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| CAMINO HACIA LA MUERTE | |
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silenciotardío Escritor activo
Cantidad de envíos : 110 Fecha de nacimiento : 22/12/1991 Edad : 32 Localización : Concepción, Chile Fecha de inscripción : 23/03/2013
| Tema: CAMINO HACIA LA MUERTE Jue Abr 04, 2013 3:20 pm | |
| La noche se tornaba fría y nubosa, mientras los arboles susurraban y se despedían de ella; la obscuridad envolvía los ambientes y se paseaba sigilosa entre los muebles de mi habitación, sentí su beso en mi mejilla, tan cálido, tan distante y fugaz, que me hizo despertar de un salto de mi sueño inducido y llamar su nombre entre sollozos. Tomé un chal que había sobre una silla junto a mi cama y lo envolví en mis hombros, caminé vacilante, llena de sentimientos y abandonada a mi suerte. Mi corazón sonaba como un tambor y su sonido rebotaba en las paredes, mis manos sudaban frías, tocadas por la desesperación; el terror recorría mi cuerpo y lo hacía presa de su incertidumbre. Mis manos resbalaban por la barandilla de la escalera y mis pies se enredaban entre sí; bajé lentamente, mientras la gente me miraba con lástima, con una mueca que les desfiguraba el rostro, pensé que todo era parte de un sueño. Sentí el abrazo fuerte de alguien que me desesperaba, que me hacía recordar que aquello no era un sueño, que era ella; con mis manos hice a un lado a quien me estaba abrazando y me dirigí hacia ella, con la vista clavada en la nada, perdida en su imagen cada vez más borrosa, la gente se lamentaba entre murmullos y sórdidos gritos ahogados, solamente veía sus figuras descuadradas y sin forma en la habitación, mas sus rostros se perdían entre mis lágrimas. toqué la fría madera de roble trabajado en sus detalles cincelados por algún extraño para ella, su textura suave y perfumada por la muerte; me acerqué aún más y le miré ahí… tranquila y serena, con sus cabellos color plata tendidos en la blanca seda, sus labios violáceos, su piel clara por la nieve del ocaso y sus ojos cerrados tal como si el soplo de la vida aún estuviera en ella, mientras no dejaba de repetir en voz baja .por qué me dejaste, por que te fuiste, me dejaste sola, tú me prometiste que no, tu me lo prometiste…- mi alma se destrozaba y se desarmaba en llanto. Mis ojos no podían creer que ella ya se iba, que su viaje era ya sin retorno, que ya no volvería a verla jamás. Mis manos rozaban con fuerza el frío cristal, que reflejaba su rostro y su traje azul piedra, ahora era el quien me separaba de ella, de su calor, de su amor y de su bondad; parecía que las marcas del sufrimiento habían desaparecido, descansaba en el sueño más profundo y me dejaba sumida en el dolor inmortal. las horas pasaban y pasaban sin detenerse, sin siquiera darme la oportunidad de estar con ella una noche más o tan sólo un segundo, me dolía el pecho, mi alma no resistía más y seguía llorando como nunca antes lo había hecho. Me senté en el piso, a los pies de su féretro, para custodiar su viaje y cumplir de alguna forma, mi promesa con dignidad, nadie se dio cuenta que yo lloraba, nadie se dio cuenta de lo mucho que sufría. La gente se había ido en el transcurrir de la noche, pero yo seguía allí, con ella hasta el último momento y ella jamás me abandonó, sentí su presencia entre las flores durante la noche. El amanecer fue mucho más solitario que de costumbre, los pájaros trinaban a lo lejos y el bullicio de la mañana llegó aún más tarde que de costumbre, parece que el día había perdido su razón de ser, que nada de ahí en adelante sería lo mismo, o por lo menos para mi no lo sería. Las horas pasaron aun más rápido y la gente se agolpaba en las puertas para despedirla y contemplarla por última vez; mucha gente me abrazaba y otras me miraban de forma despiadada, pero no recuerdo sus rostros, sólo recuerdo sus palabras perdidas en parte en el olvido y otras aún latentes en lo más profundo de mí ser. Eran las 4 y media de la tarde, el sol iluminaba hasta el más recóndito de los lugares, más no mi mente y mi corazón que aún estaban sumergidos en la umbra. La mujer junto a ella que le rezaba, hacía que los rezos fueran más intensos a medida que se acercaba la hora de llevarla a la iglesia, eran cada vez más y más fuertes, sus voces resonaban en casi gritos histéricos, ella me miraba a los ojos como diciendo, esto es lo mejor que puedo hacer por ella, lo cual agradecí con un gesto de mirada. Había llegado la hora de llevarla del burdel, las puertas y ventanas fueron abiertas de par en par, la multitud se acercaba para verla, todo era un caos, amigos y familiares sacaron las flores primero hacía la carroza fúnebre; luego, tome las azas del ataúd con otras personas, y le escolte en una marcha dolorosa y sin fin hasta la carroza, de pulcro negro la gente guardaba luto por ella, nadie más que ella merecía la mayor tristeza por su partida. Mi corazón latía con fuerza, era como si se me fuera a arrancar del pecho; mi