LA ESTETICA Y LA POESIA EN HEGEL ++++DESTACADO NOVIEMBRE DE 2009++++

DESTACADO

La estética y la poesía en Hegel.
El marco social en que vivió Hegel se caracteriza por la subordinación de los pensadores alemanes a las teorías neoclasisistas y a las de los ilustrados franceses. Esta subordinación dio como resultado la aceptación por parte del filósofo de la corriente irracionalista, en donde se planteaba que la intuición primaba sobre la razón (Herder, Hamman, Rousseau).
La Revolución Francesa de 1789, fue saludada con entusiasmo por Hegel y cuando el golpe de estado del 18 de Brumario de napoleón Bonaparte, previó que este erradicaría el feudalismo de su país. El emperador fue considerado por él como el “espiritu del mundo”.
Napoleón fue valorado como un símbolo del romanticismo. Antes de que Napoleón, ya como emperador invadiera Alemania, Beethoven le dedicó su sinfonía “Heroíca”, después renegó de este “error”. Hegel rompe con el romanticismo por considerarlo de conceptos demasiado “vagos” pero siempre mantuvo su admiración por Napoleón.
Hegel en su “Introducción a la Estética” afirma: “…la estética, cuyo objeto es el amplio “reino de lo bello”… el “arte bello”. Hegel no afirma que la naturaleza carece de hermosura, cree que “la belleza artística es superior a la naturaleza”: “una existencia natural como la del sol es indiferente, no es libre en sí y consciente de sí.” Lo bello es un reflejo del Espíritu, la concreción de la idea, captada por los sentidos. Con este argumento da un paso más allá de los románticos los cuales planteaban que sólo a través de la naturaleza se captaba lo bello y absoluto. En Hegel el Espíritu es autónomo, y la naturaleza no puede ser captada fuera del individuo mismo.
¿El arte es científico, se pregunta Hegel?:
1- Las creaciones artísticas nos hacen experimentar que lo visto es real.
2- La libertad y la espontaneidad, elementos de la creación artística, están por encima de las reglas.
3- “No puede existir leyes generales de lo bello y del gusto.”
“La realidad auténtica sólo puede encontrarse más allá de la inmediatez de la sensación y de los objetos externos. Pues sólo es verdaderamente real lo que existe en sí y para sí.”
De aquí que la poesía romántica se convierta en el desarrollo sublime del arte, al erigirse en los campos de la Idea absoluta, del espíritu absoluto manifestándose como una figura simbólica, el saber absoluto. Para Hegel el artista sólo está “obedeciendo” la línea trazada por el Espíritu recordándose a sí mismo.

El arte actúa como fuerza moralizadora. Como potencia purificadora de las pasiones. El sentimiento concentrado en sí mismo pierde su intensidad cuando se objetiva en las representaciones artísticas. En la antigüedad, las plañideras mitigaban el dolor, y un parecido efecto morigerador de la dolorosa vehemencia sentimental demuestra la poesía ( Sobre esta condición de la poesía, Hegel sostiene: "Cuando un hombre es capaz de componer una poesía, que tiene por tema la pasión que le obsesiona, esta se hace menos peligrosa, pues, como hemos dicho, objetivar un sentimiento es separarlo de su personalidad y adoptar a su respecto una actitud más serena. Al desahogarse por medio de poesías y cantos, el alma se desprende del sentimiento concentrado", en Hegel, Introducción a la estética, op.cit, p.53.). Las pasiones son señales de una condicionante presencia de la naturaleza, de lo instintivo en el hombre. La unidad con la naturaleza, en tanto igualación del hombre y lo natural, fija lo humano en lo vulgar y en el salvajismo carente de reflexión y espiritualidad. La representación artística de las pasiones implica un grado de catarsis o purificación. La liberación de la densidad pasional que surge de la representación artística es bálsamo moralizador. Que disipa la pesada gravedad instintiva y no racional. Así, el arte representa la integración de lo humano con lo natural sólo a condición de "elevar al hombre por encima de la naturaleza". Por lo que "el arte debe contener algo elevado al que estén subordinadas las inclinaciones y las pasiones, debe emanar de una acción moral, susceptible de alentar al espíritu y al alma en la lucha contra las pasiones" (Hegel, 1997, p.55). El arte en su esencia ideal es elevación moral y racional. Es emancipación del influjo sensorial, de la caída en la densidad terrestre sin conciencia. En su máxima afloración, en su norma clásica, y en la superación de lo romántico-cristiano, el arte es preámbulo de la liberación de la necesidad natural. La naturaleza debe ser superada en su oposición al pensamiento. En su punto más radiante, el arte permite que la Idea traspase o supere la dureza de la materia. Lo absoluto de la Idea brilla en la materia, desde el equilibrio en lo clásico, o desde su desvanecimiento en lo cristiano-romántico.


Te recomiendo estos libros, pero que seguramente ya habrás leido:

Eusebi Colomer, (1995) El pensamiento alemán de Kant a Heidegger, volumen segundo: El idealismo: Fichte, Schelling y Hegel, ed. Herder,

Gracias por tu aporte. Me estoy proponiendo lograr democratizar la filosofía. considero que es una herramienta necesaria para tomar decisiones en nuestra vida cotidiana. Los filósofos tienen una gran ventaja sobre el resto de los mortales, quizás por eso no plantean los argumentos para todo el mundo.
La filosofía traza las leyes más generales de desarrollo de la naturaleza y la sociedad, si los hombres las conocen a fondo y las emplean en su interpretación del mundo, este prosperará aun más.

Aunque no quedé satisfecho con lo planteado en mi escrito creo que es un buen intento para llegar a más personas. Creo que no es necesario "enredar" lo que se dice. Voy a seguir tratando de hacer lo dicho lo más sencillo posible.

Ya lo has visto en mi poesía, la forma en que expreso el pensamiento, sin palabras "rebuscadas". Creo que llego a más número de gentes, aunque esto último le parezca a muchos "populismo".

Creo que me preguntas sobre Viktor Frankl porque te lo recuerdo en alguna forma. Guardando las proporciones claro está.

Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino. No es algo que nace de la propia existencia, sino algo que hace frente a la existencia.La libertad, en definitiva, es la capacidad de la existencia humana para elevarse por encima de esas condiciones y trascenderlas. El hombre, en última instancia, es su propio determinante. Lo que llegue a ser, dentro de los límites de sus facultades y de su entorno, lo tiene que hacer por y para si mismo.

Aunque yo creo que el último en la escala del poder social es el prisionero. A él lo único que le queda es la vida ( y esta también puede ser cegada). Todo lo demás le es arrancado y no le queda sino la expectativa. esto si hablamos del individuo. En lo social la cosa cambia: el hombre como ser social es eterno. el anhelo de libertad solo se puede plantear dentro de lo social y no de lo individual.

Gran aporte a ambos, mi cerebro se encuentra un poco oxidado y este tema nunca fue mi fuerte, pero intentare releerlo para comprender mejor y dar una opinion mas amplia. Gracias de todos modos.