Viernes 11 de octubre, 10:00 pm
Una mujer con claros signos de haber sido maltratada llega en un viejo auto al hotel de paso de la carretera 53 de santa Laura, con un niño a su lado, un niño de no más de 7 años.
—Una habitación por favor—
— son 35 por la noche, señora — dice el recepcionista.
La mujer deja baja el niño y rebusca en su cartera.
— Tengo sueño mamá — dice el niño.
— espera bebé, espera, ya podrás dormir. — la mujer bacía su bolso y rebusca — solo tengo 30, joven, no podría…
— son 35 por la noche, señora. — contesta.
— por favor, necesito donde pasar la noche, y en un auto con un niño pequeño, por favor, no sea malo.
El recepcionista ve al niño ahí, y a la señora con una cara de desesperación, y marcas de golpe.
— de acuerdo, tenga — le da la llave de su habitación.
— gracias, muchas gracias, dios se los va a agradecer — le dice tomando la llave.
— habitación 12, esta en el segundo piso, las escaleras están por allá.
— gracias, muchas gracias. Vamos hijito.
La mujer cogió a su hijo y se dirigieron al cuarto 12.
Al llegar al cuarto la mujer se acercó a la ventana, cerro las cortinas, ni si quiera encendió la luz.
Sentó al niño en la cama.
— hijito, ahora quiero que trates de descansar, ¿ok? — le dijo.
— Si, mami´— el niño se acostó, ella lo cubrió con las frazadas de la cama — mami, ¿papi volverá a lastimarte? — pregunta el niño.
— no, no te preocupes, papá no nos volverá a hacer daño, mi amor, jamás, ¿ok? Ahora descansa, mi vida. — le dio un beso.
— hasta mañana mami. — dijo el niño y se acostó a dormir.
— nunca mas nos volverán a lastimar, te lo prometo mi amor. — la mujer susurró y se acostó al lado de su hijo, metió la mano en su bolsillo y la dejó ahí.
Viernes 11 de octubre, 08:00 pm
En un edificio en la ciudad, un hombre con mala apariencia, una herida en la cabeza y con una cara de enojo toco fuertemente la puerta del apartamento 12 de dicho edificio.
— ¡abre la puerta Jerry! ¡Que la abras te digo, nadita sea! — grataba el hombre.
— ¡¿que pasa?! ¡Ya voy!, ¡ya voy!— se acerca a la puerta— ¡Maldición! ¿ que ocurre, Manuel? — le pregunta al hombre enojado y herido que se mete rápidamente al apartamento
— ¡¿donde están?! — Pregunta mientras comienza a entrar a todas las habitaciones — ¡¿donde están?! Respóndeme, maldita sea! — gritaba el hombre.
— ¿a quien buscar, Manuel? estas borracho, ¿verdad? Aquí no hay nadie.
Manuel se acerca al joven hombre que le abrió la puerta y lo empuja hacia la pared, acorralándolo, cogiéndolo del cuello.
— ¡dime, Dónde esta Jimena! — grita. — ¡contesta, Jerry!
— ¡maldita sea, Manuel, cálmate! — grita Jerry ahí, siendo ahorcado — ¡no me dejas respirar, Manuel! ¡Suéltame! — gritaba.
— ¡contesta! ¡¿Donde esta?! —presionó mas.
— ¡no lo sé!, ¡mi hermana no a venido, no la he visto en meses, te lo juro, Manuel, te lo juro! — contesta.
— ¡la muy perra, se ha ido, cogió mi auto y a mi hijo y se largó! — Dice — ¡y mira lo que me hizo tu perra hermana! — le señala el golpe de su cabeza
— ¡yo n tengo nada que ver, ella no esta aquí! ¡Suéltame! — grita.
— ¡cuando la encuentre, la voy a matar!, ¿¡entiendes!? ¡Y a ti también si me estas mintiendo, hijo de puta! — lo empuja al suelo.
— ¡ya te dije que no se donde esta! — Se soba la garganta, — ¡maldita sea!
—La voy a encontrar, la voy a encontrar — susurraba — ¡maldita perra! — gritó y Pateo la lámpara que estaba cerca a el, salió del cuarto y cerro la puerta fuertemente.
— Maldita sea… — dice Jerry levantándose del piso — demente de mierda… hasta que por fi la estúpida esa decidió dejarme…. Solo espero que se haya largado bien lejos, ya que si este hijo te puta te encuentra te va a matar… — dijo, recogiendo su lámpara.
