Más allá de tu partida +++DESTACADO MES DE ABRIL 2013+++

Había pasado un año de tu partida.Yo estudiaba Magisterio.Estaba en época de exámenes.Estudiábamos en grupo de a cuatro.Pasábamos todo el día reunidas ,leyendo, en mi casa o en casa de alguna compañera.Nos tomábamos algún descanso de media hora o un poquito más cuando alguna daba señales de cansancio,que se traducía en risas, interrupciones, alguna que otra manifestación de mal humor, teníamos que parar!Allí se comía, se bebía café, nos reíamos de cualquier tontería, para bajar tensiones, conversábamos de chicos(naturalmente), de modas, cantábamos, contábamos y compartíamos temores, ante tal o cual profesor o materia, todas éramos muy responsables y estudiosas y nadie quería dejar una materia para febrero y tener que pasarse las vacaciones pensando en que teníamos que volver a estudiar.Era la época en que estaba de moda el juego de la "copa".Toooodo el mundo jugaba para preguntar qué tema iba a salir, si iba a salvar o nó, y si el muchacho de turno nos iba a sacar a bailar el próximo sábado.Realmente, yo era bastanta descreída, me parecía una tontería perder el tiempo en esas "pavadas" y en mi interior, existía un poco de temor porque hablando con mi madre(católica ferviente y practicante, de las de antes), me había dicho que a los muertos hay que dejarlos en paz, además, decía, que el "juego" se prestaba para darle una oportunidad al diablo para meter la cola.
De todas mis compañeras, la única que había perdido al padre, era yo.Eso inspiraba respeto, además todas sabían, en qué circunstancias había sido y era tema delicado, porque yo empecé a darme cuenta de la magnitud de la pérdida y sus circunstancias, mucho más tarde de lo hechos, ya que al principio, lo sentía como una liberación.Tampoco comprendía por qué mi madre sufría tanto, si al final de cuentas, estaban separados.Más tarde, la vida se encargó de hacerme crecer, reflexionar, descubrir, muchas respuestas.En fin, ese día, por cansancio,o quién sabe qué, me convencieron para jugar.
Nos sentamos en el suelo, en cuclillas, formando un círculo, recortamos papelitos cuadraditos, todos iguales(hasta para eso éramos prolijas), escribimos una letra del abecedario en cada papel y los números del cero al nueve.Nos pusimos de acuerdo sobre qué íbamos a preguntar, en caso de que algún" espíritu" se presentara y eran las consabidas.Todas bromeábamos, nos reíamos con una risita nerviosa, hasta que al fin pudimos concentrarnos.Era nuestra primera experiencia!
Colocamos la copa en el piso, invertida y todos los papelitos alrededor, como dictaban las "reglas" del juego.Pusimos las cuatro, las manos encima de la copa, con un dedo extendido, sin tocarla, porque así nos asegurábamos de que nadie hiciera trampa, y nos aprestamos a invocar a algún espíritu que anduviera por ahí cerca y quisiera hacerle caso a estas estudiantes inexpertas y ansiosas por saber si salvaríamos al día siguiente o estábamos estudiando en vano. Empezamos a invocar al "espíritu" (sin nombre) que estuviera cerca, una por una, para ver qué pasaba.Nada.ya estábamos decepcionadas, cuando de pronto la copa empezó a moverse, primero lentamente, luego, corría, literalmente, que nos daba trabajo seguirla, porque cambiaba de dirección, y cuando encontraba una irregularidad en el suelo, por la unión de las baldosas, retrocedía y buscaba otro camino.Empezamos a reírnos nerviosamente, hasta que logramos controlarnos.La primera pregunta fue, por supuesto, si estaba de acuerdo en respondernos algunas preguntas y la copa se trasladó hasta formar el sí.Luego, venía la pregunta obligada, que me tocó a mí hacerla, -¿quién eres?- , la copa se movía rápidamente y nosotros, estupefactas.Comenzó a acercarse a cada letra sin dudas ni paradas, hasta que escribió:- soy papá-Allí se me heló la sangre y mis compañeras me miraron como diciendo, ¿seguimos o nó? Pero la curiosidad pudo más, y quisimos hacer una prueba, cada una fue retirando el dedo de encima de la copa y ella seguía moviéndose, cuando lo retiré yo, se detuvo.Allí mismo nos olvidamos de las preguntas triviales que teníamos en mente, y mis amigas me cedieron turno y me dijeron, -pregúntale lo que quieras-.Le pregunté si estaba en el cielo, me respondió que no.Luego, le dije, no sin temor a la respuesta, -¿en el infierno?, volvió a decirme que no.-¿dónde estás?- le pregunté.-No puedo decirtelo- respondió.-¿estás en paz?-le pregunté, y me escribió:-sí--Cómo sé que eres mi padre?- fue la siguiente.Y él dijo,- acordate de nuestra última conversación.-
