LO QUE REALMENTE BUSCAS ES ESTAR EN PAZ CONTIGO MISMO
En mi opinión, cada persona le llama de un modo distinto a eso que CREE estar buscando. Y digo que CREE porque es así de cierto. Casi nunca coincide lo que se busca con lo que de verdad se quiere encontrar. El hecho de no tener esto claro lleva a algunas personas a una pérdida de tiempo –que no es tiempo sino LA VIDA PROPIA-, y por tanto a una pérdida de sí mismo, sólo por no definir exactamente lo que busca.
Si no se tiene claro el objetivo se darán demasiadas vueltas y posiblemente se pasará por encima de lo que busca… pero sin darse cuenta.
Quien busca solamente progresos y éxitos sociales, quien cree que en lo material encontrará lo que busca… comprobará, si consigue alcanzarlos, que no le ofrecen las ventajas y felicidad que les suponía. El objetivo estaba equivocado. Lograr esos éxitos sociales le proporcionará satisfacciones –posiblemente- y algunos placeres pero al final, si no se autoengaña, llegará a la conclusión de que TAMPOCO le proporcionan eso que aún no sabe qué es.
He tratado con cientos de personas que CREÍAN estar en el Camino, que DECÍAN estar en su búsqueda personal, en la del Sentido de su Vida, en su Desarrollo o su Espiritualidad, pero… estaban equivocados. Buscaban fuera lo que sólo se encuentra dentro. Insistían en saturarse de información intelectual, de conocimientos que eran ajenos y que no llegaban a comprender realmente, en tener en la memoria una colección de nombres de personas sabias y frases y más frases de esas pretenciosas y rimbombantes que no sirven más que para aparentar… si uno no es capaz de hacerlas suyas, integrándolas en su corazón y en su vida y no sólo en su mente.
¿Qué es lo que REALMENTE busco? Esta es una buena pregunta.
¿Busco o me busco? esta también es válida, pero cuidando de no equivocarse en quién y desde dónde hace la pregunta ¿la pregunta el Uno Mismo o la pregunta el ego?
¿Qué es lo que REALMENTE quiero? Esta es dura pero es IMPRESCINDIBLE afrontarla, y hay que hacerlo desde el corazón o aún mejor desde el alma, con toda nuestra honradez y honestidad colaborando plenamente implicadas, con total dignidad y conciencia, como uno de los actos más importantes al que asistirá, porque de la veracidad y certeza de la respuesta va a depender el resto de la vida de uno.
El tiempo de vida de acorta segundo a segundo –aunque no nos demos cuenta y aunque creamos que tenemos tantos que no importa perderlos- y algunos se equivocan y dan rodeos inútiles, le adjudican importancia a cosas que no son importantes, miran cómodamente hacia aquello incierto que es más atractivo que la realidad, se dañan con su autoengaño.
Todos, en algunos momentos de nuestra vida, estamos hartos de nosotros mismos por tantas contradicciones en las que incurrimos –y las contradicciones no son para sufrirlas sino para resolverlas o armonizarlas-, estamos enojados porque hacemos algunas cosas mal y no aprendemos, estamos furiosos con esas actitudes nuestras que son negativas y repetitivas… a veces sabemos lo que NO queremos, pero no sabemos lo que SÍ queremos.
En el camino hacia un destino desconocido no se avanza. ¿De qué sirve correr si no sabes hacia dónde vas? tal vez con eso lo que haces es alejarte cada vez más…
¿Cuándo estás a gusto contigo?, ¡cuando estás en paz contigo mismo!, ¡esa es la respuesta!
Eso es lo que buscamos: estar en paz, aceptarnos y amarnos a pesar de todos los conflictos personales –y quedarnos en paz-, sobrevivir a los desencuentros procurando salir lo más ilesos que sea posible –y en paz-, reconociendo nuestros fallos, las limitaciones personales, los desaciertos, dejando de reprocharnos tan a menudo, amándonos…
Esa tarea aplazada de fomentar el Amor Propio conviene afrontarla ya. Y será bueno revisar el concepto que uno tiene de sí mismo, quitarse los adjetivos negativos y borrar todos esos fallos que usamos como razón para flagelarnos de un modo inclemente. Será bueno asear la conciencia y relajar la excesiva o inmisericorde autoexigencia. Será bueno amarse. Será bueno tener la gentileza de tratarnos bien, de poner orden en nuestra Autoestima, de aceptarnos tal como somos en este momento porque somos lo único que tenemos, y de comprometernos, amable y generosamente, a deshacernos de lo contraproducente, a modificar lo que necesite ser modificado, y a incorporar todo aquello que nos haga sentirnos más nosotros mismos o más cercanos a la mejor versión de nosotros mismos.
No lo dudes: lo que realmente buscas es estar en paz contigo mismo. Emprende esa tarea y los beneficios que eso producirá se irán incorporando por sí mismos.
Te dejo con tus reflexiones…
Francisco de Sales
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