instante saca la espada y la vuelve a clavar esta ves moviendo la espada de un lado a otro en su interior haciendo la incisión mas ancha, seguido de un escupitajo de desquite; en ese instante se oye a lo lejos una campana es en la plaza alguien llama a los gendarmes.
¡Es el piojoso! Vayan por él- grita el Cuervo
En el alboroto de toda la tripulación el capitán se queda, por que tiene una corazonada que su palomita estaba escondida, sus suposiciones fueron ciertas al alejarse la multitud de entre de unas redes frente a él se descubrió Miranda, que a pesar de que se defendió no pudo evitar que el cuervo se la llevara.
A bordo del Eclipse, no encontraron a Tobías.
-El piojoso te dejo como el cobarde que es palomita, ¡llévenla a mi celda y mañana por la mañana desayunaran niña de alcurnia!
-¡jajajaja!- Se saborean el exquisito platillo la tripulación
Aun no suben el resto de los tripulantes a decir verdad la mayoría de la tripulación aun sigue abajo en el muelle y otros apenas regresando de la búsqueda, en ese instante se escucha otro alboroto el de los cascos de los caballos y detonaciones de mosquejos, son los gendarmes que acuden al llamado de alarma de la campana.
La mayoría de los piratas abajo perecieron y quedaron arrestados por la guardia, pero el Eclipse ya lleva un buen tramo lejos de la costa aun que esto no evita el ser alcanzados por las balas, hiriendo a uno de los primeros oficiales del Cuervo; el capitán hace los honores de arrojarlo al mar por la borda. Miranda por su parte ignora que fue lo que le pasó a Tobías que sin duda fue quien hizo la alarma pero no apareció con los guardias.
Durante el resto del día visito solo una vez el Cuervo a la joven, que tras los barrotes solo le lanzaba una mirada desafiante.
-Continua palomita, dándome esa mirada que al final sabes que será mía, ¿sabes que le hago a los ojos?, los muelo en un licor para ganar mas fuerza y ser tan poderoso como mi deidad Odín siempre dirigido por dos cuervos.
-Tobías te matará, desgraciado y yo me encargare de enviarte al infierno sin ojos.
-El piojoso no tiene el valor de venir huyó no lo entiendes, lo conozco desde que era un mocoso nunca supo sostener una espada y hacerle frente a un hombre, mucho menos a mi, y tú sabrás lo que de verdad es un hombre, haré que grites como un corderito.
El capitán se dispone abrir la reja de la celda del aren pero entra el ultimo de los primeros oficiales, a dar un informe completo de la situación de la nave; las noticias son malas solo quedan ocho hombres de los quince que alcanzaron a subir, la mayoría se esta desangrando y esa condición en el Eclipse es equivalente a estar muerto, ante la malas noticias el cuervo abandona su propósito por ahora, sube a la cubierta y desde su celda Miranda escucha disparos, ¿Tobías?, pero nada después de todas las detonaciones silencio solo de vez en cuando la voz de mando del capitán.
La noche llega lentamente solo el sonido de los cables tensarse mientras el mar mese la nave, Miranda espera escapar pero no sabe el momento preciso, se escuchan pasos pero no es el capitán son otros dos tripulantes, abren la celda y se lanzan sobre la joven uno las sostiene por los brazos y la amarra a uno de los barrotes, el otro comienza a desgarrar su ropaje.
-El capitán tiene mucho tiempo en su camarote y no creo que venga y si gritas te cortaremos la garganta.
La joven forcejea, grita aun que ahogadamente por la mordaza que le imponen; pero un hombre llega silenciosamente y de un tajo decapita al mas cercano, mientras el otro con los pantalones abajo trata de defenderse pero es inútil al ver su adversario sabe que ya está muerto.
-¿Qué haces bastardo?-grita el cuervo a su subordinado antes de estocarlo cuatro veces.