Había una pregunta que me venía a la mente muy seguido, por el tipo de educación religiosa que me impartían, mi pensamiento me torturaba pensando en la condenación eterna de los suicidas, y veía a mi madre llorar y rezar por la salvación de su alma y eso me producía dolor, dudas, rebelión, porque si por un lado me hablaban de Dios como Padre y después me decían que un suicida, que tenía problemas sicológicos, era condenado a padecer eternamente, como que me resultaba contradictorio.Entonces, me animé, y le hice la pregunta que cambió mi vida para siempre, en muchos aspectos, y creo que me humanizó,:-¿ te perdonó Dios por lo que hiciste?- a lo que él respondió(juro por mi vida que nunca lo había oído ni leído), -setenta veces siete-Yo no entendía nada, pero el clima se estaba volviendo espeso.Mis compañeras ya no hablaban, ni se reían.La copa seguía corriendo.y yo preguntaba.Había llegado el momento del chico de turno, me casaré con fulano?-no- , será con mengano?- no-, y allí se produjo, por segunda vez, -te dije que será goyo-Allí se quedó quieta y no la pudimos hacer mover más.El color de mi rostro era bastante blanco, pero respiraba paz.Mis amigas hablaban como loros, todas a la vez, y me preguntaban si me sentía bien.Demás está decir, que ese día no estudiamos más.Todas quedamos shokeadas.Ni nos acordamos del examen por el que queríamos preguntar.Nunca más "jugamos" a la copa.Mis hijos, cuando eran adolescentes, me contaban que habían hecho sus experiencias,pero sin nigún resultado.Me invitaban a jugar, nunca accedí.Pero lo que martillaba mi mente en ese momento era la respuesta de -setenta veces siete-, no tenía ni idea de qué me había querido decir, y a mi madre no podía hablarle de lo que habíamos hecho y mucho menos preguntarle por esa frase.
Varios años más tarde, tomé coraje y le hablé a mi confesor, era de mi absoluta confianza, pastor de adolescentes, y cuando mucho, me ligaría un reto.Cuando le conté, me dijo que el número siete era un número bíblico, de profunda significación, muy relacionado a Jesús, además.Y me contó, que un día le preguntaron a Cristo, si el Pade no se cansaba de perdonar a los pecadores que reincidían tantas veces en el mismo u otros pecados(no me acuerdo de las palabras exactas)y que Jesús había respondido que el Padre perdonaba" setenta veces siete"Recién allí reaccioné, las lágrimas corrían por mi rostro, la mochila que llevaba cargando hacía años por ser la pobrecita hija de un suicida, se aflojó, aire puro llenó mis pulmones, volví de la iglesia, renacida.Por supuesto que el sacerdote me creyó, en ningún momento se me burló, me dijo que Dios elige caminos distintos para enseñar a cada hijo, pero que él me pedía, que no me prestara más a ese "juego", fue la primera vez que oí hablar de personas que sirven de antenas o canales, pero que también, lo podía ser para un espíritu maligno.Me pasó, hace casi cuarenta años, he descubierto en mí, facetas que no sabía que tenía.Selecciono y cultivo las mejores, es un camino difícil y lleno de incomprensión.Cuando viajé a Machupichu, recibí de un tercero, la confirmación de cosas que me inquietaban, sin pedirlo. No juego más a la copa, no sea que el diablo se tiente, y meta la cola, como decía mi madre.Y para los que estén pensando en que pudo haber sido telekinesis, les diré, que también se me pasó por la cabeza, pero nunca he podido mover un objeto con la mente.Creer o .....
Malisa