Viernes 11 de octubre, 08:20 pm
Un viejo auto se mueve a través de la carretera 50 de santa Laura.
En el auto una mujer con signos de maltrato y un niño.
Suena su teléfono celular, la mujer mira el número, parece reconocerlo.
— hola, Jerry, hermano. — contesta ella, con la voz quebrada y temblorosa.
— hasta que por fin, usaste el cerebro, y decidiste abandonar a ese hijo de perra de Manuel. — dice.
— ¿como lo sabes, Jerry? — pregunta la mujer.
— tu maldito esposo estuvo aquí en mi apartamento, Jimena; casi me mata, estaba preguntando por ti el muy cabrón.
— ¿te hizo daño? — pregunta.
— no, tranquila, no me hizo nada, pero si me asustó un poco, estaba como loco. ¿Dónde estas? — pregunta.
— voy por la carretera 50 de santa Laura.
— ya veo, ¿pero a donde iras?
— creo que conduciré hasta llegar a catalina, me esconderé ahí, encontrare algún lugar, no se, ya veré que hago, Jerry. Ahora solo quiero alejarme y alejar a mi hijo de ese maldito.
— si, entiendo. Voy a extrañar a mi sobrinito, ¿puedes pasármelo? —preguntó.
— esta dormido, Jerry, pero le diré que le mandas un beso y un abrazo.
— bien, hermana. Cuando llegues a catalina y encuentres un lugar avísame, te enviaré dinero, ¿si? Hace poco me pagaron bien por un trabajo.
— gracias, hermano.
— ten mucho cuidado, Jimena. Si ese hijo de puta los llega a encontrar, es capaz de matarlos, es un demente.
— No te preocupes — dice Jimena, metiendo su mano al bolsillo — no dejaré que ese malnacido nos vuelva a lastimar nunca.
— ok, suerte, hermana, avísame cuando encuentres un lugar donde quedarte.
—si, hasta pronto, Jerry.
— nos veremos, Jimena.
Colgaron.
La mujer siguió conduciendo a través de la carretera 50 en dirección a catalina, su rostro golpeado tenía una expresión extraña, sacó su mano del bolsillo de su chaqueta, con ella un arma.
— Nunca nos volverás a lastimar Manuel, — miró su revolver —. Nunca. — dijo mientras volvía a colocar el arma en su bolsillo. Miró a su hijo sentado a su lado, continuó conduciendo.
Viernes 11 de octubre, 06:04 pm
En una casa de un barrio pobre, en una de las zonas más peligrosas de la ciudad, Jimena y Manuel quien estaba ebrio discuten, la tv encendida,, el niño llora.
— ¡suéltame, Manuel! — grita Jimena, tratando de defenderse y sacarse de enzima la manual que estaba atacándola.
— ¡cállate, maldita perra! — gritaba el, quien la tenia arrinconada y la estaba golpeando.
— ¡Por favor, Manuel, suéltame! — Manuel le dio una bofetada — ¡no! ¡Por favor, ya detente! — gritaba ella.
— ¡que te calles! — le metió un puñetazo, la hizo caer al suelo.
— ¡no, por favor, el niño nos esta viendo! — gritaba ella, tratando de hacerlo razonar.
— ¡mami!, ¡mami! — gritaba el niño. — ¡mamá!
— ¡¡¡cállate!!! — le grita Manuel al niño que no dejaba de llorar — ¡¡cállate, maldito mocoso!! ¡¡¿Qué no escuchas?!! — se acerca al niño que seguía llorando, ahí al costado de un sillón.
— ¡no le hagas nada, maldito! — grita Jimena quien se levanta a detener a Manuel — ¡déjalo!
Manuel coge al niño de los cabellos y le da una bofetada, se dispnia a darle otra, pero Jimena logra cogerlo por la espalda.
— ¡¡¡deja a mi hijo, maldito!!! — grita
— ¡déjame, perra! — Manuel se la quita de enzima, y arremete contra ella, la coge de los cabellos y de un fuerte pañetado la hace caer al suelo.
El niño seguía llorando, estaba realmente muy asustado.
Manuel comenzó a golpear a Jimena en el suelo, comenzó a patearla y a golpearla en la cara con sus puños, ella trataba de cubrirse.
— ¡¡¡esto te va a enseñar a no joderme, maldita estúpida, ya me tienes arto!!! — gritaba Manuel mientras la golpeaba.
— ¡¡¡mamá!!!! — gritaba el niño.
