Adanhiel Escritor activo
Cantidad de envíos : 1188 Fecha de nacimiento : 06/09/1967 Edad : 57 Localización : Torrelavega (Cantabria) Fecha de inscripción : 22/01/2013
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| Tema: CUANDO EL RECELO NO ES MALICIOSO Miér Feb 06, 2013 9:27 am | |
| Somos desconfiados porque sentimos miedo a lo que el resto de personas que conforman nuestro reducido y patético entorno puedan escudriñar, irrespetuosa e indebidamente, en ciertos detalles personales poco recomendables, aspectos de los cuales podemos no sentirnos especialmente orgullosos; taras que, pensamos, serían sin duda, adulteradas, utilizadas en nuestro perjuicio por algún improvisado enemigo agazapado, esperando la ocasión para despojarse de un fingido ademán amigable asestando, "plácidamente", la zancadilla del inmundo, equiparable, tan sólo, al plausible yerro de la mal depositada confianza.
La previsora desconfianza resulta, pues, justificable, aunque sea un temor que, unido a otros (como es costumbre) forme, si no la dominamos, estableciendo ciertos lindes, interminables rosarios opresores en los cuales poder enredarnos, e incluso asfixiarnos, condenando a nuestro espíritu al más funesto de los ostracismos.
Miedos y temores rondan amenazadoramente nuestra existencia a cada paso dado, son demonios que no permiten el sereno camino hacia la luz, perturbando el sosiego, convirtiéndolo en DESASOSIEGO; comienza entonces el sufrimiento, agrio y santo ungüento que, bien reconducido, nos transforma en misericordiosos acreedores del don divino cuando, a pesar del daño recibido (proviniente de los demás y de uno mismo), el mal retrocede ante la reveladora y redentora desesperación.
Nadie es, pues, culpable del "pecado" de la suspicacia por el hecho de recelar (si no lo hace por sistema) ya que, en tal afán, se pretende tan sólo protegerse a uno mismo de la vil crudeza de quienes encuentran en tal reticencia una posible afrenta, maljuzgando prepotencia o aisladora indiferencia donde en absoluto las hay. ¡Ellos son los auténticos suspicaces!
Adanhiel. | |
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