Esto me pasó por hacerle un comentario a un cerdo

Esto me pasó por hacerle un comentario a un cerdo

Mi desdicha comenzó aquel maldito día. Era mi primer día de trabajo en el Zoológico de la capital. Después de llenar el estanque de los pingüinos, tenía que reponer el agua en el corral de los cerdos. En una poza de barro mezclada con su mierda, dormitaba un cerdo. Tenia todo el cuerpo embetunado, y pese al hedor que asfixiaba hasta las moscas que se le acercaban, el gordo chancho en sueños sonreía.

--- ¡Sal de ahí, chancho sucio! –le dije en broma para despertarlo. Abrió los ojos y con tristeza escuché que me decía.

--- ¿Tu crees que disfruto viviendo en esta mierda?

---Pero entonces, ¿Por qué en sueños sonreías?

---Porque soñaba con aquel charco de barro limpio a la orilla del río donde pasé mi niñez.

---Si detestas ese olor, entonces, ¿para qué te orinas, cagas y te acuestas en esta poza que hiede?

--- ¡Hay amigo!...,!tú que estás transpirando y usas chupalla para protegerte del calor me lo preguntas!..., el barro me protege del sol y el hedor, de las moscas.

Así fue como nos hicimos amigos y yo descubrí que como humano podía comunicarme con los animales. Mis colegas de trabajo se burlaban de verme hablando a solas con los elefantes, las gallinas, el señor león y sus cachorritos. Por eso llegué a ser conocido como un excéntrico, como el Santo Pancho de Asís del Zoológico. Con los años, cada animal del zoológico llegó a ser mi amigo fiel y confidente.

Cuando murió mi padre me dejó toda su fortuna y sin apremios económicos, cansado con tanto ajetreo, decidí dejar de trabajar. Compré una granja y rodeado de mis animales creí tener mi vida arreglada pese a las esporádicas odiosidades de mis otros familiares, todos celosos de mi fortuna.

Conversando con la vaca, de pronto se me ocurrió pensar en que maravilloso sería que los humanos aprendieran a comunicarse con los animales como yo lo hacía. Y me puse a la obra. Me registré en el conservatorio de música y me hice experto en las técnicas del canto y de los sonidos. Compré un equipo de grabación, con la grabadora me fui al Zoológico y con la autorización del Director, grabé sin que lo supieran, cientos de horas de sus conversaciones. Las transcribí al castellano palabra por palabra, frase por frase, sonido por sonido. Con todo ese material, único en la historia de la humanidad, me fui a las oficinas de la RCA Víctor y pedí una entrevista con el Editor de turno.

--- ¡Mire, señor,-me dijo indignado apuntándome el perro del logo-, no le acepto que me venga con ese tipo de bromas!, me mandó a cambiar y sus guardias.me sacaron en andas a la calle.

Mi padre me había enseñado que en negocios como en amores, un NO de hoy puede ser un SI de mañana. Creyendo que esa receta valía para todo, volví a la carga, ahora me hice asesorar por mi loro que hiciera la presentación y me fui al canal de Televisión Nacional.

--- ¡Esto no es un circo, imbécil! Y de nuevo, de allí fui sacado a empujones por el Programador de Documentales. Con el susto, el loro se me arrancó al zoológico y a mis amigos les contó el asunto que yo les tenia guardado como regalo de sorpresa. Ofendidos por mi traición a su amistad y confianza, no quisieron escuchar mis súplicas y cada vez que me aparezco donde hay animales, ellos dejan de conversar…

Un primo mala leche que es un famoso psiquíatra, me diagnosticó una esquizofrenia latente y me recomendó ser internado en su clínica. Apenas crucé la puerta de entrada me metieron en esta camisa de fuerza y me amarraron a la cama. Ahora, él es el dueño de mi fortuna.

