LA ELECCION

LA ELECCION
CATEGORIA: FICCION
Yo respiraba cada ves mas agitado, no sabia que hacer, la presión en mi pecho era demasiado, quería largarme de ahí, pero no podía, no debía, si lo hacia, no sabia que podía suceder, yo estaba atrapado entre dos grandes cosas, dos situaciones que cambiarían mi vida para siempre, y el tiempo se agotaba…
-¿Qué decides Jerry, entras o te sales?
Yo dudaba mi siguiente movimiento, pensaba en mi esposa, la forma en que esto afectaría mi matrimonio, quise realmente que hubiese otra solución, pero ere yo, frente a todos esos hombres, todos fuerte y avilés para su trabajo, parecían entrenados para matar, como aquel alto del bigote de vaquero, la luz de la lámpara que se oscilaba encima de nosotros no era buena señal, simplemente daba a todo el ambiente esa oscura y siniestra apariencia, de que con tan solo mover un musculo te podrían matar, sudaba, no en mi rostro, había aprendido a evitarlo, pero en mis partes nobles y mi pecho estaba empapado, ya había pasado un minuto mientras pensaba, el viaje a barbados y a Francia, o nuestro matrimonio se venia abajo, Penney podría correr peligro si fallaba.
Como una ráfaga de viento una idea paso por mi cerebro, tan rápida y tan fulminante, acabo con cualquier pensamiento al instante, solo quedo una solución, aunque sea para alargar el tiempo y poder decidir bien.
-¿puedo ir al baño?.
el sujeto que tenia enfrente tenia fama de que era impaciente, la ultima ves que alguien lo molesto e hiso esperar termino con los peces, al menos eso cuenta la leyenda de Tony tres dedos, lo llamaban así por que una morena se los había arrancado el verano pasado, antes era conocido solo como Toni, y nada mas, ahora veía esa mano, esos tres dedos, imaginaba lo que podían hacer si fallaba, era grotesco, los dedos cercenados habían sido pulgar y meñique, así que quedaron los tres de en medio, trate de no mirarlo mucho, pues eso le molestaba.
-esta bien, pero Juanito te vigilara, no es que crea que escaparas.
Todos rieron, incluso yo, tenia que hacerlo, tenia que parecer que había sido gracioso, aunque quería cagarme en los pantalones, me levante de mi silla, mis huevos se me habían pegado en los bóxer que llevaba, los había empapado, creí que me había orinado, camine lo mas lento posible hasta el baño, tenia que ganar tiempo para pensar, si había forma de escapar, la encontraría, mientras respiraba el penetrante olor de la colonia de Juanito, auto nombrado Johnny, el odiaba su origen latino, pues decía que su padre era un sucio inmigrante además de que era un puto esclavo, siempre lo decía, no era mas que un puto esclavo, después lo que hiso, nadie lo creía posible, sabíamos lo que sentía, pero no nos imaginamos que fuera capas de…ahora no importa.
El me miraba, yo lo sabia, esperando algún acto en falso de mi parte, entramos al baño casi juntos, la puerta rechino, no creí que estuviera en esa pocilga, alguien como Tony ocultándose para esto, el baño desprendió un olor amargo, mescal entre orina y aromatizante de pino, me tape la nariz, Johnny se rio cuando lo hice, el aspiro profundo, lo sostuvo, incluso cerro los ojos, parecía saborearlo, me provoco mas nauseas de las que ya sentía, después lo soltó por la boca, ¡le había dado el golpe!, como se hace con los cigarrillos.
-mejor que el humo, cuanto te acostumbras claro.
Mantenía sus manos siempre en los bolsillos, no quería imaginar por que, así que solo me limite a entrar en uno de los retretes, al abrir la puerta un olor aun peor me golpeo, en el retrete numero uno había una enorme cagada, incluso en las orillas, no me imagino como alguien se había cagado afuera del baño, cerré la puerta, intente con el segundo, este parecía bien, a si que entre, me baje los pantalones y me senté en el retrete, estaba frio y pegajoso, me sentí asqueado y mareado, mas por la situación en que me había metido y otra por estar en ese repugnante baño.