mejor amiga me tomó del brazo y me acompaño en la marcha fúnebre hasta la iglesia. Los pasos se volvían lentos y pesados, miraba en el vidrio para contemplarle, pero sólo podía ver mi rostro demacrado, tras las gafas obscuras que ocultaban las lágrimas insipientes. Al llegar a la iglesia, un montón de lienzos y plumajes negros adornaban la entrada; ahora tenía nuevamente entre mis dedos las azas que le contenían y marché con ella hasta ponerla frente al altar de mármol y flores dispuesto para ella. El padre Carrizo me abrazó y susurró en mi oído la palabra de un dios que perecía en su fe, más no hice caso a sus palabras llenas de sentimientos, mi mente vagaba en los recuerdos más lejanos. Me senté en el último asiento de la iglesia, junto al confesionario y escuché las palabras que el padre dedicaba con melancolía a su mejor amiga; la reverenda madre de un convento lejano vino a cantarle los cánticos más dulces y sentimentales, las voces se hacían más y más fuertes, se alzaban sin control y las melodías se hacían más obscuras y el registro se volvía mas grave y doloroso. Las lágrimas brotaron en los ojos de todos, cuando la reverenda madre cantó la canción que más le gustaba a ella y creó el momento más crítico de la ceremonia. Cuando le pedí al padre que nadie hablara por ella, por que no necesitaba que se le recuerde, de otra forma de la que en realidad fue, vi en sus ojos la comprensión y supe que ella estaría feliz con ello. Eran casi las 6 de la tarde, cuando el padre descendió las escalinatas y se posó frente a ella y le dio su bendición desde todos los ángulos posibles y pidió respeto por su memoria y un segundo de silencio por cada año de su vida, que luego fue cantado el adiós por la madre Madeleine Kuhn. Al terminar el silencio, las miradas se cruzaron entre los feligreses, mientras caminaba hacía ella, posé una rosa azul sobre el vidrio y cerré la cubierta. Nadie más la pudo ver otra vez, la marcha fue aun más triste y más aglomerada, la gente ocupaba cuadras y cuadras en el camino hacia la muerte. Cuando llegamos al cementerio, miré a mi alrededor, no entraba hace tanto tiempo, que casi no recordaba lo lúgubre que era, caminamos hacia la izquierda y luego giramos a la derecha y nuevamente a la izquierda, la quinta cruz era la de ella de derecha a izquierda, la gente comenzó a cantar y rezar con soberbia y sopor; el sol comenzaba a ocultarse, sentí los gritos y la desesperación, mire con consternación la gente que caía desmayada y supe lo mucho que la extrañarían. Los sepultureros comenzaron a descender el féretro, mientras llovían flores y pequeñas gotas provenientes del cielo entristecido, la gente se fue en cuanto quedo cubierta y comenzó a llover con más fuerza, quedé sola parada frente a su tumba, con un sollozo en la garganta y las pupilas dilatadas después de tanto aguantar el llanto, le miré un instante y mi alma se quebró de nuevo y lloré un río, caí de rodillas frente a ella y golpee la tierra, mientras mis lágrimas se fundían con la lluvia y mi dolor se hacía cada vez más grande, grite tan fuerte que sentí que mi corazón me saldría por la boca, no podía respirar, no sentía mi cuerpo y mi cabeza sentía un dolor punzante, que no me permitía pensar ni reaccionar, mi cuerpo se mandaba solo; un sonido gutural salió de lo mas profundo de mis entrañas y me recosté sobre la tierra mojada, sentía como me abrazaba húmeda y entrañable, quise que me llevara con ella y me sumergiera en su santuario, escuché su voz que me llamaba y me decía lo sola que estaba, que quería que estuviera con ella, trate de desgarrar la tierra con mis manos y poder alcanzarle, pero mi conciencia me detuvo y me cobije con un manto de tierra roído. No sé cuanto tiempo paso, solo estaba ahí, tirada en la tierra como un bebé llorando y gimiendo, mientras la lluvia me empapaba y trataba de aliviar todo lo que sentía, no podía levantarme del piso. Pasado el tiempo, no recuerdo quién me recogió de allí y me levantó a duras penas, me afirmo con sus brazos y me llevó hasta la salida del camposanto, mientras mi mente caía cada vez más profundo en el laberinto de la locura, sentía mi cuerpo pesado, no sé si por la lluvia o por la tierra de mi vestido. Caminamos y caminamos mucho tiempo, no sé cuanto por que estaba perdida en tiempo y espacio. Sé que cuando llegamos, me duchó y me acostó en una cama que no recordaba. Era alrededor de media noche y desperté de mi somnolencia, miré a mi alrededor y en un rincón la vi, vi a mi Madame mirándome con dulzura, se acercó y tomo mis manos, no podía dejar de mirarle y sentir sus manos suaves y cálidas, nuestras miradas se conectaron y me dijo que jamás me abandonaría y que siempre estaría cuidándome, ella estaba ahí, hablándome, sintiendo el toque de sus manos una vez más, la vi alejarse y perderse al cruzar el umbral de la habitación, mi cuerpo cayó en la inconsciencia total, no sentía más que su llamado en mi cabeza y su imagen custodiarme en la obscuridad de la noche.
