¡RABIOSO!
CAPITULO 3
Ronald analizaba la situación, apenas podía pensar en una cosa sin que otra llegase y rempujase a la otra de un golpe, pensaba en la pobre mujer retorciéndose, el asco hacia el policía le decía que ya era hora de tomarse otra pastilla, la situación había hecho que lo olvidase, estaba a punto de hacerlo cuando encontró a la mujer, tomo un pequeño frasquito blanco que estaba en uno de los bolsillos de su chamarra negra, la trago y respiro profundo, las luces traseras de la patrulla lo guiaban, pero parecía tan lejano, como un espectro, un fantasma juguetón que se burla de el, tenia firmes las manos sobre el volante, con una mano sostenía el diario, lo miraba de reojo, “propiedad de Jessica, no tocar chismoso”, una punzada lo despertó de sus pensamientos, la pastilla comenzaba a hacer efecto, la patrulla freno lentamente, el hiso lo mismo.
James salió de la patrulla, avanzó hacia Ronald, se inclino en la ventanilla abierta.
-aquí es, podría seguir usted solo si lo desea, el camino a la derecha lo llevara directamente al otro extremo de la carretera, tenga cuidado el terreno es muy rugoso y empedrado, llamare a unos compañeros para informar que todo esta bien, buena suerte.
James se dirigió a su patrulla, Ronald tenia ganas de irse lo antes posible, debido a la desviación tendría que conducir una hora mas de los esperado, pero decidió esperar a que el policía se marchase, el policía tomo el radio, en la soledad del camino cualquier ruido por mas pequeño se podía escuchar, odia alcanzar a oír los ruidos estáticos de las estaciones sin vida, tomo el diario y lo abrió a la mitad.
25 de noviembre de 1985.
No se si debería contar esto, me pidió guardar silencio, sin embargo hay cosas qe no cuadran con su historia, ese pobre niño, temo que pudo haber mas que una estúpida ardilla, no se que pensar del doctor Demarco, es tan silencioso, su esposa actual no se queja de el, pero aun hay cosas que me hacen estremecer cada ves que paso frente a su casa, su hermano me pido que guardara el secreto de lo que vi en esa habitación, pero no si sea lo correcto, o lo mejor para mi…….
Ronald tomo un chicle de su bolsillo y lo masco, tenia el horrible sabor de la medicina en toda la boca, el policía bajo de la patrulla y se acerco de nuevo a la camioneta.
-lo siento señor White, creo que no podrá seguir por aquí, tendrá que esperar hasta mañana para poder pasar, le pido que de marcha atrás.
El policía subió a su patrulla y se adentro en la boscosa desviación, esa área aun no era blanco para las compañías mineras, por eso había mucha frondosidad alrededor, la patrulla fue devorada por las sombras, el rugido del motor se perdió entre el silencio de la misma oscuridad, Ronald se quedo pasmado ante la noticia del policía, no podía volver mañana, el juicio seria en 12 horas, no podía esperar, simplemente no podía, pero temía lo peor, su trabajo era siempre meterse en las fauces del lobo, pero la expresión del policía al darle la noticia era de espanto, dudo al posar su mano en la palanca de velocidades, la medicina aun lo tenia en una paranoia temporal, había cometido el error de no tomársela a tiempo, con una hora de anticipación, pero la estúpida de la compañía de renta de autos había tardado bastantes con las formalidades, tenia deseos de volver y darle una golpiza, pero eso solo lo retrasaría mas, arranco el vehículo y se adentro en la desviación.
La camioneta temblaba como una cama de masaje, los amortiguadores no daban para tanto, trataba de mantener firme el volante, la fuerza con las que las rocas hacían girar las llantas hacia parecer que el vehículo tenia vida, firmemente con las pupilas dilatadas trato de ajustar su vista al camino alumbrado por sus faros, el final parecía un enorme boca, y a cada segundo mas se sumergía en ella.
Las luces de la patrulla se volvieron a ver, eran pequeñas reflexiones en el mismo ambiente, poco a poco se fueron agrandando, pero un fulgor naranja se unió a las roja y azul, esta parecía emanar cierto calor a la distancia, se alzaron como cabellos, lengüetas de llamas se alzaron por encima de los arboles, un leve movimiento lo sacudió, podía escuchar el fuego crujir, cayo en la cuenta de que las llamas solo estaban a pocos metros, el humo comenzó a llegarle hasta al interior del vehículo, comenzó a estornudar sosteniendo el diario con ambas manos, la puerta se abrió y alguien lo jalo al exterior.
-¡¿Qué rayos hace aquí?!, le dije que volviera.
Un fuerte rugido provoco que ambos hombres se taparan los oídos, un árbol cayo sobre la camioneta de Leonard, este estaba completamente en llamas, se podía ver lo negro de lo calcinado a pesar de que lo fuerte de la luminosidad, Ronald se levanto, el efecto de la medicina ya estaba dando sus primeros indicios de presencia, se levanto y se alejo corriendo de la camioneta, el policía lo siguió, esperaban que en cualquier minuto la camioneta explotara, pero no pasaba nada, solo podía verse como el metal se pintaba de negro, un brillante cobre se asomaba de las tecatas de pinturas que se caían o se calcinaban, el policía lo guio hasta su patrulla, estaba a 20 metros de donde quedo el vehículo de Ronald.
-¿Qué paso aquí?.
-¿Qué mas?, un incendio forestal, el helicóptero las capto desde arriba, ya vienen bomberos, pero debido a la dificultad del camino tardaran una horas en llegar, debemos darnos prisa, debemos volver.
-¡no, no puedo volver!, necesito llegar a Texas en 5 horas, si no lo hago perderé a mi hija.
-¿tiene una hija?, eso debió a ver pensado antes de meterse en este lugar, esta bien, intentaremos salir, pero después no hay regreso, y usted me pagara el viaje de regreso.
-¡si pero ya vámonos!.
Juntos se subieron a la patrulla, Ronald se aferro al asiento cuando el motor de la patrulla rugió, dio un trompicón, pasaron por encima de un madero, las llamas se hacían mas pequeñas cada metro avanzado, los arboles calcinados reposaban tranquilamente, pequeños gajos de fuego se apreciaban apenas, luchando por mantenerse vivos, la patrulla de detuvo.
-ahora si estamos jodidos.
El camino estaba bloqueado por un edificio derrumbado.
CONTINUARA…….