Cuentas pendientes

Hace ya bastante años que asomé a este mundo, bastante, para qué decir cuántos si da igual.
Era otoño, un día especial, en medio de dos fechas importantes para la comunidad. No recuerdo nada, como es lógico, pero imagino que fue un día de alegría. Mi abuela, mi madre, mi tío, seguramente estuvieron felices con mi llegada. En fin, lo que pasó ese día fue hace mucho. Lo que importa ahora es que empezó mi vida, fue pasando el tiempo y con cada año las inevitables etapas de la vida de todo ser humano: cumpleaños, ingreso escolar, catecismo y mucho más. De cada momento fueron quedando recuerdos, imágenes, palabras. Por ejemplo, recuerdo ahora lo bueno que era ir a catecismo todos los días, porque antes íbamos de lunes a viernes, ahora es solo un día en la semana. El sacerdote me designó su ayudante, disfrutaba ir a buscar el borrador y dejar impecable el pizarrón, entregar las copias con letras de canciones o preguntas y después volver a juntar para dar al padre, Gustavo se llamaba. Era de los sacerdotes de “antes” dicen. No sé qué significa eso porque era el único del pueblo hasta que falleció. Incluso él fue el que bendijo mi matrimonio.
También mi maestra de primero, y la de cuarto grado, me dejaron recuerdos especiales.
Decía que hace muchos años aparecí en este mundo y como toda persona fui transitando caminos, con asombro, alegrías, tristezas, fui encontrando buenas personas y perdiéndolas también. Claro que siempre hay personas no tan buenas, pero de esas para qué hablar.
Lo bueno de vivir es no saber con certezas qué va a pasar al día siguiente, vivir siempre el hoy. Si bien programamos acciones, tomamos decisiones, no siempre sabemos si las podremos concretar o cuáles serán los resultados.
Habiendo pasado tanto tiempo, mirando el futuro con un poquito de temor (solo un poquito), me pregunto ¿qué me queda por hacer? Y descubro que la lista es muy larga. Entonces ¿qué hice hasta ahora? Y la lista es también muy larga. Eso está muy bien.
Me gustaría hacer un cronograma para organizar lo que me falta hacer, por ejemplo, estudiar piano, siempre quise aprender a tocar piano pero no pude por cuestiones diversas ¿cuándo podría empezar? ¿Cuánto tiempo me llevará?, pero, un momento… no creo que pueda comprar un piano, ¿de qué me sirve aprender a tocar el piano si solo podría hacerlo en las clases? No podría practicar y mejorar lo suficiente. Tengo que ver este tema, analizarlo mejor. Pero aprender piano es una cuenta pendiente.
También me gustaría conocer el sur del país, aprender dibujo y pintura, hacer exposiciones, ir de vacaciones con toda la familia, uh! Esto es difícil, somos muchos.
Estoy viendo que el dinero es un factor importante, y bueno no estoy descubriendo la pólvora, el dinero siempre fue importante y por eso influye tanto en las decisiones.
En fin, creo que por ahora no puedo planificar para cumplir con las cuentas pendientes, mi nieta me llama para que le lea una poesía de mi libro. Hay cosas que surgen libremente sin cronogramas, sin planificación previa, como ver en el cuaderno de mi nieta copiada una poesía mía. La maestra le dio la tarea de copiar de algún libro una poesía de tres estrofas para compartir con sus compañeros. Ella solita eligió la poesía y justamente de mi libro, teniendo tantos libros en la casa. ¿Por qué será?
Descubro que hay metas no propuestas, no son tampoco cuentas pendientes, que se cumplen y no sé en qué lista poner. En las que se cumplieron, supongo. ¡Qué bien se siente! No lleva tiempo, ni dinero, solo fluyen. Son momentos que quedan, que se descubren, que están en ayer, en hoy y en mañana. Por algo será.

Hombre, que te puedo decir? Que este escrito me desconcerto porque al empezar la lectura da la impresion que es una especie de relato donde encontraremos cuando menos las tres partes usuales de la historia de alguien: antecedente, desarrolllo y conclusion. Pero de repente empiezas a divagar y divagar y terminas asi, divagando. De modo tal que el relato inicial, el antecedente, realmente sobra. La maestra de primero y cuarto te dejaron recuerdos especiales... cuales? A partir de ahi, de lo de las maestras ya tu escrito deja de ser una narracion de tu ninez y se torna en otra cosa, en una especie de declaratoria de lo que pudo ser y no fue, que me parece muy bien! Pero que podria, yo, haber comenzado por ahi y en lugar de empezar escribiendo una historia, ahorrarme toda la primera parte y escribir algo reflexivo, como es lo que terminaste escribiendo.

Pero bueno, como te digo siempre, es solamente mi opinion. Igual estoy errado.

De cualquier modo, yo tambien tengo cuentas pendientes, aunque yo no les llamaria cuentas porque tampoco es que haya yo estado obligado a pagarlas de algun modo u otro pero, en efecto, me hubiera gustado estudiar sociologia, antropologia o cualquier cosa relacionada con las ciencias sociales.

Saludo fraterno para vos.

Entiendo que "me desconcertó" es positivo (por lo menos para mí) si un texto moviliza, para bien o para mal, ya es positivo. Puede ser que no tenga las partes habituales de un relato común. Creo que la mayoría de lo que escribo no respeta esa estructura. No se por qué, no se está bien o no. Escribo como siento en el momento, el lector puede hacer su interpretación personal, aprobarlo o desaprobarlo, disfrutarlo o no. Depende de cada uno.
Gracias AngelCaido por estar, por opinar con sinceridad. Eso es valioso para mí.
Nilda Sena

Tu lo has dicho: por algo sera.