aldochapa Escritor activo
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| Tema: El Circo del Hermano de Zagam - Capitulo 2 Lun Jun 28, 2010 2:41 am | |
| Comenzamos a caminar, cada pasó hacia una nueva aventura llena de desgracias era inmune a mi perseverancia de sobrevivir. No sabía el rumbo del trayecto, no veía mi sombra ni la ruta, solo sentía el humo en mis pulmones con sabores de frutas y una cálida fragancia a muerte. El viento sopló con delicadeza, y ahuyentó el veneno que había en la rotonda, me tropecé al bajar del campo y ya estaba al lado de las canchas. Caminaba hacia el sur, era claro, ya que la iglesia se mostraba frente al monumento de la madre y delante de dicho lugar salía el gas corrosivo a la visión de los ciudadanos que eran capturados por éstas personas vestidas cordialmente. Los individuos me soltaron en contra esquina de la iglesia, en donde mucha gente se detiene para probar las deliciosas aguas y los snacks que sirven en chamos. Aunque todo era diferente, todo había cambiado, el pequeño kiosco del chamos estaba destruido, y las aguas estaban todas echadas a perder, y su fuerte tufo de descomposición lo alcanzaba a percibir junto con la humarada de la máquina de gases. — ¿Dónde está toda la gente que conozco? —Pregunté alivianado por no ver a las personas que quiero, y esperando que ellas estuvieran escondidas dentro de sus hogares— Hoy es día de misa, y las puertas están cerradas y no hay algún coche cerca del lugar. Gracias a dios. — Acompáñame por favor, el jefe ya te recibirá en su oficina. ¿Correr u ordenar? ¿Qué será lo más conveniente? Esas eran las preguntas que navegan en mi mente enferma, creo que no tendría opción, porque escapar me fue inútil en el pasado, y sería una vez más la misma conclusión. Ya adentrándome al sitio, caminando por la calle 16, donde conecta con el periférico, veía en el techo de las casas a muchas personas intentando montar una carpa que cubriría el cielo, y nuevas preguntas me invadieron “¿Qué hará un circo en el medio de una calle?” Llegué al extremo de la siguiente y nos detuvimos frente a una casa de madera. — ¡Entra! Abrí la puerta, el chillido de la madera podrida y la percepción de lo que estaba haciendo lo incorrecto me hizo demorar mi viaje, pero logré entrar. Las paredes estaban cubiertas con juegos de tortura, maquinas del siglo XV y XVI para matar, agujas enormes llenas de sangre, y cráneos humanos diminutas —Espero y sean falsas, y todo lo que hay aquí. Capitulo 3 _____________
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