Muerto en Vida. (Relato)

Estoy aquí, sólo con la compañía de la angustia que presiona el pecho y que apenas me deja respirar.

No sé cuanto ha pasado desde que perdí la esperanza, lo cierto es que el tiempo se detuvo aquel día y a partir de entonces no estoy seguro de estar vivo.



Hubo momentos, que me preguntaba por que tenía que estar viviendo esto, no podía procesar el hecho de ser victima de la injusticia y entonces… sentí bronca, mucha bronca, eso que uno puede calificar de odio y que además no se puede depositar en nadie en especial.



Donde estoy no puedo ver la luz. Ya perdí la noción si lo que me traen y pasan a través de la trampa de la puerta, es el almuerzo o la cena.

La temperatura del calabozo va cambiando y eso me orienta para saber en que época del año me encuentro.



Paso casi todo el tiempo tratando de no olvidar las caras, fijar en mi mente los rostros de mis seres queridos porque es lo único que tengo como visión y me desespera la idea de olvidar además la mía propia, por lo que la recorro con la yema de los dedos cada tanto. He notado, que tengo los pómulos hacia fuera, los ojos hundidos y marcadas arrugas en las mejillas y en la frente. Mis mandíbulas están más angulosas. Ya no soy el hombre que fui.



Tuve una época, que cuando despertaba en esta oscuridad tenía la esperanza que iba a encontrar el interruptor de luz y todo sería una horrible pesadilla, pero eso ya no me pasa ni siquiera tengo la capacidad de soñar.

He aprendido a pensar en voz alta, me siento desdoblado en otra persona y de hecho creo que en esta celda, no estoy tan solo como me siento, alguien está conmigo cada vez que mis pensamientos salen en forma de sonidos.

Muchas veces creí, que cuando esto sucedía era porque me estaba volviendo loco, no obstante esa creencia la tenemos los cuerdos, los dementes no tienen la posibilidad de plantearse este conflicto.

Puedo escuchar sus reflexiones cada vez que pienso en voz alta y muchas veces no estamos de acuerdo.



Él piensa que la vida vale la pena aun en estas circunstancias y para mí, no es más que alargar un padecimiento inútil, porque la muerte finalmente vendrá.



Él dice, que la vida es un milagro y como tal son impredecibles los cambios que nos depara cada latido y que de la misma manera imprevista con que vine a parar a esta celda, puedo salir de ella. Que la libertad de un hombre no está en sus movimientos sino en sus pensamientos, que no hay muros que impidan pensar y proyectar.



Yo creo, que la vida es más que uno mismo, es lo que nos ofrece el medio, la posibilidad de luchar por un objetivo, de disfrutar del agua fresca, del beso de un hijo, del abrazo. Cuando el hombre es privado de ser parte del mundo se lo mata en vida.



Él dice, que tenemos además del medio que nos rodea, un mundo interior tan bello y real como el exterior y que el hombre además de sentir lo que ofrece la materia, puede sentir con la misma intensidad lo que ofrece su espíritu. Que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios y que a los Dioses no se los puede encarcelar.







Es curioso ver el mundo desde un agujero dentro de una cueva, esa es la visión que tengo desde esta prisión. Aquí las horas no existen, los pensamientos surgen sin los apuros que demanda el trajín diario de quien tiene libertad o de aquello que suponemos que es la libertad.



En estas cuatro paredes se diluyen las trabas que impiden que la mente vuele sin ataduras, desaparece lo trivial del conflicto cotidiano y crece la necesidad de descubrir los misterios de la propia existencia, la verdadera razón por la que la humanidad forma parte del mundo.



Si como dice mi etéreo compañero de celda, fuimos creados a imagen y semejanza de Dios ¿que deberíamos hacer como semidioses en este minúsculo espacio del universo que habitamos y que de alguna manera estamos presos por la fuerza de gravedad?



Visto de esta manera, los hombres nacemos sentenciados a vivir presos en una inmensa prisión llamada Tierra a la que destruimos generación tras generación, como resultado de lo que consideramos una injusticia por creernos casi Dioses.

¿Cómo podríamos cuidar y querer un lugar que consideramos una prisión?



A la Humanidad, no la conforma vivir en el mundo tal cual es, como a mí no me conforma este calabozo. No es difícil entender entonces el deseo que tiene el hombre de salir del planeta y explorar el universo, después de todo, como dice mi amigo, a los Dioses no se los puede encarcelar.



Creo que ya no me importa recordar mi rostro, que sentido tiene, no volveré a ser el mismo, si alguna vez salgo de este agujero, el que fui habrá muerto en esta oscuridad y la luz descubrirá otro hombre, alguien que la vida devolvió en su constante rumiar.

