El naufragio +++DESTACADO JUNIO DE 2010+++

DESTACADO


Como náufrago en tierra es el desterrado; huérfano de Patria que es la más terrible de las orfandades.¡Se quedó sin tierra donde vivir y morir! ¡Se quedó sin Patria para la cual vivir y morir! Desheredados de la música de su lengua, plebeyos sin estirpe en tierras nuevas; extranjeros del sentir en cualquier andén; devorados por las hordas de la adaptación en la vorágine del sustento del diario vivir. Como todo náufrago luchando por llegar a la orilla, aunque distante se divise la orilla y como todo náufrago también, aferrados a la vida como un sueño, a pesar de que solo en sueños se convierta la vida; atrás las raíces, sus alegrías y viejas esperanzas, destierro de afectos y del cielo sin nubes como un ensueño en lontananza; y sobre el surco de las olas: las lágrimas, salobres suspiros que se juntarán con los mares y en remota añoranza llegarán a la desembocadura de un río olvidado, allí fundirán delta y quién sabe si endulzarán las piedras redondas del vado por donde se hunden otros pies cansados que soportan cuerpos de sueños colmados.

El náufrago cala en playa ajena, cubierto de algas enredadas en la cabellera y que le marcan el cuerpo como estigmas, cuerpo ya para siempre encadenado por las cuerdas invisibles del desconcierto.

Ataduras invisibles que laceran la piel nueva en unos huesos viejos y como grilletes candentes le marcan el paso lento sobre calles desiertas. Sobreviviente de la furia de las olas que viene a morir asfixiado en las dunas de arena de la playa extranjera. Es un náufrago en tierra que no sabe qué espera, es un cuerpo de sal solidificada, transparente y tan frágil que no resiste el embate altanero de la roca cuando la ola de espuma lo arroja despiadadamente sobre aquella y entonces se rompe; deshecho cuerpo roto cuando a penas comenzaba a probar fuerzas y a tomar aliento; náufrago en tierra firme, descalzo de intentos y vestido con el coraje de los sueños, jirones vivos sobre su esqueleto; tímido marinero del trigo compitiendo con el Universo, levantando barricadas en la oscuridad y el silencio; llevando sobre la espalda las quemaduras del fuego del destierro, mientras suspira por los acentos de un mundo que propio, estrecho y entero, ha cambiado por sueños de otro mundo, amplio, más roto; pero sobre todo... ¡ajeno! Y se dice que ha llegado a puerto, comienza entonces el navegar hacia tierra adentro, con la llagas en el alma y la Patria distante dentro del pecho. Lleva el cielo como abrigo y los ojos puestos en algún incierto sueño que le restaure sus pérdidas, aunque a solas sus quejas naveguen en veleros blancos de sus pensamientos y con migajas de esfuerzo construya para su árbol un nido nuevo, aunque sabe que el suyo de antaño, ya para siempre estará vacío. La nostalgia del destierro le desgasta por dentro y se pierde en escaramuzas del recurrente recuerdo que le toma por asalto, dormido, y le recorre el cuerpo cuando, despierto, vacilante y ajeno, sabe que ha perdido su nido y su nombre no será otro que el de extranjero. Aunque pasen los años y en la batalla por llegar al cielo conquiste algún planeta nuevo; amanecerá cada día con el sabor amargo entre los labios que le recordará que sigue siendo náufrago porque ha perdido su suelo en tierra firme; el sonido del mar bravío y violento le seguirá azotando el cuerpo, como aquel lejano día que sobre playas ajenas lo impulsó el viento y la espuma blanca le desdibujó la anatomía de su cuerpo. Una nodriza nueva estrenará sus pechos; y un náufrago viejo beberá de ellos.

Hola Compañera.

