¡RABIOSO!
CAPITULO DOS
Ronald White se dirigía a Texas, tenía que reparar ciertos problemas con su esposa de la cual se había ya divorciado apenas unos meses, su hija era el único por lo que peleaban ya, el quería llevársela a vivir a baja california, pero su esposa quería seguir viviendo en Texas con su familia, muchas veces Ronald ya le había insistido que se marcharan de ese horrible lugar, quería tomar a Kelly y largarse de ahí, pero dios ampare a quien se atreva a hacerle eso a su esposa, bien conocida como la hija del uno de los más brutales abogados de U.S.A., no quería comprometerse a perder para siempre la custodia de Kelly, así que lo haría todo limpio, había conseguido dinero para el abogado con una prestamista, su casa había el “seguro”, tenía todo listo para dar el todo por su pequeña, pero entonces fue cuando la vio, moribunda y arrastrándose en el fango, Ronald detuvo el vehículo a un costado de la carretera, corrió lo más rápido que pudo hacia la mujer, cuando trato de voltearla esta le dio una manotazo, sus ojos estaban rojos, sus parpados amoratados, su boca estaba totalmente seca, le mujer pataleaba por alejarse de Ronald, este quiso correr para pedir ayuda, la mujer exclamo un grito gutural, Ronald volvió a acercársele, su boca comenzó a babear.
-el di..ario, el di-di…diario.
Ronald no sabía si escucharla, lo único que su mente le decía era que tenía que llevarla a un hospital, pudo observar un objeto entre sus manos, la mujer extendía sus brazos para que él lo tomara, a cada movimiento parecía que la mujer sufría terribles dolores, Ronald tomo el diario, pudo notar un liquido cuajado, en la oscuridad de la carretera no podía ver, los faros de su camioneta todo terreno no alcanzaba a cubrir por completo a la mujer, Ronald tomo el diario con cuidado, en este momento la mujer pareció sonreír, Ronald sintió la textura del libro, era rugoso y tenía muchos bordes sin lógica, se sentía como si estuviese desgarrado, sintió nauseas, la mujer respiraba muy agitada, en ese momento tomo su celular con cobertura mundial, marco el 911, una operadora le respondió con serenidad, le informo de lo acontecido, la mujer dijo que enviaría a alguien para ayudarla.
Ronald no podía dejar de ver el cuerpo de la mujer, por los síntomas que le había descrito a la operadora esta le dijo que no se le acercara, que podía ser rabia, el se sorprendió al oír aun de la enfermedad, pues ya varios años ataras se había erradicado totalmente, bueno eso se creía, para no arriesgar espero sentado sobre el capo de su camioneta, se sentía terrible de no quitar a la mujer de ese fango, tal estado ole provocaba una tristeza profunda, la mujer respiraba, pero mas que una respiración eran bocanadas de aire, podía verse su aliento por la poca luz que la alcansaba, no temblaba, Ronald se pregunto cuales serian los espasmos por el frio y cuales por la enfermedad, una sirena lo hiso voltear, un hombre vestido con uniforme verde y sombrero lo apunto con su linterna.
-¿usted llamo a emergencias?.
Ronald protegiendo sus ojos de la luz respondió que sí, el hombre se acerco veloz hasta la mujer, la apunto con su linterna, lo primero que hiso fue atarla con sus esposas, la mujer no peleo de ninguna forma, el hombre la flasheo una vez más, Ronald alcanzo a apreciar espuma blanca en el fango, ahora estaba confirmado, era rabia.
-tuvo suerte señor White, esta mujer pudo haberle infectado, la ambulancia llegara en cualquier momento.
-¿y cuando llegue qué?.
El hombre quitándose el sombrero y acercándose a Ronald le respondió con una frialdad en la vos que Ronald creía que no le importaba para nada la mujer, y tenía razón.
-la sacrificaran, no hay otra salida, un estado tan avanzado de rabia es incurable, su piel ya comenzó a deteriorase, es lo más humano que podremos hacer.
-dispárele con su arma de una vez, mírela.
-no puedo señor, el papeleo y las leyes locales, si le disparo me acusaran de homicidio, y tengo una familia que mantener, lo siento por ella, se que ansía la muerte, pero tendrá que esperar por ella.
Ronald sintió asco ante las palabras del sujeto, la mujer parecía tranquila, pero Ronald sabía que estaba muriendo de dolor, Ronald quería poder hacer algo, pero él sabía que era imposible.
-¿y a donde se dirige señor White?.
-a Texas, voy con mi familia.
-ya veo, pero lamento informarle que la ruta 9 está cerrada, tendrá que tomar la desviación, yo lo guiare de ser necesario.
Ronald le sonrió, “lamento informarle”, que hipócrita, lamenta informarme pero no le importa si la mujer muere, se dijo Ronald mientras le sonreía, el hombre se acerco de nuevo a la mujer, busco algo en su pantalón vaquero, no tardo ni 5 segundos en lograrlo, lo llevo hasta donde Ronald y se apoyo en el toldo.
-“Jessica Ramírez”.
Leyó el hombre de una identificación que encontró en la billetera, al parecer la mujer venia de Nortplane, un pueblo localizado en la frontera con Texas.
-¿Qué hace tan lejos de ahí?.
-no lo sé señor White, quizás venia conduciendo cuando la enfermedad termino con su ultimo pensamiento racional, o quizás su familia la llevaba a un buen hospital y no a la mierda que tiene en Nortplane, estúpido doctor.
Ronald quería no seguir preguntando, pero esa era su debilidad, la debilidad por conocer la verdad.
-¿Por qué lo dice señor…..?
-Apple, James Apple, y me refiero al doctor Demarco, un hombre de 50 años, hace como dos años se escucharon rumores de que el hijo del doctor había contraído rabia por culpa de una ardilla enferma, su esposa Jenny Demarco también la contrajo, los mato a ambos el mismo, después de eso cayó en depresión, según rumores se volvió a casar y nada se escucho después, luego la gente asistía a nortplane por turismo, pero ciertos imprevistos lo arruinaron
-.que imprevisto podrían ser señor Apple.
-desapariciones, cosas que atacaban y después se iban, rumores que cualquier pueblo alejado causa, sin embargo esto no impide que la gente sea tan estúpida como para no dejar de ir, yo me encargo de que la gente no se acerque ahí, cuando escuche de la mujer yo mismo me ofrecí a venir, y no estaba equivocado, aun hay gente viviendo ahí, pobres diablos.
Las luces rojas y azules que se proyectaron en el camino los hicieron voltear, la ambulancia ya había llegado, la mujer se retorcía mas cuando al luz la alcanzaba, dos hombres vestidos de enfermeros bajaron con una camilla.
-ya no tiene caso que nos quedemos aquí señor White, lo escoltare por la vía alternativa, no queremos que se pierda, mas adelante esta la desviación, me alegro que traiga camioneta todo terreno, será un camino arduo, no se por qué no tomo un avión.
Ronald con el diario en mano subió a su camioneta, la patrulla arranco y lo mismo hiso el, aun pensado en la mujer la miro por el retrovisor, seguía convulsionándose, miro el diario y pensó en leerlo, ahora podía apreciarlo bien, estaba cortado de la pasta, tres enormes cortes en la pasta, por suerte era muy gruesa y ninguna pagina había sido dañada, decidió enfocarse en el camino, no quería tener un accidente ya no ver a Kelly.
CONTINUARA…….