Cómo proceder?

La violencia, una vez desatada en irrefrenable y enajenado descomedimiento, tiende a disminuir, el consejo a escoger en estas penosas irrupciones es ponerse a resguardo lo más alejadamente posible minimizando así los inevitables daños; hay momentos para la intermediadora diplomacia y momentos para dar un prudente paso... a un lado. El fuego de la ira construye su propia e incinerada senda que le lleva siempre a un mismo fin: al de su propia extinción.



Adanhiel.

Como todo fuego, se extingue consumido que haya todo el oxígeno.

Siempre entiendo que por sobre todas las cosas, y no son ajenas a éstas, la violencia ni la intermediadora diplomacia; Lo que vale, es la intención.

La intención prima por sobre todos los actos, justificándolos, sean estos violentos o no. Como sean. Luego, todo tiene un tiempo bajo el Sol.

Detesto la violencia, en cambio hay situaciones que emocionalmente me obligan a ejercerla. Pareciera una gran contradicción.

Así mismo, cuando la violencia no emana de mi, soy partidario de lo que tu dices y pongo en práctica ese mismo proceder.

Humanos somos.

Un abrazo. (Mira que con tantos abrazos... ¡¡¡Cómo nos van a quedar los brazos.!!! Jajaja)

Cuando hablo de ese paso a un lado incluyo a la violencia que parte de nuestro interior, esa es la disciplina más complicada, si la dominamos la exógena nunca nos cogerá desprevenidos ni turbará nuestra serenidad, allá estemos inmersos en la más cruenta de las confrontaciones.

No, amigo Ricardo, no hay justificación para la violencia, ni la vindicativa hasta ni la planteada en defensa propia, si me apuras; sí hay pretexto, empero, cuando nuestra voluntad falla en un momento dado, pero para eso existe el propósito de enmienda.

O somos pacíficos o no lo somos, no hay vuelta de hoja ni ambigüedad que valga, como no hay razón para la sinrazón.

No siempre íbamos a estar en absoluto acuerdo ¿verdad? Sería hasta algo tedioso y todo.

¡Caray! es cierto que siento los brazos algo embotados... un abrazzzz.... no pueeeedo.

... y se me hace que el tema da para debate.

Si me fastidian demasiado y no dejan de hacerlo. ¿Cuál sería el paso al costado? Vayamos a la práctica en este Mundo, no en el ideal. Te pisan el pie cuando pisas la acera, te lo vuelven a pisar en el colectivo, luego en el trabajo te lo pisa tu jefe. Igualmente lo mismo te ocurre con los impuestos, la salud, la seguridad, la educación. Te lo pisan los políticos, los curas y los militares. Ahh... olvidaba, la familia, cual broche de oro, luego viene y te lo vuelve a pisar. Cuando no tengas "diclofenac" disponible para aliviar la inflamación. No se tu, pero yo reaccionaría de una manera un tanto violenta. Y creo que hasta natural y justificadamente. De lo contrario, entiendo que tendría vocación de faquir. Aclaro: por supuesto no saldría a matar o golpear a nadie, pero ciertamente mi reacción sería violenta.

Alguien dirá: Hombre... pues los pisotones por ley no han de ser tantos. (Evocando a Almafuerte en eso de las caídas) Yo le respondo: Pues si señor, por sentencia han de ser tantos y muchos mas.

Y digo por sentencia, por que hay cientos de pueblos que están sentenciados a ser pisoteados a perpetuidad. Me refiero a lo que se denomina tercer mundo (que no se si los habrá del segundo, pero que del primero, aunque pocos, sí los hay), pueblos pisoteados desde sus orígenes, sin capacidad de reacción, pues los han debilitado hasta los tuétanos.

Pregunto: ¿Es justificada una reacción violenta, ante la violenta presión que ejercen el hambre, la justicia hecha a medida de los poderosos (el padre de todos los males), la mentira y la lista es interminable y conocida por todos? Para mi la respuesta es: Si. Y no creo estar hablando de la razón de la sinrazón, aunque se me reproche el intentar apagar el fuego con nafta. ¿Es justificada la reacción violenta de algún Indignado, cuando antes han violentando con absoluta diplomacia sus derechos y sus sacrificios de generación en generación, dejándolos en pelotas y tirados al medio de la calle? Para mi la respuesta es: Si.

A éstos diplomados y diplomáticos señores, por mis pagos les llamamos "ladrones de guantes blancos" Y nunca van presos... que va. Que encima se condecoran entre ellos.

No hago apología de la violencia, sólo la abordo desde el punto de vista de "la violencia como reacción". No se si estamos en enriquecedora situación de disenso, querido amigo Adanhiel, o nos referimos a cosas distintas.

Sea lo que sea, se verá en el transcurrir del tema. Que por lo bien que me imagino no me dejarás, ni lo quiero, con esta ultima palabra.