Una, que ya no sabe de dónde es, si de aquí o de allá o más allá, que tiene espíritu de peregrino cruzando mares, abrazando cuerpos amados, tierras nunca nuevas para quien tiene la sangre en algún lugar; donde pudo dejar tantas cosas buenas, donde respiro un aire especial, ya sea por la flora, los alimentos, el aire de sus gentes,el paisaje, la música, el canto de las aves, la voz, la voz, sí, con su deje y los pequeñas cosas que no se olvidan; no se siente ya en ese naufragio cuando sabe a qué madero se ha asido la propia vida y así de de esa forma 'nada en el tiempo' viendo como va desapareciendo la nave que le trajo a otros mares... Y cómo se defiende lejos de todo: patria, amigos, familia que ya no está por la otra que se adquiere por la necesidad de dar un sentido a la propia, lo que nos hace venerablemente sensitivos y más humanos, hasta que todo vuelve a quedar en sus manos y su barca, nosotros, nos vamos poco a poco yéndonos de sus vidas... Ellos lo saben pero callan y nos siguen sonriendo porque temen interrumpir el sueño en el cual aún estamos.

Un saludo. Elisa.

Leerlo fue encontrarme con una manera profundamente poética de escuchar al desterrado (con su identidad a cuestas, desdibujada, con la adaptación sudada) Y un mensaje final increiblemente bello (donde la esperanza de seguir nutriéndose deja una experiencia enriquecedora sobre el naufragio). Se lee con delicia, gracias por compartirlo

¡¡ Cómo confesar que no se sabe de dónde es cuando se ha dejado tantas cosas allá por donde uno ha pasado !! Precisamente por pasar por tantos y tantos lugares, por compartir tantas estancias aquí y alla y de conocer a tantas personas y sus vidas no se puede, no se podría ni se debería decir que no sabe uno de donde es. Yo que he conocido, visitado e incluso vivido en muchas ciudades de españa y de Europa, hasta 49 en total, jamás se me ocurriría decir eso tan manido y que más que nada es una frase de estereotipo ya gastado y que dice que uno no ssabe de dónde es...Perdona, amiga: uno es de allá donde llegó, vivió, se sintió bien y que por las razones que fueran hubo de abandonar; en todos esos lugares que visitaste y dejaste algo de ti: una sonrisa, una palabra, un "gracias" de corazón, un gesto o lo que sea es un lugar en el que puedes decir que eres porque estuviste.

Como decía José Martí Padre de la Patria cubana y de origen canario: "La Patria es ese trocito de alma que todos llevamos dentro y vamos dejando allá por donde vamos pasando "

Nadie se debería sentir "desterrado" en tierra extraña mientras sienta que pueda aportar algo de si mismo para el bien propio y de los que los rodean. No caigamos en la trampa de ésos que nos quieren extranjeros allá por donde pasemos e incluso en nuestra propia tierra cuando no acertamos a descubrirnos tal como somos: PERSONAS.

Teknarit, África.

Gracias a todos los que han pasado por este texto. Cada uno de ustedes ha expuesto algún sentimiento que les ha causado. Los respeto a todos. Todo tema tiene varias lecturas: la experiencia del lector. Realmente me siento bendecida porque mis cuartillas no se han quedado entre mis recuerdos. Un abrazo para todos. Me siento honrada porque escritores como Elisa, Sgrassimeli y Teknarit han tomado un tiempo para opinar. Desde luego que sigo pensando que nuestra página no es de letras; sino de algo más. Cada día crezco como ser humano y como aprendiz de letras.

Un excelente texto amiga mía, ese extrañamiento a la patria la he sentido en muchas personas que están fuera de ella, el caso de mi padre, es el más cercano que tengo. Esa nostalgia de evocar más allá de un país, es el crecimiento, son las costumbres, los sentimientos, la comida, hasta el habla. Sí, muchas veces se dice que tierra es una, que no existen fronteras, pero la realidad no es así y se encarga de recordarla a aquel desterrado. Un náufrago de otras situaciones, de otros cariños. Siempre estará ese apego y ese espíritu de la patria que invoca, que jala el alma hacia ella. Y bueno, tu texto es aplicable a muchas cosas más. A veces, somos náufragos de tantas cosas. Hermoso relato amiga, poético y que llega al sentir de manera perfecta. Y conmueve.

Un abraazo y felicitaciones por el destacado, muy merecido.

Ignacio

Sólo agregar (a lo que dije en el comentario) las felicitaciones ante un texto que bien vale recomendar en su lectura. Un abrazo.
Silvina.

Gracias a todos. Me han sorprendido con la deferencia. Afortunadamente en cada naufragio hay algunos sobrevivientes para que no muera la experiencia. Un abrazo a todos.

Muy disfrutable!