"Creer o reventar"... reza un dicho.
Y... "que las hay, las hay".

Bueno, tremenda experiencia, por lo menos todo salió bien
para tí y tus compañeras.
A otros no les ha ido muy bien con este juego.
Muchos no saben del peligro que entraña este juego porque se abren portales a los bajos planos o al mundo astral y, en realidad no podemos saber que tipos de entidades pueden aparecer para hacer contacto, no?

Una experiencia paranormal que me atrapó en su relato.
De eso se trata este foro.

Muy bueno el texto, más allá de la experiencia.

Un abrazo, Malisa!

La Ouija responde a la proclividad negativa o positiva de las personas convocantes, por eso no es recomendable para según quienes; si tu espíritu está mayormente liberado de maliciadoras impurezas no hay nada que temer... A ti te sirvió para ratificar que el alma de tu padre está en paz aportándote la misma; no obstante haces bien en respetar un medio del cual desconocemos sus amplias repercusiones y del que es mejor no abusar y NI MUCHO MENOS tomarse a la ligera.

Y como del más allá hablamos te diré que MÁS ALLÁ de tu interesantísima experiencia me ha resultado muy ameno el leete... lo que cuentas y cómo lo cuentas-

Besos y abrazos.

QUÉ ES Y EN QUÉ CONSISTE UN TABLERO DE OUIJA


Se trata de uno de los medios o instrumentos con que podemos establecer contacto con seres que se encuentran desencarnados. Está compuesto generalmente de un alfabeto con las letras dispuestas en círculo, así como de una disposición numérica más otras abreviaturas precisas a fin de que el espíritu o espíritus desencarnados en contacto puedan transmitirnos sus respuestas o señales.
Obviamente los seres de alta espiritualidad no suelen atender requisitorias de este tipo, pues los fallecidos tienen muchas cosas que hacer en el más allá y no satisfacer precisamente la curiosidad o meros pasatiempos de muchos de nosotros. Incluso podemos afirmar que, para tales seres, en los casos ordinarios, “volver” a atrás, es decir, atender a cuestiones de esta naturaleza, es retroceder en su camino espiritual, en su evolución como almas que han terminado aquí sus quehaceres de momento. No ocurre así con los desencarnados perversos, aquéllos que llevaron una vida construyendo desgracias y odios en este mundo y que, dado que la muerte no hace al criminal santo, se encuentran constantemente al acecho de espíritus de buena fe, clarividentes involuntarios, médiums para sesiones en trance o para materializaciones, almas negativas o débiles en general, a través de quienes están dispuestos en todo momento a aprovechar cualquier ocasión propicia para inocular en el ánimo de gentes incautas sus perversiones y engaños (fechorías de todo tipo, daños, homicidios, riñas, sexualidades improcedentes, etc). Hemos de saber que con el mero hecho de acercarse a un tablero de Ouija, ya estamos poniendo en evidencia una postura negativa previa para cualquier acontecimiento que pueda ocurrir. Quiere ello decir que nos predisponemos a entrar en un concierto de sucesos que no dominamos en absoluto (pues no sabemos con quien vamos a tratar ni tampoco los medios de defensa en su caso); antes al contrario, estaremos abriendo de par en par las puertas para que los criminales del otro mundo nos invadan y dispongan de nosotros. Así surgen las posesiones (obsesiones) con numerosísimos trastornos psicosomáticos e incluso, por repercusión, orgánicos de muy difícil o imposible reparación a veces.
Quien no lo sepa debe saber que, a tales actos, acuden por afinidad los denominados “cascarones” dejados atrás por dichas gentes pervertidas una vez han dejado atrás la fase purgatorial, verdaderos demonios que se alimentan de los vapores de los licores, del humo de los inciensos y de los dos éteres más bajos del ser humano. Estos son a los que Cristo se refería cuando los expulsó e hizo que entrasen en una piara de cerdos.
El asunto de Ouija es, como otros muchos que sabemos que existen pero que desconocemos realmente en qué consisten, extremadamente peligroso. Lo que debe recomendarse siempre es no asistir nunca a una sesión de este tipo ni a ninguna otra de naturaleza semejante. Decimos esto porque siempre habrá quien pueda decirse: “Bueno, yo sé lo que voy a hacer”; o “ a mí los muertos no pueden hacerme nada, yo no tengo miedo... ” Pura banalidad, pura ignorancia. Yo mismo he visto descomponerse a gente en mi presencia mientras hacía Ouija. Ser positivo en todo momento y no permitir jamás que nadie tuerza nuestra voluntad es un buen antídoto para no ser “usurpado” por ningún espíritu-control o espíritu-vampiro. Pero lo mejor, insistimos, es no acudir a tales actos ni en calidad de prueba ni mucho menos en calidad de pasatiempo. El mundo del deseo, el astral dicen otros, es un compendio grandioso de luz y color en el que se encuentran seres de grandiosa evolución; pero, en sus regiones inferiores, en las que tiene lugar la experiencia purgatorial, ahí es donde residen los seres más degradados de la tierra y los monstruos más horribles emanados por nuestros propios pensamientos y nuestros propios deseos. En ese nivel nos colocamos cuando nos acercamos a un tablero de Ouija y el peligro, por tanto, es enorme.

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Saludos para todos; un abrazo; eledendo

Malisa, mis felicitaciones por ser el destacado del mes
de Abril!!
Felicitaciones, amiga!