SOY SOLO UN MAGO
-¡Acérquense todos aquellos que admiren las artes mágicas que se puede lograr con un pañuelo y una rosa, porque si eso los fascinó yo los haré que quieran repetir, y os cobrare, de eso pueden estar seguros!.
Un hombre vestido con túnica negra y adornos dorados exclamaba detrás de un pequeño puesto hecho de maderones y tabicones tapados con sabanas decoradas con flores y estrellas curiosas que pasaban por el bazar ya sea por comprar algo necesitado o algo no necesitado.
Una comunidad de personas le miraban y escuchaban con atención.
-¡esta es Raquel, mis asistente, ¿no es hermosa?- señala a una chica vestida con un leotardo y un antifaz negro con forma de mariposa.
La chica permanecía parada cruzando las piernas y sosteniendo un balde de agua.
-¿¡de que viene el truco mago?!- pregunta un hombre de la audiencia.
-¡es algo que no habéis oído,, os aseguro que se divertirán observando…¡¡¡no!!!, se divertirán probándolo por ustedes mismos, sentaos en la mesita improvisada!.
El mago pone tres vasos transparentes de cristal perfectamente tallados.
-Raquel, si nos haces el honor.
Raquel sirve agua del balde en los tres vasos.
Una mujer, un niño y un hombre toman asiento.
-por favor pequeño, caballero, y preciosa dama- el mago guiña con encanto a la mujer.
La señora un poco sonrojada bebe.
-¿a qué sabe?- pregunta el mago.
-es agua, agua y nada más.
El hombre y el niño beben.
-¿a qué sabe?- pregunta el mago con afán.
-a agua y nada más.
El mago se acerca a Raquel y le da un bofetón suave, Raquel gira la cabeza haciéndolo parecer real.
-¿¡ pero cómo te atreves a servir simple agua a esta amable audiencia?!, ¡dame eso!.
El mago golpea contra la mesa el balde haciendo que un poco de agua salga de él, grita y vocifera palabras de amabilidad y encanto, mientras tanto bate el balde.
-por favor mi linda dama, disfrutad del vino.- el mago tira el agua del vaso de la mujer y sirve del balde de nuevo.
El agua a dejado de ser transparente para ser color morado cálido, su olor y consistencia llegan a la audiencia que impávida observa como el agua se ha convertido en vino.
-probad damisela- el mago se retira con todo el encanto de un buen mesero.
La mujer prueba temerosa la bebida, el olor le hace respingar la nariz, pero al final el encanto del mago la convence de que de alguna manera, es seguro.
-¡no puedo creerlo, esto es vino, vino de uva!- la mujer exalta los ojos que brillan ante el calor de dulce néctar.
-por favor caballero, bebed un poco, lo siento pequeño, aun no tienes edad.
El mago le sirve al hombre, el niño se levanta y se pierde en el enjambre de gente.
-¡no es posible, es vino!.
El mago hace su movimiento de humilde inclinándose junto con sus asistenta mientras la audiencia aplaude fascinada.
-¡dinos el truco mago!- comienzan a gritar.
-¡lo siento, pero un mago nunca revela sus secretos!.
Al final del día el mago sacó una buena pasta con lo que le pagó a Raquel que ansiosa quería regresar con su esposo, el mago le agradeció sus servicios y esta se despidió con un beso en la mejilla.
El mago se sienta en su cómoda silla con cojines de seda, toma un de los baldes y lo voltea de un lado a otro.
-¡tu me servirás!.
El mago toma de una caldera un poco de lo que parece pulpa de frutas, la vierte en el agua hirviendo y espera a que se espese, el aroma de las uvas cocidas impregna toda la habitación.
De un saco de patatas toma un poco de polvo de color azul, lo mescla con el de otro saco que es de color morado.
El olor del polvo es similar al del alcohol en estado puro, casi lo hace vomitar.
El polvo ya mesclado lo coloca en el fondo del balde como una capa uniforme, después vierte el azúcar de la fruta sobre de el creando una capa un tanto gruesa que se solidifica enzima del polvo.
El mago ríe ante su ingenio, un claro ejemplo de la ilusión.
-¡al verter el agua el azúcar se debilita, el más ligero golpe hace se mescle con la misma azúcar que quiebra y el polvo de olor, creando un dulce sabor del vino, increíble que lo creyera!.
El mago danza alabándose así mismo, toma una escoba como si fuese una doncella y baila al son de los crujidos de la chimenea.
-¡o mi bella esposa escoba, que he engañado con Raquel y Magdalena, ¿sabes que es peor que la gente me pague por mis actos?...¡que crea que he convertido el agua en vino!.
………………….
¿Y USTED, LO HA CREÍDO?.