¿ERES LO QUE QUERÍAS SER?
En mi opinión, es muy posible que tengas la molesta sensación –o la pura realidad- de no ser en este momento de tu vida lo que suponías que ibas a ser.
Es posible que algunos de los planes de futuro que habías hecho fuesen excesivamente utópicos y se hayan ido diluyendo por el camino (me refiero a eso de casarse con un Príncipe o de ser astronauta); también es posible que no hicieras planes pero que, a pesar de todo, esperaras algo más y esperaras algo mejor.
Sólo una de cada diez mil personas cumple sus sueños, así que no cumplirlos no debería ser motivo de una excesiva frustración, sino un acto de tener los pies en tierra, lejos de la fantasía sin límites ni fundamento de la imaginación. No cumplir los sueños no depende siempre de nosotros. A veces parece que todo se pone en contra nuestra para que no podamos realizarlos. Y unas veces esto es cierto y otras veces es nuestra falta de previsión, de esfuerzo y constancia, o la excesiva fabulación que habíamos puesto en conseguir lo que es casi imposible.
No todos nuestros proyectos son nuestros. Algunos los han diseñado para nosotros unos padres con buena voluntad y buenos deseos pero con poca base de realidad. Otras veces era un afán desmesurado de sobresalir el que se encargaba de proyectar una vida tan maravillosa como imposible.
También nos equivocamos –en ciertas ocasiones- cuando seguimos empeñados en conseguir lo que es imposible de conseguir. A veces, renunciar a un pretendido éxito es el mejor y el mayor de los éxitos.
Hay que tener en cuenta que esos planes tempranos de la adolescencia, hechos cuando aún no se tiene una información real de lo que son los inconvenientes y las dificultades, cuando uno confía en hacer posible lo imposible, no van a poder prosperar y por eso no deberíamos sentir como fracaso encontrarse con la realidad y padecer sus limitaciones.
Nos esforzamos –inconscientemente- en cumplir el guión de vida que nuestros padres y otros escribieron para nosotros, o seguimos a rajatabla -y sin pensarlo- los dictados de las modas o de los prototipos de éxito social, o tratamos de satisfacer a nuestro ego aún cuando con ello nos perjudicamos a nosotros mismos; dejamos nuestra paz y felicidad en las inciertas manos de que lo ajeno nos aporte ambas cosas, cuando la felicidad y la paz son nuestra responsabilidad exclusiva.
No haber alcanzado los sueños y las ilusiones previstas no ha de convertirse en una frustración que amargue el resto de la vida.
Sueño: COSA QUE CARECE DE REALIDAD O FUNDAMENTO, y, en especial, PROYECTO, DESEO, ESPERANZA SIN PROBABILIDAD DE REALIZARSE.
Ilusión: CONCEPTO, IMAGEN O REPRESENTACIÓN SIN VERDADERA REALIDAD, SUGERIDOS POR LA IMAGINACIÓN O CAUSADOS POR ENGAÑO DE LOS SENTIDOS.
Lo que quieras ser, de acuerdo a tus circunstancias y posibilidades actuales y reales, tienes que decidirlo ahora mismo. Y actualizar tu Plan de Vida descartando todo lo que te ata dolorosamente a una fantasía. Y ser consciente de la realidad para ser feliz y estar en paz.
No te ha de importar lo que suponías que ibas a ser sino lo que de verdad puedes ser. Ahí tienes una hermosa tarea para realizar.
Te dejo con tus reflexiones…
Francisco de Sales