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| | | Laura Masvidal Escritor activo
Cantidad de envíos : 81 Fecha de nacimiento : 20/02/1990 Edad : 34 Localización : Barcelona, Catalunya (España) Fecha de inscripción : 31/03/2013
| Tema: Re: CAMINO HACIA LA MUERTE Vie Abr 05, 2013 8:42 am | |
| Una mezcla de romanticismo y gótico causa su efecto en tu narración llevada con buen pulso pero excesivamente detallista, lo que la hace algo cansina. Buenas imágenes en el umbral de la realidad y el delirio. | |
| | | Jaime Olate Escritor activo
Cantidad de envíos : 2341 Fecha de nacimiento : 17/01/1941 Edad : 83 Localización : Santiago de Chile Fecha de inscripción : 01/08/2008
RECONOCIMIENTOS Mención: -Escritor con textos DESTACADOS Mención: Lobo ,El Detective. Texto EXCEPCIONAL Premios: 1ºLugar Concurso "Ecología" parte Textos, Octubre de 2010
| Tema: Re: CAMINO HACIA LA MUERTE Vie Abr 05, 2013 1:34 pm | |
| Joven amigo, Silenciotardío. Estupenda narración para una novela, pero no para un cuento (supongo que se trata de uno). Me adhiero al sabio comentario de nuestra amiga Laura, el texto es demasiado detallista. Paciencia, todos comenzamos jóvenes, yo a los 13 años y hoy que tengo 72, sigo aprendiendo. El cuento debe ser escrito (valga la similitud) como una pintura impresionista, es decir con frases cortas que incluyan palabras que digan mucho. Saludos Jaime | |
| | | silenciotardío Escritor activo
Cantidad de envíos : 110 Fecha de nacimiento : 22/12/1991 Edad : 32 Localización : Concepción, Chile Fecha de inscripción : 23/03/2013
| Tema: Re: CAMINO HACIA LA MUERTE Vie Abr 05, 2013 6:37 pm | |
| - Jaime Olate escribió:
- Joven amigo, Silenciotardío. Estupenda narración para una novela, pero no para un cuento (supongo que se trata de uno).
Me adhiero al sabio comentario de nuestra amiga Laura, el texto es demasiado detallista. Paciencia, todos comenzamos jóvenes, yo a los 13 años y hoy que tengo 72, sigo aprendiendo. El cuento debe ser escrito (valga la similitud) como una pintura impresionista, es decir con frases cortas que incluyan palabras que digan mucho. Saludos Jaime en realidad es parte de una novela que estoy bosquejando aun, es fragmento, trataré de ser no tan detallista, y evocarme más a diálogos aunque me cuesta bastante hacerlo, lo he intentado, así que tomaré sus consejos y los acuñaré en algún cuento que escriba. agradezco muchísimo su consejo, espero nos encontremos a menudo por aquí. saludos fraternos | |
| | | silenciotardío Escritor activo
Cantidad de envíos : 110 Fecha de nacimiento : 22/12/1991 Edad : 32 Localización : Concepción, Chile Fecha de inscripción : 23/03/2013
| Tema: Re: CAMINO HACIA LA MUERTE Vie Abr 05, 2013 6:40 pm | |
| - Laura Masvidal escribió:
- Una mezcla de romanticismo y gótico causa su efecto en tu narración llevada con buen pulso pero excesivamente detallista, lo que la hace algo cansina. Buenas imágenes en el umbral de la realidad y el delirio.
muchas gracias por su comentario, trataré de no ser tan detallista, aunque como explique hace un momento, me resulta complejo, por que me encanta sumergirme en las emociones y lugares más que en los diálogos, pero realmente aprecio mucho tu comentario, sin duda me ayudará a futuro con algún otro relato. espero encontrarnos futuramente, saludos fraternos | |
| | | Jaime Olate Escritor activo
Cantidad de envíos : 2341 Fecha de nacimiento : 17/01/1941 Edad : 83 Localización : Santiago de Chile Fecha de inscripción : 01/08/2008
RECONOCIMIENTOS Mención: -Escritor con textos DESTACADOS Mención: Lobo ,El Detective. Texto EXCEPCIONAL Premios: 1ºLugar Concurso "Ecología" parte Textos, Octubre de 2010
| Tema: Re: CAMINO HACIA LA MUERTE Vie Abr 05, 2013 7:26 pm | |
| Amigo, escribí una novela ("La Posada de los Brujos") e hice lo mismo que tú: envié un FRAGMENTO, pero dejé claro que era tal. De modo que me retracto ahora al saber que el texto es parte de una novela. Como tal es necesario describir hasta detallar todo lo necesario la escena y, al tener conocimiento que es un texto largo, lo he leído otra vez y sí es muy bueno. Te ruego me disculpes al confudirlo con un cuento y no olvides la próxima vez aclarar que es un FRAGMENTO DE UNA NOVELA. Atte. Jaime | |
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| Tema: Re: CAMINO HACIA LA MUERTE | |
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