Nilda Sena Escritor activo
Cantidad de envíos : 6192 Fecha de nacimiento : 02/05/1961 Edad : 63 Localización : Corrientes Fecha de inscripción : 26/04/2014
RECONOCIMIENTOS Mención: - a la excelencia en sus comentarios Mención: - por sus Grandes Aportes a Letras y Algo Más Premios:
| Tema: La carta Lun Ene 05, 2015 4:03 pm | |
| Yo te conocía. Nunca te vi pero te conocía. Sabía del olor a café cada mañana, del frío o del calor, del color de las flores y los árboles. Mi invierno y tu otoño se encontraban en tus palabras y las mías. El verano y la primavera hacían lo propio. Allá lejos me contabas las historias. Distinguía tu voz sin haberla escuchado. Presentía en la presión del lápiz sobre el papel tu estado de ánimo. No sé si me equivoqué alguna vez, creo que no. Las baladas compartidas en palabras y melodías, los gustos, que nos unían y nos diferenciaban. La rutina y el ambiente que te agobiaban y al mismo tiempo te serenaban, todo lo sabía. Cada carta una historia, una novedad, una sorpresa y también una anécdota repetida y aburrida, pero qué importa, la carta estaba y con ella tu presencia. Imaginaba tu forma de vestir, tus gestos. Seguramente vos hacías lo mismo. ¿Acertarías como soy? ¿Verías mis kilos de más y mis manos inquietas? Yo en cambio no pensaba mucho en tu figura, solo en las cartas que me escribías, qué me dirías esta vez, qué me contarías. Era lo único que para mí tenía valor. Fueron muchas las cartas, fue mucho el tiempo, ¿cuánto? No sé. No importa. ¿Qué tiene que ver el tiempo? Nada. Lo importante es la carta, la palabra, la sonrisa que escondía, los secretos… Estaba un poco perdida, porque llegó un momento que el cartero no llegó. Unos días, algunos más. Pensé que estarías enfermo, que no podrías salir. Entonces te escribí, te pregunté. No recibí respuesta. Me preocupé y no supe que hacer. Me faltaba la carta, la ansiedad por recibirla se hizo mayor. Iba a salir hacia la biblioteca, un tibio sol al abrir la puerta, me encontré con un brazo extendido que estaba a punto de tocar el timbre. Hola, dijiste. Hola, dije. Mercedes? – preguntaste dudoso Si- respondí. Soy Raúl. Si. Te reconocí. Vestías de gris con algo blanco y algo negro, eras como te imaginé. Un tenue rayo de luz daba brillo a tu rubio rojizo cabello. La sonrisa iluminaba tu cara. Si, eras como te imaginé. Nos mirábamos, sin palabras, sin acciones. Te invité a acompañarme a la biblioteca. Mientras caminábamos en silencio me pregunté muchas veces ¿por qué viniste? Raúl, por qué viniste? Enseguida descubrí la respuesta, viniste a matar mi ansiedad por tus cartas, a destruir las expectativas, el misterio, el suspenso. Viniste a arruinar las palabras que nos unían y nos diferenciaban, las que nos decíamos sin saber para qué. Por qué Raúl, por qué. Los días ya no serían los mismos. La espera no tendría sentido. Caminábamos, sin hablar, sin miradas, sin anécdotas, sin descripciones. Nada quedaba por descubrir, tu presencia hizo invisible el mundo. Todo estaba perdido. ¿Por qué tuviste que venir? Por qué?
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Trina Leé de Hidalgo Escritor activo
Cantidad de envíos : 1838 Fecha de nacimiento : 07/09/1945 Edad : 79 Localización : Araure Estado Portuguesa Fecha de inscripción : 12/05/2012
| Tema: Re: La carta Jue Ene 08, 2015 2:19 am | |
| Amiga escribes bello, te felicito. En este post, describes la curiosidad que encierra el recibir cartas, la ansiedad que conforma el esperarlas y la dececpión de su interrupción al descubrir y conocer al autor de las mismas, señal definitiva de que ya no las recibirías mas. Un placer leerte,cariños | |
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