Por simple naturaleza, el pequeño trató de ir a ayudar a su mamá que estaba ahí en el suelo recibiendo una paliza de parte de su esposo, el niño corre hacia el hombre y trata de jalarlo, inútilmente lógicamente.
— ¡¡¡déjame!!! — Manuel empuja al niño fuertemente, el cual se golpea contra un mueble de madera que estaba en la sala de la casa. — ¡¡¡ ¿Qué te pasa, pequeño estúpido?!!!, ¡¡¡¿Crees que puedes conmigo?!!! — Manuel se dirigió donde niño, estaba como loco, era capaz de matarlo.
Jimena ve que Manuel intenta atacar a su hijo, no lo puede permitir, ve la plancha a un lado la toma y cuando Manuel está de espaldas, tratando de atacar al niño, Jimena le da fuertemente en la cabeza con la plancha.
Esto dejó atontado a Manuel el cual aun tenia fuerzas, no calló por el golpe, solo lo movió un poco, Manuel giró y quiso arremeter contra Jimena.
— ¡¡maldita perra…!! ¡¡Te voy…. Te voy a matar!! — se acercó a ella, tambaleándose, quería golpearla.
Ella estaba dispuesta a darle otro golpe, pero no fue necesario, el se calló, se había desmayado.
Jimena corrió a levantar a su hijo.
— ¿estas bien, José? — le pregunta al niño
El niño solo estaba ahí, llorando, estaba muy asustado, Jimena lo revisó para asegurarse de que esté bien.
—vamos, hijo, cálmate. Nos iremos de aquí, ya no soporto mas, vámonos.
Jimena revisó a Manuel que estaba ahí desmayado, cogió las llaves de su auto, su billetera y salió de la casa con su hijo y subieron al auto.
Viernes 11 de octubre, 10:17 pm
En un bar de la ciudad.
Manuel y un amigo toman y hablan en una meza de bar.
— así que se llevó tu auto y te golpeó. Jajajajaja…
—si, la muy perra, me robó mi auto, y me dio con una plancha, pero me las va a pagar.
— que vas a hacer, dices que eso fue hace como 4 horas, ya debe estar lejos.
—si, y su estúpido hermano dice que no sabe nada, pero no le creo al muy cabrón, debe de saber algo. Pero no importa, igual la voy a encontrar y la voy a matar, nadie me hace esto a mí.
— ya deja de renegar y bebe, hombre.
— Voy a encontrarla, esto no se quedara así — bebió un trago de cerveza —la voy a encontrar.
Viernes 11 de octubre, 07:00 pm
En un apartamento de la ciudad, Jimena y su hijo.
— Toma, bebe esto, amiga — una señora aproximadamente de la edad de Jimena, unos 30 años, le da una taza de manzanilla. — esto te ayudara a calmarte.
— gracias, Roxana. — agradece Jimena.
— ¿tu, mi amor? ¿Quieres un chocolatito? — le pregunta Roxana a José, el hijito de Jimena.
— no.
— bueno, si quieres algo, pídemelo, ¿si? — se sentó frente a Jimena. — hay amiga, no se que me da verte así. La verdad creo que debiste haberte alejado de ese monstruo hace mucho, haz esperado que intente matarte, mujer.
— lo se, ya le he aguantado mucho y ya no quiero hacerlo, ya no seré mas la victima, ya no. — llora.
— mami… —el niño la ve.
— cálmate, Jimena, debe tu manzanilla, amiga, pondrás mas nervioso al niño, cálmate. —se sienta a su lado.
— yo, ya no voy a dejarme lastimar mas, ni que lastime a mi bebé.
— me parece bien, ¿que te parece si vamos a denunciarlo? — sugiere Roxana.
—no, la policía no, ya lo he intentado hace tiempo, el tiene hermanos en la policía, tiene lo que se llama ganchos o vara, nunca le harán nada, solo me ganaría mas problemas, además, ya ves la televisión, la policía jamás ayuda.
— ¿que harás entonces? — pregunta.
— me robé su auto y su billetera, no hay mucho en su billetera, pero pues voy a llenar el tanque y me largaré de aquí, me iré lejos, a donde nunca me encuentre ese malnacido.
— ¿a donde piensas ir?
— no lo se, pero me iré lejos.
— el ya te ha encontrado una ves, ahora debes esconderte muy bien, ese tipo es horrible, y es un animal.
— lo se, lo se. Bueno, gracias por la manzanilla y por prestarme tu baño para limpiarme un poco, amiga. ahora debo irme. — se levantó.
