La moneda

Hoy vi rodar la moneda. Iba en caída hacia el sur. Me preguntaba mientras miraba, si sería cara o cruz, si la suerte iria a tu lado o vendría para mí. No somos tan distintos, podríamos compartir, un poco de alegría para los dos y por qué no también consolarnos en el dolor. La distancia no es infinita, existen líneas que forman ciclos, idas y vueltas, pero todo tiene un inicio y un final, aunque no sepamos cuál es el punto justo de cada uno de esos dos momentos.
La moneda lleva el miedo de perder, la esperanza de ganar, la confianza de poder avanzar y el temor de caer. Cuántas sensaciones, cuántos misterios guarda tan pequeña e inquieta moneda.
La historia muestra la gama de posibilidades. La moneda sigue, continua en caída, nada obstaculiza su rodar, mis ojos la siguen, quién sabe dónde irá y cómo caerá. ¿las cábalas servirán?

Reflexivo y de lectura amena y ágil. La realidad puede ser eso: la realidad. Pero la miradas son varias. La moneda siempre tiene dos caras (a menos que sea trucada por un ilusionista). Y ( supongo) al emitir una valoración de la misma, deberíamos tenerlo en cuenta. Trato de ser lo mas objetiva que puedo al comentar, pues entiendo que no siempre las letras son autorrefentes o personales.

Esa moneda es nuestro destino, nuestro sino... cada cual tiene el suyo pero el de TODOS nos aúna en un mismo fin, sea en el más acá o en el más allá.

Bonito texto, querida Nilda.

Muy linda reflexión, amiga Nilda. Disfrutada.
Saludos,
José

El triunfo y la derrota rueda como cábala en los ojos. A veces, es mejor, la incertidumbre a lo que puede pasar, pero libre.

Gracias por los interesantes comentarios.
Nilda