Querida mosca, por favor, anda volando al zoológico y les cuentas a mis amigos lo que me pasa. También dile al loro que vaya a conversar con el Director de la Facultad de Lenguas de la Universidad. Asegúrale que él sí que nos va a entender…

S. CAMINANTE
Con el ‘ser o no ser’ en mi mochila
voy por Avenida Pablo Neruda
hacia la Alameda Salvador Allende

Psss, psss, hey Sergio, de loco a otro loco ¿Es cierto lo que relataste? Claro, no quiero que otros sepan que también hablo con toda clase de animales, mira ... que me pueden quitar mi fortuna también con la "chiva" de que estoy loco.
Menos mal que leí tu historia, porque ... ¡Qué bueno, NO ESTOY LOCO! ¡Hay cada burro, cada vaca, entre otros animales, que dale con conversar conmigo!
Ahora me quedaré calladito, pues la gente me mira con cara de sospecha; me haré como que no entiendo a los animales.
Tal vez uno de estos días te vaya a ver al hospital siquiátrico ¡Trataré de entrar de contrabando al cerdo que habló contigo y hagan buenos recuerdos!

Me encanto el relato,la verdad que a estas alturas,cada vez más hablo con animales,pero de esos que se hacen llamar Homo sapiens,uff.
Al menos la mosca que me visita no se averguenza de andar sobre la mierda,los cadaveres,etc,es decir los verdaderos animales no son tan hipocritas.
Muy buen cuento

_________________
En busca de la Fortuna.
Marioes.

Un excelente cuento Sergio, con mucho de sátira y bueno, yo hablo conmigo mismo asi que jaja, ya es hablar como con 5 animales juntos, ja...muy bueno, y MArio tiene mucha razón, al final de todo los animales mas extraños y donde menos existe la tolerancia somos nosotros...un gusto leerte, siempre con ese humor que encanta...

Un abrazo,

Ignacio

Bueno, aunque no lo crean, la mosca todavia no ha vuelto. A lo mejor se perdio,
!que se yo! Venganse todos, miren que en el locatorio la cosa es mas logica que afuera. !Si aqui me han ensenado a conversar hasta con los arboles!
Os veo pronto.
S. Caminante

Excelente texto,me encanto....¿uhm es que ya sere candidata a tu loquero?,por dios como esta el mundo me dijo una lagartija..y yo que no le crei.
Bien hecho amigo.
Un abrazo,que las hadas te acompañen

He disfrutado con tu narración. Sí, aunque nos parezca extraño casi siempre funciona mejor la atención de uno de nuestros queridos primos los 'irracionales', que demuestran su bienestar, como su estado de ánimo según esté el de su amo; su sensibilidad es un ejemplo e incluso nos avisan de peligros eminentes y de ello tengo ejemplos palpables, que han evitado desagradables consecuencias. Creo que no es cuestión de hablar 'su idioma', la comunicación mental y mirarles a sus ojos nos puede maravillar en resultados positivos, cuando les hablamos y les advertimos de nuestras preocupaciones, ellos presienten las cosas negativas y nos las comunican antes. Estoy por hacerme a otra mascota, porque realmente tengo buen entendimiento con los gatos.
Te lo dice alguien que conoce de estas cualidades seráficas y que ha tratado con animales. Ellos me dieron menos disgustos que los 'inteligentes' y creo que su amor incondicional nos da siempre el mejor ejemplo cuando sabemos educarles y tratarlos con respeto. Un beso. Elisa.

Que bueno! No soy la ùnica que habla con los animales.Pero mi problema es que ellos no me responden!!!!
Con la que hablaba y sì sabìa lo que me querìa decir, era con mi perrita Linda, que muriò a los 11 años. Yo tenìa una gata llamada Àgata, que cada vez que querìa comer mahullaba sentada frente a su vasijita del alimento, entonces Linda la observaba hasta que un dìa comenzò a emitir un sonido que parecìa un mauhullido cuando tenìa hambre.

Muy bueno el relato, Sergio.
Me gustò!

» El Cerdo Mascota y el Gato. (Fábula).
» Para hacerle de cuento
» El Cerdo y la Reunión de Animales. (Fábula).+++RECOMENDADO OCTUBRE DE 2009+++
» Sinopsis de un relato epistolar: "Cartas a mi amiga Emma"
» [Novela] "Abrazando el Olvido" - Raquel Sánchez García