El árbol gemía en la oscuridad de la noche. Le preguntó el búho:
- ¿Por qué estás tan triste?
Árbol. – Por la cantidad de amigos que ayer murieron quemados.
Búho. – Oye, verdad ¡tremendo incendio!
Árbol. – Sí, tantos años que duramos para desarrollarnos y todo se acaba en un instante.
Búho. – Por eso es que yo le tengo tanto miedo al verano, porque produce sequía.
Árbol. – Yo le tengo más miedo al hombre ¡porque es tan inconsciente!
Búho. – Si, parece que no entendiera que si se mueren todos los árboles, también él morirá por falta de oxígeno, es decir, aire puro.
Árbol. – La naturaleza es tan milagrosa, pero el hombre no la aprecia.
Búho. – Los ríos son protegidos por los árboles que están a su alrededor. Si los podan, el calor y el sol, absorben las aguas y los ríos se secan, se convierten en culebras fantasmales.
Árbol. – Si y entonces se produce la sequía, en las casas no hay agua, ni riego en las siembras, ni suficiente energía eléctrica.
Búho.- ¿Sabes? ¡También me da mucha lástima con la cantidad de animales que se mueren! Si, a mi papá búho, le encanta ir de excursión, acostarse en un árbol frondoso para admirar su belleza, disfrutar su sombra y oír el trino de los pajaritos que allí tienen sus nidos.
Árbol.- ¡Qué cosa más hermosa! La mamá de Juanito, un niño que vive cerca de aquí, trae una bolsa grande y una paleta para recoger la tierra negra que se amontona a mis pies. Ella dice que las hojas y palitos que caen de las ramas se pudren y se convierten en un buen abono para las plantas del jardín.
Búho.- ¿No te has asomado a la escuela que está aquí enfrente?
Árbol.- ¡No!
Búho. – Desde aquí se oyen las explicaciones de la maestra. Ella dice que el mes de mayo es el más hermoso del año porque se dedica a la Virgen, a la Cruz, al árbol, la conservación de los recursos naturales y los emblemas naturales que son la Orquídea, el Turpial y el Araguaney.
Árbol. – Entonces la Orquídea, el Turpial y el Araguaney, son como los reyes de este mes. ¡Si! ¡Cómo me gustaría que en una de sus ramas hiciera su nidito un turpial y en otra, se adhiriera una Orquídea y que a mi lado, tuviera como vecino un Araguaney! ¡Es que es tan bello! ¡Cuando está todo floreado parece un rayo de sol!
Búho.- si, en el patio de mi amiguito Pedro, hay uno y el suelo se pone como una alfombra, amarillita ¡Y oye, vale! ¡La maestra canta precioso! Ya me estoy aprendiendo varios himnos: En el patio, en el patio de mi casa, tengo yo, tengo yo un Araguaney, Que en todas las primaveras, se engalana como un rey….
Árbol. – Pedrito canta uno que dice: al árbol debemos solícito amor, jamás olvidemos que es obra de Dios…
Búho. – Bueno mano, te voy a dejar, porque mamá me mandó a dar un recado y me estoy tardando mucho, después se va a preocupar si no llego en el tiempo que ella calcula la demora de la diligencia.
Árbol. – Okey, amigo, después seguimos hablando ¡Gracias por entretenerme y alejar de mí, la tristeza!
Fin
TRINA LEÈ DE HIDALGO