ES IMPRESCINDIBLE QUE ME RESPETE Y ME RESPETEN
“No puedo concebir una mayor pérdida que la pérdida de respeto hacia uno mismo”. (Mahatma Gandhi)
En mi opinión, este título merece un subtítulo que le queda muy apropiado: ES IMPRESCINDIBLE QUE TAMBIÉN LOS DEMÁS ME RESPETEN. Así queda perfecto el concepto del respeto, que ha de ser por parte de uno mismo y también de todos los demás.
No es sano ni adecuado quedarse en el malestar que provoca que los otros no nos respeten. En la relación con ellos se puede decir y pedir todo lo que se quiera y hay que hacerlo por respeto a la propia dignidad. Es un derecho que tenemos todos los Seres Humanos que ha de ser irrenunciable, pero, también por respeto al otro y a uno mismo, conviene cuidar la forma y el modo de hacerlo, preferiblemente con asertividad. Si no lo deseas decir no lo digas, pero ten la seguridad de que tienes el derecho de poder hacerlo si lo deseas.
RESPETARSE ES DARSE PERMISO PARA SER UNO MISMO EN TODOS LOS MOMENTOS Y TODAS LAS CIRCUNSTANCIAS, para decir en todos los momentos lo que se opina, lo que se piensa, lo que gusta y lo que no, lo que se siente, lo que se quiere.
RESPETARSE ES NO CALLAR LOS SENTIMIENTOS, las injusticias que uno ve, cómo se siente tratado, lo que no tolera, no dejar que los otros pisoteen los derechos y decisiones.
RESPETARSE ES PODER SER FIEL A LAS CONVICCIONES Y DESEOS PROPIOS y darles el lugar preponderante que les corresponde; es escucharse en los lamentos y las reclamaciones, porque si uno se siente mal, o se siente herido, debe escucharse bien y entonces puede tomar decisiones para cuidarse y ayudarse a sí mismo.
RESPETARSE ES SER HONESTO Y HONRADO CON UNO MISMO, jamás mentirse, jamás esconder la realidad detrás de un auto-engaño; es estar pendiente de lo que uno desea o necesita.
RESPETARSE ES TRATARSE BIEN SIEMPRE, y más aún en los momentos en que uno se siente triste o se siente decepcionado de sí mismo, o le parece que no ha actuado bien, o siente rabia, o está furioso. Es tener firmado un pacto de no auto-agresión, nunca, en ninguna circunstancia, por ningún motivo.
RESPETARSE ES AMARSE. Siempre. En todas las circunstancias. A pesar de los errores. Y es tener el perdón siempre a mano, predispuesto para perdonarse una y otra y otra y otra vez. Setenta veces siete.
RESPETARSE ES CREAR UNAS BARRERAS INFRANQUEABLES PARA CIERTOS ASUNTOS PERSONALES que todos tendrán que acatar; quien no lo haga así será apercibido con firmeza y claridad, y si persiste en no respetarlas será expulsado de la relación.
El respeto ha de ser bidireccional, si tú quieres que te respeten también tendrás que respetar.
Tal vez con la lectura de este breve texto puedas empezar a ver de otro modo el respeto y te parezca conveniente revisar tu actuación –y la de los otros- con todo lo que tiene que ver con él.
Te dejo con tus reflexiones…
Francisco de Sales
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