Jaime Olate Escritor activo
Cantidad de envíos : 2341 Fecha de nacimiento : 17/01/1941 Edad : 83 Localización : Santiago de Chile Fecha de inscripción : 01/08/2008
RECONOCIMIENTOS Mención: -Escritor con textos DESTACADOS Mención: Lobo ,El Detective. Texto EXCEPCIONAL Premios: 1ºLugar Concurso "Ecología" parte Textos, Octubre de 2010
| Tema: El Paraíso del Clan Foreman. (Cap. 2/3) Sáb Feb 14, 2009 9:17 am Reeditado ________________________________________ Dom Oct 08, 2017 10:09 pm | |
| La Esperanza.
El que parecía capataz fue donde el Jefe.
–Patrón, creo que tendremos más agua del nuevo pozo para mañana.
Sin esperar la aprobación del impasible Foreman, dio media vuelta y se juntó con el resto debajo de un gran techo que cubría varios mesones. Eran más de cien hombres y mujeres que esperaban les sirvieran su comida; a estos los eligió entre sus empleados por su lealtad, calidad humana, en buenas cuentas un grupo humano muy granado y que fueron más que sus trabajadores, sus amigos.
–Elvira, no se olvide de los guardias, pronto hay cambio de turno.
El cielo se nubló con la gran nube parda y el sol se volvió rojo. Inquietos todos miraron hacia el astro rey y en silencio comenzaron a comer; la cabecera de uno de los mesones estaba ocupada por el matrimonio dueño de la isla, comían sin formulismos. Era la democracia perfecta.
Un grito de advertencia se oyó a lo lejos y todos abandonaron precipitadamente los mesones; corrieron a sus casas y regresaron armados con metralletas, bazucas y entre dos traían una enorme ametralladora. Detrás corrían los muchachos portando la pesada munición.
Bajaron hasta la playa, pues vieron una nave pesquera que se aproximaba. Los tripulantes traían banderas blancas que agitaban y ya se veían sus barbudos rostros que miraban expectantes. Foreman tomó una metralleta y disparó una ráfaga que salpicó un reguero sobre la superficie del agua a pocos metros de la frágil barca.
–¡Váyanse, no hay cabida para ustedes!
Los de la embarcación alzaron un gran lienzo blanco con algo escrito.
Levantaron los puños amenazantes y gritaban, pero no se entendía qué decían. A la orden de su capitán elevaron más el lienzo y comenzaron a entonar una melodía triste, fúnebre.
Olga leyó el letrero y con espanto sus manos taparon su boca. Ella, una princesa árabe, otrora llena de lujos ahora era insultada por esas palabras:
“PETROLEROS ASESINOS DE LA TIERRA, MUERAN JUNTO CON NOSOTROS Y CON EL RESTO DEL MUNDO”.
La pequeña embarcación se alejó; sus tripulantes en silencio prefirieron ir a morir bajo la lluvia ácida y el sol implacable, seguramente de sed y hambre. Charles Foreman sintió una punzada de pena, pero comprendía que la isla no tendría capacidad para más habitantes; el barco se perdió entre la neblina venenosa y ellos volvieron adentrarse en la Isla Paraíso.
El clan tal vez viviría algunos años más en la Tierra moribunda y que sólo en el sur de un país que se llamó Chile logró encontrar vida vegetal en esa gran isla; allí con sus fieles amigos creó su propio mundo. Sí, volvieron al Edén, pues ahora la historia era inversa, el mundo los arrojó por no escuchar sus voces suplicantes que le advertían estaba destruyendo al planeta.
(Finalizará)
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