El blanco: metal, y petróleo.
(En recuerdo de los aborígenes caídos en Junio de este año defendiendo la selva Amazónica de el Perú)
Esta mañana, como nunca, la selva está cubierta por un manto frío, húmedo, sofocante. Avanzamos en la semi oscuridad cuidando de no hacer ruido. Una palabra, un sonido, un descuido, y de nuevo se nos vendría encima la balacera… Ellos, todavía están por allí cerca escondidos al borde de la espesura, calladitos, alertas, esperándonos. Puedo olfatearlos…
Se escucha el siseo de una víbora; un grito apagado de sorpresa- espanto; juramentos de dolor de alguien cercano; un disparo y la desbandada de soldados que se alejan a la carrera… Los árboles se estremecen. Arriba, entre los ramajes, saltos, gritos y aleteos…, y luego, de nuevo el silencio…
La luz difusa del sol ilumina los rostros cansados de mis hermanos que han dejado aparte las lanzas y los machetes, y a media voz nos hemos detenido a esperar instrucciones y planear como prepararnos para atacarlos esta noche.
S. CAMINANTE
Con el ‘ser o no ser’ en mi mochila
voy por Avenida Pablo Neruda
hacia la Alameda Salvador Allende
Sheffield, 18-6-2009