LA CAJA DE PAELLA

Juliana no tenía ni idea cuando alquiló el sitio para vivir, todo lo que se le venía encima. Era una casa que habían remodelado y en su parte alta, había construido dos aparta-estudios y sus puertas estaban ubicadas una enseguida de la otra. En la cocina una pequeña reja ubicada en la parte alta de la pared, permitía comunicarse entre los apartamentos, entonces los olores se mezclaban y luego iban a perderse por la ventana que estaba ubicada al frente.
Todo parecía estar en calma hasta que Juliana conoció a su vecina Vicky. Ambas trabajaban y sus apartamentos quedaban solos durante todo el día. Al llegar la noche, Vicky tocaba la puerta del apartamento gemelo para entrar a dialogar con su vecina. Pero los sábados y domingos se le convirtieron a Juliana en una pesadilla. Vicky no le gustaba hacer de comer y buscaba quien la alimentara gratis. Entonces la pobre Juliana tenía comensal fijo.
Habían transcurrido 5 meses y Juliana no sabía que camino tomar, algunas veces buscaba refugio donde algunos parientes que tenía y cuando Vicky tocaba, no había quien le abriera. Otras veces intentó comer en restaurantes, pero se aburrió porque la sazón no le era apetecible.
A finales de mes cuando empieza la nevera a quedarse vacía, una mañana de domingo Juliana resolvió gastar los últimos billetes que tenía, se madrugó muy temprano y a eso de las 10 de la mañana regresó. Abrió y cerró la puerta con mucho cuidado, evitando que Vicky quien dormía hasta tarde los domingos, se diera cuenta de su salida.
Generalmente cuando Vicky no sentía el olor de la comida que preparaba Juliana no aparecía. Pero ese mediodía todo fue distinto.
Juliana calladamente destapó la caja donde tenía la paella y la colocó encima de la mesa del comedor. Tan pronto se disponía a meterse el primer bocado a la boca, sintió la puerta de Vicky que se abrió y tocó la de ella. De inmediato, Juliana corrió con la caja de paella y la metió debajo de la cama, mientras Vicky miraba que no había comida y se marchaba de nuevo; algo le diría para sacarla de ahí.
Sin embargo Vicky, saludó con un hola querida y de inmediato se sentó en una butaca grande frente al televisor. Juliana le dijo que ella estaba invitada a comer y que pronto saldría. A Vicky esto no le importó y empezó a hablar de cosas sin importancia, y Juliana pensaba que a Vicky le caía muy bien el dicho: si le tapan la boca habla hasta por los codos.
Pasó una hora y Juliana le recordó que tenía que salir y Vicky le dijo:
—Querida, diviértete con tu invitación.
Cuando ella salió y cerró la puerta, Juliana respiró tranquila. Se dirigió a su cuarto para sacar la caja con la paella que había guardado, y oh! Sorpresa, encontró en su cama durmiendo una gatita que de vez en cuando entraba por la ventana proviniendo del techo. Metió la mano debajo de la cama y sacando la caja, se dio cuenta que la paella había desaparecido…
— ¡No!, no puede ser.
Entonces comprendió que quien había satisfecho todo el antojo de ella, era la dulce gatica que dormía plácidamente su siesta.
Fue tanto el disgusto de Juliana que no volvió a saludar a Vicky y ésta muy extrañada nunca supo el por qué de su reacción. Poco tiempo después Juliana se cambio a otra vivienda.

Una historia divertida que se podía haber evitado si hubiera sido sincera desde un principio, quizás Vicky no se diera cuenta, yy dejar los puntos claros era una gran solución.
Un buen cuento Etelsaga, que no sé,pero hay por ahí, alguna redundancia (al principio, dos días, se repite y es una información que ya se sabe) y algun detallecito por ahí, pero nada importante...sólo me queda una duda¿para que diablos le abre la puerta?, me quedo quietecito, sin hacer ruido y listo no le abro, y creria que no había nadie...no sé era más logico, ja yo hago eso cuando veo y disculpen sin ofender a nadie, golpean los testigos de Jehova, que uff no te largan, miro si son ellos, en puntillas me retiro y no abro,era más facil ja.
Buen cuento

Para que funcione, la gata debió mencionarse al principio.
Pero es muy simpático y original.

Gracias por sus sugerencias, siempre son recibidas con agrado. Ya he corregido. Aunque con el respeto de Antifaz, me parece que si colocaba en el escenario a la gata desde el principio ya el lector percibiría el final del cuento.

Mis saludos....

Uhm no se Ethel,pues en si desde el momento que nombras la gata uno anticipa el final.
La idea esta bien a mi gusto, una situación que se plantea más de una vez con esos vecinos que son una cruz, pero si reo u que le falta más suspenso o intesidad a la narración, no me preguntes como por que ni idea,pero así como la leo la siento muy laight por decir algo

Una anécdota cotidiana que pinta a los personajes de manera simple. También creo que (queriéndolo o no) nos deja algo sobre el tema de los baches en la comunicación y sus implicancias. Si, tal vez se puede condimentar esta paella; pero llegar, llega bien.
Besos.

buena histria, me gusto! dice la pura vdd, de la gente convenenciera y floja jajajaja un relato bueno, aunque creo que tiene unos pequeños errores acerca de los puntos y comas -en el inicio- pero no soy experto en esas cosas, eso fue lo que chequé! Gracias por compartir este relato

jajaja Bueno yo la heche a patadas a la vecina jajaja y despues a la gata jajaja
perdón Ethel soy más drástico para algunas cosas

Pues la verdad, enredé un poco ahí dos experiencias que he tenido de dos vecinas cansonas... Parece que no entendieran que fastidian... Y como dice Mario, hay que tomar acciones, ufff da pena pero hay que hacerlo.... Pero la gatica nooo.... estaba con hambre...

Gracias...

Divertido texto, que termino sacando las vivencias personales, por lo que cumplio su cometido,más alla de la redaccion.
Personalmente hay dos vecinas que atiendo con un pie aguantando la puerta,y más alla de la nariz no me ven, son de esas que empiezan no me presta la escalera, despues azucar, despues ya toman el te en tu cocina y cuando queres acordar, te usaron hasta el marido jajajaja.
Buen texto.

jajaja, me imagino Ricardo con tu genio frente a una pobre gatica....

Gracias Cynthia por disfrutar de esta caja de paella. Hay que guardar muy bien la comida porque los gatos se pasean... y los gurises? jajajajaj.. es mejor comer rápido...