Regreso a los recuerdos

Es emocionante viajar en tren, siempre lo creí. Era una de esas cosas que quería hacer. Ahora bajándome del tren después de tantas horas de viaje, no creo que haya sido tan emocionante como pensaba. En fin, poco importa ahora. Lo relevante es el motivo del viaje. La estación está tan vieja, descuidada, solitaria. Verla habla de distancias, separación, soledad. O tal vez no sea la estación sino el sentimiento interior que me embarga. Me esperan, debo buscar un auto y recorrer unos pocos kilómetros hasta la vieja casa familiar. No recordaba que fuera tan polvoriento el camino. La tarde tiene colores naranja, amarillo y marrón. A los costados arboledas que parecen reconocerme. Yo también.
Cuantas veces recorrí este camino? Cuántas veces cantando, riendo, escuchando a mi abuela en sus eternos relatos. Es todo tan lejano. Por qué será que el tiempo pinta de gris lo que tan colorido fue, por qué será que las sonrisas se esfumaron entre las ramas de los árboles, espinillos, eucaliptos, chivatos, y tantos más. Si me habrán quedado marcas del talar. Recuerdos de una infancia feliz, llena de proyectos. Ninguno de ellos contemplaba que me tuviera que ir.
Por fin se divisa la granja, nada cambió y sin embargo la veo tan pequeña, tan simple.
La familia ya está reunida. Siento frío el saludo, como si fuéramos desconocidos. Otra vez el tiempo haciendo estragos – pienso. El clima silencioso en una habitación húmeda, oscura a pesar de las ventanas abiertas. Es el atardecer – vuelvo a pensar.
El abogado ya está con los papeles en la mano. Empieza la lectura. Miro las paredes, algunos cuadros me traen recuerdos. Abuela, qué estarás pensando de esta reunión tan especial? La habrás imaginado? Qué recuerdos míos te llevaste?
Aquel día en que terminé la primaria, vi lágrimas de emoción en tus ojos, quisiste disimular pero los dos sabíamos que empezaba una etapa diferente. Debía ir al pueblo a cursar la secundaria. Nos veríamos pocos. Éramos tan compañeros.
El abogado sigue su lectura. Qué estará diciendo? Mi primo me mira, cuánta indiferencia. Recuerdo cuando jugábamos persiguiendo las gallinas, disfrutábamos viéndolas huir de nosotros, intentando volar. Pobres animales.
Cuando papá tuvo que ir a Buenos Aires todo cambió. El traslado de la familia nos separó. Hubiera sido tan distinto si en esa época ya tuviera vida el celular, internet y tantas cosas que nos hubieran mantenido unidos. Las cartas siempre fueron lentas, espaciadas y un día dejaron de llegar o de partir, no sé muy bien.
El abogado me mira, hace una pausa, ¿esperará que diga algo? Pero que puedo decir si no lo estoy escuchando. El pasado se está apoderando de mí. Qué puede importar lo demás.
La vida, con sus sorpresas nos pone en situaciones como éstas, pronto tendré que regresar y este momento formará parte del recuerdo, como tantas cosas vividas acá.
Abuela, estarás sonriendo, conoces el final de esta historia igual que yo. Yo también sonrío.

Los recuerdos que se viven al volver a lugares conocidos son tristes y plenos de nostalgia y más cuando la razón es hasta cierto punto trágica, aunque los buenos momentos del pasado y el amor que se nos manifestó calman nuestro penar y nos dan fuerza para continuar hacia un destino que sabemos es inexorable pero lleno de esperanza de una vida mejor.

Muy lindo y emotivo relato, amiga Nilda. Me encantan este tipo de trabajos que involucran a los dulces recuerdos de la niñez vistos desde lejos, desde una vida transcurrida con las cosas que los años nos traen a todos: Algunas alegrías, muchas tristezas y el despojo de una inocencia que, casi siempre, fue hermosa.
Un saludo afectuoso,
José

Gracias a los dos José por sus comentarios. Si, la infancia forma parte de la nostalgia y de lo que realmente somos de adultos.
Nilda

Muy lindo trabajo! Me gusta tu manera de describir. describes lo justo, lo necesario como para que el lector pueda hubicar a los personajes pero sin que esa misma descriptiva, aburra o distraiga. Muy buen trabajo que, y esto ya es mi muy personal opinion, pudo haber sido un poquitin mas largo. me quede con la duda de que es lo que decia el abogado y a quien le heredarian la granja. Hace tiempo publique un trabajo sobre los recuerdos y lo que decia yo en ese escrito es que en realidad no existimos, mas bien existimos en el recuerdo de los demas. Somos bits y mas bits de informacion en la memoria de alguien, de tal modo que si ese alguien sufre un accidente y pierde la memoria para siempre, todos sus amigos y seres queridos habran muerto junto con su memoria, pero bueno.

Recibe mi fraterno saludo de siempre.

Gracias AngelCaido. Reconozco que mis textos son breves. No se si me terminan las pilas o qué. Una o dos veces intenté extender el texto pero me pareció que redundaba demasiado, o era reiterativa o decía cosas innecesarias. Sobre el final, también, estuve viendo después de leer tu mensaje que muchos de mis textos dejan finales abiertos, dudas, y eso a algunos les da libertad para pensar un final propio pero otros desean que la historia quede más completa. Pero supongo que siempre se puede ir mejorando. Es importante tu opinión. Gracias.
Nilda

Así es Jaime, el recuerdo es una pizca de sonrisa, afortunadamente siempre o casi siempre recordamos lo bueno, lo lindo, y eso nos llega de nostalgias que enriquecen el espíritu y sentimos que lo vivido fue bueno. Gracias por la lectura y el comentario.
Nilda