— amiga, espera, te voy a traer algo.
Roxana fue a su habitación, al parecer rebuscó algo en un cajón y regresó.
— Toma — le dio algo envuelto en una tela.
— ¿que es? — preguntó Jimena, fijándose que era lo que estaba envuelto. — ¡oh dios!
— quédatela, es un seguro, amiga.
— ¿esta cargada? — preguntó.
— si, era de Ernesto, mi esposo, se que ahora te será mas útil a ti, solo es para que te cuides, ¿si?
— no se, yo….
— no seas tonta, ese hombre ya te encontró una ves, si esta es lo hace, estarás protegida.
— esta bien, muchas gracias, amiga. Te llamaré.
sabado 12 de octubre, 02:25 am
Hotel santa Laura, habitación 12
— ¡¡¡¡abre la puerta, perra!!!! — golpea fuertemente la puerta Manuel
— ¡dios mío, nos encontró! — se despierta rápidamente Jimena.
— ¡mami, mami! — José también se despierta por los fuertes golpes a la puerta
—¡¡¡que abras o tiro esta maldita puerta!!! — seguía gritando.
—¡¡lárgate, maldito!! — grita Jimena. — hijito, quiero que te quedes bajo la cama, no salgas, ¿si? — le dice a su hijo, colocándolo bajo la cama.
— ¡mami, tengo miedo! — dice el niño, llorando y muy asustado.
— ¡quiero que te quedes ahí!, ¿entiendes? No salgas.
— ¡¡¡abre, maldita puta, abre!!! — seguía gritando Manuel, golpeando y pateando la puerta.
— ¡¡¡cállate maldito loco, deja dormir!!! — gritaban algunos inquilinos del hotel
— ¡¡¡ábreme, maldita, me las vas a pagar, perra!!! — seguía gritando Manuel, no le importaba que algunos inquilinos le estaban gritando.
— ¡¡lárgate, Manuel, no pienso abrirte!! — decía Jimena quien estaba parada frente a la puerta la cual Manuel estaba golpeando y pateando.
— ¡¡¡maldita, voy a tirar esta maldita puerta!!!
Manuel comenzó a golpear mas fuertemente la puerta, estaba dispuesto a abrirla, dentro del cuarto 12 Jimena metió la mano en su bolsillo, estaba muy asustada, estaba temblando, cogió el revolver, y apunto a la puerta.
En eso Manuel logro romper la cerradura de una patada e ingresó al cuarto 12, dentro Jimena estaba frente a el, apuntándole con un revolver, temblando, bajo la cama escondido el niño.
— ¡no des ni un paso, maldito, te voy a matar! — dice Jimena sosteniendo el arma, apuntándole a Manuel
—jajaja…maldita estúpida, ¿pensaste que no te encontraría? — dice Manuel acercándose lentamente a Jimena.
— ¡no te acerques! ¡Te lo advierto, Manuel!
— no me dispararas, perra, irías a la cárcel, y no quieres eso, José… —miró buscando a José, no lo vio —… José iría a un orfanato, no lo verías nunca te darán perpetua, ¿eso quieres, maldita? ¿¡He!?
— ¡no dejare que nos lastimes, no me importa si para eso debo matarte, maldito! — decía Jimena, mientras daba pasos hacia atrás, Manuel avanzaba.
— ¡si me quieres disparar adelante, maldita perra! — Levantó las manos — ¡vamos! ¡Dispara! — se acercó a ella, intentando que esta le disparara, pero Jimena no pudo hacerlo.
Manuel de un golpe logra hacer que Jimena suelte el arma, la cual cae al suelo, cerca a la cama.
Manuel comienza a golpear a Jimena salvajemente, esta no podía defenderse.
— ¡¡maldita perra!! ¡¡Debiste disparar cuando pudiste hacerlo!! — gritaba manuel mientras la golpeaba — ¡¡estúpida!!
— ¡¡ayúdenme Por favor!! — gritaba Jimena, pero nadie parecía escucharla. Mientras ella era golpeada por manuel.
—¡¡¡ ¿crees que alguien te ayudara perra?!!! — Seguía golpeándola, no le importaba que esta haya caído al piso— nadie ayudaría a una maldita…. — un balazo, un balzo interrumpió a Manuel el cual se detuvo y dio unos pasos atrás, comenzó a arrojar sangre por la boca —… que… que… —volteó la mirada. — maldito, niño de mierda…. — calló al piso.