Era posible que saliera avante si lo intentaba, pero también el las tenia, era 50-50, no podía arriesgar tanto, podía ver a Penney gritándome, antes de que vinieran por ella…¡no lo podía permitir!, pero si me negaba, mi destino seria mucho peor, me tome al cabeza con ambas manos y me incline, quería llorar, estaba desesperado, creí que podría salir por el ducto de aire, era lo suficiente mente grande para arrástrame por el, tenia que intentarlo, me subí al retrete, la tapa estaba algo vieja y oxidada, así que cedí al primer jalón, el polvo causado por la corrosión del emtal voló, llego a mi nariz y quise estornudar, me controle, pero aun sentía la horrible picazón, mis nervios estaban de punta, la deje con mucho cuidado en el suelo, trate de treparme, el ducto, en su entrada estaba separado de la pared, pero no me puse a pensar que también estaba tan roído como la rejilla, al subir mi peso este cedió y caí de pie, el pie derecho cayo en el escusado, llenándomelo todo de orines y algo marrón, incluso la parte baja del pantalón, en ese momento Johnny abrió la puerta, se rio y me miro.
-¿creíste que así escaparías?, vamos ya es hora.
Me guio hasta la mesa, ahí me sentó, vi directamente a Toni, a los ojos, ya no tenia opción, así que debía demostrarle que no tenia miedo, no cedí en la batalla de miradas, no seguíamos viendo mientras revisábamos nuestras armas, Tony sudaba tanto como yo, respingaba su nariz, parecía que tenia comezón.
-voy.
Me había decidido, ahora solo faltaba Tony, parecía que esperaba que yo me rindiera, ahora el era el la duda, lo notaba, cerraba y abría los ojos con mayor frecuencia, así fue desde que me case con Penney, yo note eso y creí que algún día seria útil.
-también voy.
Ahora el duelo entre dos hombres, listos a todo por el gran premio.
Johnny puso en su celular una música de duelo, ambos lo miramos con cara de que pedo.
-johnny quieres dejar eso, ya sabemos que le diste un precioso celular a tu papa, y sabemos que el te dio otro pero ya por favor.
-es que es MP3, además tiene bluetoth y conexión WI-FI.
Solo quedaba el resultado…¡había ganado!, después de tantas quincenas perdidas a causa de mi suegro por esas manos de póker había rendido frutos, ahora podía restregarle mi victoria en su cara, podía insultar su inmundo agujero que el llamaba centro de herramientas, me levante y tome mi dinero… 3000 pesos, 1500 miso y 1500 de tony, había ganado con una tercia d reinas, el tnia tercias de jotas, el se veía molesto.
-es una lastima que no le podre decir a su hija, verdad Tony, por cierto, ¿Cuándo será el siguiente viaje de pesca?, oí que se jubilara este mes.
-así es, quiero que tu y mi hija nos acompañen.
-claro, y suerte Johnny.
Johnny se despidió con el celular en mano, Tony se sintió avergonzado, se los dije, no creíamos que Johnny le regalara algo a su padre, desde que pelearon por la misma mujer, creímos que ya no lo quería, supongo que nunca se deja de querer a un padre, que bueno, mi esposa no me pediría el divorcio y su padre no iria por ella para llevarla de viaje de pesca y a mi no, realmente quería ir, ¿nunca se han puesto tan nervioso por una mano de póker?.

Bueno, un texto con un buen comienzo, en donde con los detalles vas llevandonos a una escena de película, de aquellas de la mafia, con los olores, con los humos de cigarrilos, con las iras, en fin, una buena recreación y es posible adentrarse en la historia de manera correcta...el nerviosismo de Jerry tambien lo describes muy bien...el giro por la mano de poker, también bien, solamente el final no me quedó del todo claro, quien era realmente Johnny y bueno, tal vez habían mas cosas en la apuesta que no son bien aclaradas...asi y todo, me gustó, entretenido aunque mejorable, segun mi percepción el final...

Un abrazo,

Ignacio

lo que pasa nachito es que jonny es uan burla del maton tipico, queria ahcer parecer como que jonny hubiese causado daño a su apdre, cuando la verdad fue que le dio solo un cellular, y la pauesta ponia en riego la integridad (por no decir hombria un poco en duda del protanonista) del protagonista, si no lo puse muy claro pido disculpas y tratare de mejorarlo, gracias por leerme hermano