CAPÍTULO 128 – DÁMELO TODO
-EL PELIGRO DE LAS FALSAS EXPECTATIVAS-
Este es el capítulo 128 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER
En las relaciones que están mal planteadas, defectuosas desde su nacimiento, hay uno –generalmente el hombre- que le exige todo a la otra parte. “Dámelo todo”, dice con sus actos y su modo de ser y actuar.
Este tipo de relación es inaceptable. Es injusto. Hace que algo que se basa en aportar y compartir mutuamente acabe siendo algo en el que sólo recibe uno a costa del sacrificio o la entrega del otro.
Si alguien lo pide todo puede indicar varias cosas. La primera, que es un egoísta, aprovechado, ambicioso y rastrero indigno de recibir cualquier cosa puesto que él no corresponde en la misma medida y deja clara cuál es su única voluntad. La segunda, que no va a apreciar lo que se le dé puesto que no lo interpreta como un acto de generosidad, sino como algo que es un derecho que le corresponde y por tanto no tiene ni siquiera que agradecerlo. La tercera, puede ser que esté anclado en un guión de insatisfacción y va a exigir constantemente y jamás se va a dar por satisfecho.
Ese tipo de comportamiento ha de ser del todo inaceptable, así que habrá que estar atento para no colaborar en eso y muy atento a descubrir si el otro actúa de este modo. En ambos casos, se requiere una modificación y reconducción de la conducta.
El amor, para quien no lo sepa aún, no se demuestra dándolo todo. “Lo hago por amor, para que vea de este modo cuánto le quiero y lo que estoy dispuesta a hacer por él”, se dice erróneamente. Si no se recibe a cambio algo similar a lo que se entrega, y no para que sea un negocio equitativo, sino por es algo que tiene que brotar espontáneamente de ambos, es una relación descompensada. No es una buena relación.
SUGERENCIAS PARA ESTE CASO:
- Es conveniente y justo no dejarse cegar por lo que se supone que es amor cuando no lo es.
- Si uno renuncia en exceso a lo que le corresponde y entrega demasiado sólo por mantener contenta a la otra persona… tal vez esté en una relación de dependencia y no de amor.
- Cuando “dámelo todo” se convierte en una exigencia, en una imposición, más vale revisar la relación con objetividad.
Francisco de Sales
(Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí:
http://buscandome.es/index.php/board,89.0.html)