Por segunda ocasión el Cuervo rescata a Miranda, que entre los girones que queda de su ropa lo contempla con algo de alegría, el capitán la mira ahí semidesnuda y atada, el capitán arroja su espada al piso dispuesto a terminar lo que los primeros empezaron; la toma por la cintura y cerca de su cuerpo en medio de la brutalidad del acto tiernamente la besa. Mientras cruzan las miradas el sonido ligero casi invisible del viento choca con la espalda herculeana del Cuervo. Se reincorpora y al ver su agresión entre la sombras Miranda ve la línea escarlata que una hoja de acero dibujó.
De entre las sombras sale Tobías, con espada en mano.
-Piojoso, ¿cómo?- incrédulo se pregunta el Cuervo-solo puedes con un hombre por la espalda verdad maricón.
El capitán sin perder tiempo toma su arma y comienza a seguir a Tobías que lo conduce hasta la cubierta en donde se lleva una gran sorpresa el Cuervo, el resto de su cubierta muerta algunos hombres ahorcados otro par gritando. Ahí en medio de, el Eclipse que no es dirigido por nadie Tobías y Otto “el cuervo” combaten con sus aceros, el nórdico es más fuerte y corpulento, pero su adversario es más ágil y con más técnica aun así es acorralado y en desventaja llevado hasta la popa casi al final del barco.
Ante su eminente victoria el cuervo en un movimiento inesperado le arrebata la espada a Tobías y con solo su mano izquierda lo despega del suelo por el cuello,-Te destriparé como aun puerco maricón- sentencia pero concentrado en el rostro casi morado de su victima no ve que el mismo saca de la bota un cuchillo que con la mas fría seguridad clava en el ojos derecho del capitán, el cuervo a quedado tuerto, en el acto lo suelta y retrocede doliéndose de la cara que en ese solo movimiento se a llenado de sangre, el joven recupera su arma y se acerca pero el germano no se rinde y le lanza una tajada en el cual no lo corta pero una vez mas le quita la espada, lanzando golpes al aire sigue a su victima.
Ahora la única ventaja de Tobías es que la sangre que cubre el rostro de su agresor le impide ver con claridad en su único ojo vigente, en un acto de velocidad el joven salta sobre las escaleras toma una de las cuerdas y se arroja sobre el capitán del Eclipse rodeándole el cuello son ella para asfixiarlo con todas sus fuerzas pero es tan resistente que no se lo permite, forcejean y lo estrella contra los costados del barco pero el joven no renuncia al ataque, hasta que con la hoja de la espada le pasa por atrás de la espalda, en ese preciso instante en el que el ahorcado arroja el sobre peso hacia atrás dejando al descubierto su pecho, Miranda que se había librado de sus ataduras le clava una de las espadas de sus primeros atacantes.
La estocada profunda un poco antes del pecho, la joven abandona el sable ahí en el cuerpo del capitán pero aun sigue de pie parece sobre humano y casi un demonio cuando toma la espada y comienza a retirarla de su cuerpo, al hacerlo se dispone a atacarla pero como por obra del viento la cabeza se le desprende del cuerpo derribándolo al instante, fue Tobías que lo decapitó al fin.
La pareja se mira a los ojos y se abrazan sin decir nada, Tobias le explica que tras tocar la campana y aprovechar la distracción se subió al Eclipse con la intención de sorprender al cuervo, pero al ver que la había hecho prisionera espero a que oscureciera para atacar silenciosamente, arrojo algunos tripulantes por la borda y tuvo que ahorcar a otros pero al final obtuvo la vida del mas importante de Otto “el Cuervo”, y ahora al recuperó “El Luisa” que con gusto llevará ante su padrastro y si es posible recuperar su bienestar, pero primero tenían que encontrar al Mercedes y avisarle al capitán Blas que ha muerto uno de los mas grandes terrores de los mares, aun que no es el único.
Se dirigieron a la cabina del capitán para buscar ropa para Miranda la suya estaba casi deshecha, Tobías se encargó de redirigir la nave de nuevo al puerto del que habían zarpado, puerto que alcanzaron al amanecer en donde el Mercedes apenas se enteraban de lo sucedido tras su retardo en el regreso por las provisiones.


CONTINUARA...