Abrazote. (no abrasivo)

Entiendo y comparto sobremanera la JUSTIFICADÍSIMA indignación que te provoca la injusticia a nivel general, socialmente, y en el particular la ensañadora cotidianidad donde aparecen partidarios de la violencia en todas sus abyectas formas, que son bastantes más de las presumibles a primera vista... doy fe de ello. No obstante la solución no pasa por combatir el fuego con el fuego; nuestra reacción instintiva ante la amenaza (dirigida a nosotros o a los demás) pasa de esa plausible indignación a la vindicativa agresividad en un santiamén y hemos de corregir esa "inevitabilidad" refleja sin otorgarla el refrendo de nuestra voluntad, de nuestra disposición interior. Gandhi y su ejemplo, creo que es un referente muy adecuado al que acudir en estos casos.

La desesperación nos puede inducir a adoptar una postura violenta, de acuerdo, lo grave sería que se estableciera permanentemente en nuestras pautas de conducta, en nuestros propios valores, y créeme cuando te digo que, como todo ponzoñoso mal, acostumbra a hacerlo allá encuentre un resquicio por el que infiltrarse... y suele hallarlo, para nuestra desgracia.

El camino es alzar la voz, concienciarnos a nosotros mismos, concienciar a los demás, evidenciar al mal que, por supuesto, tratará de ahogar esa voz que nace y se expande por vías que ni la maldad puede cortar; el hombre muere, el mensaje permanece: es escrito por y dedicado a las víctimas y los sufrientes habidos y por haber. Podemos elegir, a título individual, romper ese círculo vicioso dando particular ejemplo con nuestra determinada conducta... ¿El mundo quiere seguir instalado en la injusticia? Pueda ser; ¿hasta cuándo? No por siempre, incluso desde un punto de vista egotista, resultaría contraproducente. Si hemos de saltar a la arena del circo Romano para que se nos coman los leones hagámoslo, pero dignamente, sin incluir entre nuestros más sagrados principios la violencia ni a sus demás nefandas hermanas.

Irnos o permanecer, mas siendo fieles a la blanca conciencia, y en ésta sí hay cabida para la indignación provocada por tantos y tantos monstruos disfrazados de personas, por supuesto, pero no para el rencor que éstos provocan entusiasmadamente para transformarnos en lo que ellos son... ahí está la verdadera lucha, la auténtica "cruzada": en nuestro interior.

Una canción de Victor Manuel reza: "No hay mejor defensa que bajar los brazos"; a muchos les sonará a postura de blandos y de cobardes... Entonces el mismo Cristo y aquellos que siguieron su ejemplo lo fueron. ¿Tal paradigma no es, cuando menos, sintomático de la circundante realidad que lleva a una buena persona como tú a plantearse la violencia, bien sea como respuesta, bien sea como principio?

Sin querer hemos compuesto un debate en incorrespondiente lugar, somos unos anti-sistema ja,ja,ja...

¿Cómo era aquello...? Ah, sí, ¡ABRAZO AL CANTO!

¿Qué si no encajamos en el sistema? ¡ENHORABUENA! Señal de buena salud mental, querido amigo... Señal de que tenemos la cabecita y el corazón muy levemente contaminados.

Créeme que mientras escribía, lo que con sabiduría has alumbrado, no paraban de pasar por mi, las imágenes de Gandhi y Jesucristo. Mas, al tiempo que escribía, justificaba lo vertido, en que no era yo precisamente quien tuviese que guardar la obligación ética de volar a la misma altura de ellos. No en igualarlos, pero sí al menos en intentarlo. Ahora me haces ver, que está en quien quiera, apreciar sus legados y esforzarse en proseguir el camino, por ellos sabiamente señalado y tomar la antorcha que finalmente, habrá de iluminar a este Mundo.

Cierto es, hermano: ¡Cuánto me alejo! De lo que, según pasan los años, debiera acercarme cada día más. Como cierto es; Que la edad cronológica, inesperablemente, nada tiene que ver con la sabiduría.

Pues entonces, sin renegar de lo que he escrito, habremos de tomarlo como merecida catarsis, ante la aplastante cotidianidad que nos toca vivir. ¿Estamos de acuerdo?

Espero que nooo... Porque esto de andar coincidiendo tanto contigo, va a terminar por ponerme violento.!!! Jajajaj....

¡ABRAZO AL CANTO!

!Así se habla cheeeeeeeee.....¡ No podías por menos que llegar a ese nivel introspectivo, y aunque te parezca que no lo has hecho tú solito ¡que va!, quizá solamente precisabas de un pequeño estímulo, de un refrendo de tu propio y magnificente espíritu, que ese estímulo parta de mí o de otra persona o situación es cuestión hasta irrelevante; cuando Dios habla ¿por qué nos obsesionamos con el nombre del cartero? ¿yo? ¿tú? ¿el Espíritu Santo? EEEpa, ese último, en cierta manera, es el compendio de las dos primeras cuestiones anteriores , ¿no?

A ese tipo de arrebato, de" violencia catársica" no le diría yo que no...ja,ja,ja...

¡ABRAZO AL CANTO Y CANTO "RODAO"!