De Mario Benedetti,os traigo un estracto interesante de su libro: Vivir adrede.
Diccionario.
Cuando las palabras ingresan al diccionario las pobres están perdidas.Si la palabra está sola,al aire libre,se levante en su significado,dice algo,lo sostiene.Pero cuando entra en el diccionario,la muchedumbre de significados la axfisia.
Por el diccionario circulan misteriosas acepciones,enunciados que nadie pronuncia.¿Quién empleó alguna vez palabras como rongigata,enruna,cadañal,pruriginoso,liquidámbar,cachunde,zarapito,despavesadura ,dubda? Sin embargo están allí invictas,solitarias ,guardadas.
Imagino que el diccionario se ha de reir a carcajadas cuando nos apabulla con toda esa jerigonza y nos deja taciturnos,como si nos hablara en esperanto.
En Argentina,Costa Rica,Cuba,Honduras,Uruguay y Venezuelza,al diccionario lo llaman mataburros,quizá porque los burros son por ahora analfabetos.Sé que alguien proyectó hace un tiempo editar un diccionario con las palabras corrientes,las que todos usamos,pero resulto un volumen tan reducido que nadie lo quiso publicar.