JUEGOS TRADICIONALES EN VENEZUELA

El juego es el centro de atracción de los infantes, donde quiera que se encuentren, con la diversidad que existe de ellos a nivel mundial y que forman parte de las tradiciones. Dicen que cuando un niño no juega, es porque està enfermo.
En mi desempeño como docente, la fuente de motivación era el juego, especialmente, cuando me  asignaban los primeros grados de la Educaciòn Bàsica. Formaba Centros de Estudio como parte integral de la ambientación del aula y recogíamos, en divertidas excursiones, veradas para hacer papagayos, paraparas y peonìas, para jugar metras, hacer collares poniendo en pràctica  la destreza motriz, tapas de refrescos  y con ellas, los varones jugaban chapita, aparte de otros juegos populares que existen,  como Doñana, alelimòn, la cebolla, el àngel bueno y el àngel malo, otros. Tambièn se trazaban cuadros en el piso para jugar la semana, o se brincaba la cuerda y que decir de las muñecas de trapo, que incluso, las confeccionábamos con ayuda de los madres representantes. Son experiencias maravillosas que llegan a mi mente, después de tantos años de jubilada y de las cuales guardo un repertorio de poemas alusivos a esta temática  y algunas fotos ya amarillentas por el paso del tiempo, especialmente, de los bautizos que le hacíamos a las muñecas. Me encantaban las negritas con su turbante en la cabeza, todavía las confecciono.

 



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En un pueblito de Venezuela llamado Araure, en pleno corazón del llano, donde hace mucho calor, se encuentran tres vecinitos que la vida ha juntado en un mismo barrio, aunque son de diferente procedencia. Sus padres, por diversas circunstancias se han residenciado allì.
Lucìa es una niña preciosa, catirita, alegre, comunicativa, inteligente, que llegó de Estados Unidos porque su padre trabaja en  una  compañía petrolera.
Marisol, cuyo nombre hace contraste con su color oscuro, hermoso también porque le brinda caracterìsticas peculiares y atractivas, vino de Barlovento, como dice la canción, tierra ardiente y del tambor, en mi país, es decir, es criollita, mas bien callada y tìmida, como decía mi madre: hay que sacarle las palabras con cuchara, aunque en su ambiente y con sus amistades, no lo parece.
Joaquìn, vino de Chile en busca de unos familiares residenciados aquí hace muchísimos años, sus padres tratan de buscar mejores oportunidades en procura de una vida mas digna.
La casa de Lucìa es la mas grande y cómoda, con un patio lleno de jardines y sitios apropiados para jugar, sin correr ningún peligro. Allì se reúnen los tres y se llevan sus juguetes. Ella posee casas de muñecas que entretienen tanto y despiertan la fantasìa, con todos sus accesorios, estanterías para colocarlas, coches para pasearlas, incluyendo las de celuloide, si hasta tiene colección de barbys!
Marisol, intercambia con ella los diversos juegos., aunque siendo la mas pobre, es poco lo que tiene para prestar. Igual que Joaquìn que se esconde entre las plantas para disparar sus armas.
De pronto, entablan una conversación:

LUCÌA: oye amiguita, porquè tus muñecas son de trapo?

MARISOL: porque esas me las hace mi mami de retazos de tela que le regalan, hasta mi abuelita se pone ayudarla. Mejor dicho, todas las negritas que tengo las hace mi abuela con mucho amor.

LUCÌA: pero esas muñecas no se parecen a las mias que son mas finas y caras.

MARISOL: no, tal vez, las tuyas sean mas bonitas porque ustedes pueden comprarlas, nosotros no porque somos pobres, pero para mi, tienen mucho valor porque son hechas con las manos de mi madre que le pone tanto amor y ganas cuando las hace y se entretiene armándoles  los vestidos, colocándole el pelo, el sombrero o pañoleta, a mi me gusta estar cerca de ella cuando las cose, yo le ayudo a rellenarlas, cuando no hay algodón, con las mismas tiritas que van sobrando y esos ojos, nariz y boca bordados, las hacen ver mas bonitas.

LUCÌA: yo no se, pero a mi no me gustan, no las puedes comparar con las mias que son finas.

MARISOL: pues a mi si me gustan y soy feliz con ellas, mi abuelita dice que forman parte de nuestra tradición y que evitan .. como es que dice ella?, ah si! el consumismo!, aunque en verdad, no se bien que quiere decir, lo de tradición si, porque eso me lo enseñaron en la escuela, cuando nos preparan para los actos culturales con bailes y canciones, como por ejemplo, ahorita que estamos ensayando los aguinaldos.

LUCÌA: y dònde està Joaquìn?

MARISOL: brincando entre los materos, haciendo que mata iguanas, jajajajajaja, fìjate, a el, le compran puros juguetes de armas. A mi hermanito le compran rompecabezas, a veces, se los hace mi papi, con dos làminas iguales, una la pega sobre cartulina y la pica en pedazos y la otra la pica igual, para cazar las figuras, mi papà también hace patinetas con madera y ruedas de rolinera, y perinolas con una lata pequeña de sardina, un palito y un pedazo de cabulla, los cometas como los llamas tu, nosotros le decimos papagayo,  con papel de seda y larga cola de tiras, los gurrufìos que silban, los hace con chapas aplastadas con una piedra y le perfora en el centro con un clavo, entonces, le queda un huequito y por ahì pasan una cabulla doble y se hala por los dos lados, a mi me gusta como suena cuando coge fuerza, zui za zui za, ajjajajajajaajaj


En eso pasa JOAQUÌN persiguiendo un enemigo invisible y disparándole, PUM, PUM, PUM, Y LES GRITA: AGÀCHENSE QUE LAS MATO!...

LUCÌA: jajajajajaajja, me asustaste. Joaquìn!.

MARISOL: No juegue, en vez de buscar metras o trompos, le voy a decir a mi papi que lo enseñe a hacer carritos con latas de leche o botellas vacìas de refrescos, quedan tan bonitos!, mi maestra dice que asì ayudamos al reciclaje y a cuidar el ambiente.
Vuelve a pasar Joaquìn , en una sola carrera y haciendo zigzag: pum, pum pum,ya lo tengoooooooooooo
MARISOL: Ay no mijo! Està mas sudado que una tapa de olla, ve a ver si vas cambiando esos juguetes, mi mamà dice que son malos porque incitan a la violencia, igual que las guerras son malas y en ellas solo se ven pistolas y cañones, y granadas que explotan: pum, pum. Y eso mata mucha gente.

LUCÌA detalla la muñeca negra de MARISOL y le afirma: sabes?, le voy a decir a tu abuelita que me haga una igualita a esta, la verdad que son muy originales.

En eso, se acerca la madre de MARISOL y la llama: Marisoooollllllll, ven a bañarte, ya es tarde! A lavarse las orejas  y se va refunfuñando: no juegue! Otra vez!.
Se termina el juego y calabaza, cada quien para su casa!


ORIGINAL TRINA LEÈ DE HIDALGO