Ahí al lado de la cama estaba José, el hijo de Jimena y Manuel, estaba parado ahí, temblando, sosteniendo el revolver, había matado a su padre.
— ¡Hijito!, ¡hijito! — decía Jimena, arrastrándose hacia su hijo, no podía ponerse de pie por los salvajes golpes de Manuel.
Jimena le quita el arma y abraza a su hijo que estaba traumatizado por la horrible escena que acababa de presenciar, José no quitaba la mirada de cuerpo de su padre el cual había recibido el balazo en la parte derecha de la espalda. El cadáver de Manuel yacía ahí en el cuarto 12, una gran charco de sangre debajo de el seguía creciendo.
— Oh mierda— dice un policía que ingresa al cuarto 12. — no puede ser, Manuel.
El policía se acerca y ve ahí a lado de la cama, en una esquina a Jimena abrazando a su hijo y un arma junto a ellos.
Viernes 11 de octubre, 11:26 pm
Una patrulla con las luces y la sirena apagadas se estaciona frente al hotel santa Laura en la carretera 53. De a dentro un policía observa el viejo auto estacionado a lado del hotel. El policía saca su teléfono y le marca a alguien.
— si, soy yo Manuel. Creo que encontré tu auto, primo.
— ¿donde esta? — pregunta Manuel a través del teléfono, desde un bar de la ciudad.
— esta en el hotel santa Laura, en la carretera 53, camino a catalina.
— con que ahí se esconde esa perra, muy bien, primo, voy para allá inmediatamente.
— ok, me quedaré aquí a vigilar que no se vallan, te espero, no tardes.
—no tardaré, le pediré prestado su auto a mi hermano, en unas horas llegare ahí.
Colgaron.
Viernes 11 de octubre, 05:45pm
En la casa de Jimena.
— mami, quiero unas galletas, ¿me das? —dice José el cual estaba sentado en el sofá mirando una película en la tv.
— no hay galletas, hijo, pero si quieres te preparo un sándwich ¿Qué dices, mi amor? —pregunta Jimena.
— ya, si, si quiero, mami.
—muy bien, mi amor.
Después de unos momentos, Jimena se dirige donde José con el sándwich.
—ahí tienes, amor, le puse queso.
— gracias mami. —dice el niño.
— ¿que estas viendo? —Jimena se sentó a lado de su hijo.
— es una película de policías, ahorita están siguiendo a los malos, que están escondidos en un garaje.
— valla, cuanta acción, mi amor.
— si, cuando crezca quiero ser policía.
— ah ok, policía, tienes muchos tíos policías, mi amor.
En eso tocan fuertemente la puerta.
—¡¡¡abre la puerta, maldita estúpida!!! — era Manuel, estaba ebrio otra ves.
— Mami — dice José, algo asustado.
— tranquilo, amor, es tu papá, iré a abrirle, seguro perdió sus llaves. —Jimena se acerca a la puerta.
— ¡¡¡ábrame, Jimena, que mierda estas haciendo, perra!!! — grita Manuel, pateando y golpeando la puerta.
— ya voy, Manuel, no grites, ya voy… —Jimena abre la puerta.
—¡¡¿por que tardas tanto, he?!! — Entra Manuel —¡¡debes abrirme rápido, estúpida, perra!! —Le da una cachetada a Jimena — ¡¡¡eres una maldita!!! — arremete contra ella, tratando de seguir golpeándola. Jimena solo trata de cubrirse la cara.
Sábado 12 de octubre, 02:20 am
Hotel santa Laura, carretera 53 de santa Laura.
Un auto se estación al frente del hotel, al lado de una patrulla, Manuel baja del auto, igual el policía de la patrulla, ambos ingresan al hotel.
— buenas noches, estamos buscando una mujer y a un niño, están aquí, ¿cierto? —pregunta el oficial al recepcionista.
— Llegaron en el automóvil rojo de allá afuera — agrega Manuel.
— pues si oficial se registraron hace unas horas, como a las 10 mas o menos. —contesta el recepcionista
— ¿en que habitación se encuentra? — preguntó Manuel
— esta en la habitación 12 señor.
— maldita, me va a escuchar ¿Dónde esta ese cuarto? — pregunta Manuel.
— esta en el segundo piso, por esa escalera… — manual rápidamente se dirigió al cuarto 12, ni si quiera pidió una copia de la llave—… ¿pero que ocurre oficial? — preguntó el recepcionista.
— cosas de pareja, amigo. Cosas de pareja.
Fin
Franck palacios
Lunes, 01 de febrero de 2010