Mis afectos, aquellos que compartieron sus vidas con la mía hoy habrán mutado en otros seres distintos ¿como podrán comprender tanta oscura soledad?

Nada de lo que fue será, nada se rescata del pasado, la vida es un truco perfecto de magia donde todo desaparece sin dejar el más mínimo recuerdo. Es posible que en este lugar sombrío creciera hierba fresca y hoy… es un inmundo calabozo.



En este momento se abre la puerta de la celda y una luz intensa me ciega, me lástima la retina, oigo la voz de un hombre que retumba en mi cabeza diciéndome:



- ¡Levántate estás libre… el dictador ha sido vencido por las milicias del pueblo!



No salgo de mi asombro, no sé de qué me habla, ¿quién es el dictador? Por primera vez en mucho tiempo siento miedo, esta prisión me está pariendo y no quiero nacer siendo viejo.

Me acurruco en un rincón donde todavía hay oscuridad.

La vieja angustia vuelve y esta vez es un punzante dolor en el pecho, no puedo creer que la libertad haya llegado de la mano con la muerte.



Fin

Vuelvo a decir que narras de marvilla. Muy bien conseguida esa dualidad del mismo ser, el positivo y el negaivo. Es una muy buena reflexión sobre el significado de la vida. Felicidades. Un saludo.

Sin palabras.Un cuento magnifico,un relato que demuestra maestria y concoimiento.que nos lleva a la reflexion y a experimentar diferentes emociones a medida que se avanza la lectura.
Sin duda me encuentro ante un gran narrador.Buscare más de tus escritos

Los miedos, las dudas, nos acorralan, se vuelven nuestra prision, las inquininas, nuestras propias miserias nos encierran , nos apricionan, y vemos la libertad en la muerte, cuando hace rato estamos muertos en vida.
Un verdadero deleite pasar por sus letras, reflexivas, delicadas, que llegan y se entienden bien.
Un saludo cordial

Excelente relato, una narración impecable que nos va llevando con facilidad por el texto.
Reflexivo totalmente, para pensar cuan muertos podemos estar en vida.
Un excelente escrito

Un gusto hoy volver a leer este relato, es ameno pasar la tarde leyendote.
Un cuento que lleva a pensar en muchas cosas.
Un hombre recluido quizas por sus pensamientos, un dialogo con sigo mismo por mantenerse vivo dentro de esa prision que no deberia ser,un intento de autoconvencerse que no puede haber libertad nde pensamiento en ese recinto que lo haga libre, un tiempo que se le escurrio de las manos y del que apenas tiene un vago presentimiento.
Al final, fin de un proceso, la libertad ansiada y ahora temida,muchos años en prisión,los pies se duerme se olvida como caminar y salir...la muerte del individuo en vida, el dictador cumplio su cometido, aniquilo al hombre.
Este texto me recuerda a los recientes presos politicos que han sido liberados, tan solo por estar enfermos,una prision que los lanza afuera irreconosibles y prestos a quizas a terminar su vida sin poder recuperar el pasado.
Para el mundo heroes, victoria de negociaciones....para el un muerto en vida.

Bien tambien tu relato podria tomarse como una gran metáfora, pero sé como sientes la realidad, así que me quedo con la interpretación primera.
Un gusto leerte amigo, aqui, despacito volviendo.

Que las hadas los acompañen

Cada vez me gusta más sus relatos, ademas maneja muy bien ,locotidiano, lo real, la reflexión, sus cuentos pueden hacer reir, conmoverse o como en este caso llevarnos a la reflexión.
Un gusto pasar por sus escritos

¿DONDE ANDA DON RICARDO?, TUVE QUE IRME DOS PAGINAS ATRAS PARA LEER ALGO SUYO QUE NO HUBIERA LÍEDO,PUES ME GUSTA COMO ESCRIBE.

ESTE CUENTO ES MUESTRA DE ELLO, COMO A TREVES DE UN RELATO APARENTEMENTE SIMPLE NOS VA LLEVANDO A UNA REFLEXION COMPLICADA SOBRE LA EXISTENCIA.
SI HAY GENTE ASI, QUE MUERE Y NO SE HA DADO CUENTA QUE YA HACE RATO QUE ESTA MUERTO EN VIDA, GENTE TAN FRIA QUE NO LOGRA ENTENDER NADA.
MUY BUEN CUENTO, Y QUE LAS MUSAS NO LO DESAMPAREN QUE SE VIENE EL FIN DE SEMANA Y A MI NO ME DEJAN SALIR TODAVIA JA,ASI QUE TENDRE HARTO RATO PARA LEER

fragmentarse para entender causa miedo.
"el alma tira adelante y el cuerpo tira pa´tras",
decía el maestro.