CUANDO DESPERTE

Cuando desperté, alguien como yo estaba a mi lado. Sentado en la cama me miraba calmado como si fuese normal que yo estuviera conmigo.
Pegué un salto y me senté apoyando la espalda en el respaldo de la cama.

¡Mierda! … ¿Que carajo pasa… quien es usted… que hago yo allí, si estoy aquí.

- Tranquilo, puedo explicarlo todo, aunque será difícil que me creas y que lo entiendas.
La verdad es que podría decirte que soy el hermano gemelo que nunca supiste que tenias pero, te estaría mintiendo.

Me quede mirándolo, o mirándome (que se yo!!!)… tratando de recomponer la cabeza y clarificar todo lo que estaba viviendo.

Unos segundos más tarde continúo:

- Esto no suele suceder pero, la verdad es que sucedió

- ¿Que es lo que sucedió, por Dios? ¡Habla de una vez!

- ¡No sé cómo pasó!!! Pero, el caso es que yo soy tu yo de los sueños… De alguna manera salí de tu mente y aquí estoy.

- ¡Ah no!, ¡yo me estoy volviendo loco! dije en voz alta y casi a los gritos. Me refregué los ojos con la intención de que cuando los abriera mi otro yo hubiera desaparecido pero, no fue así. Estaba allí con esa cara de suficiente que dice mi mujer que pongo cuando tengo razón.
- No puedo creer lo que me dices, no lo entiendo

- Te lo dije…que no me creerías] …y que no lo entenderías… pero, vamos a tener que convivir con esta situación hasta que se arregle.

- ¡Que se arregle un cuerno!, yo no se que pasa pero, usted se va ahora mismo de esta casa y levántese de mi cama, que no cabemos los dos.

- Pedro, ya volví, ¿estas despierto, con quien hablas?

- ¡La puta madre! es mi mujer… ya volvió de las compras… y si esto yo no lo entiendo menos lo va a entender ella…Vaya a saber lo que piensa y el lío que va armar si lo ve. Métase debajo de la cama y quédese mudo y quieto.

- Tienes razón… si es como la que muestras en tus sueños, estamos jodidos. Mejor me escondo.

- No querida…No hablo con nadie, solo pienso en voz alta mi amor.

- Acuérdate que esta noche vamos a casa de mamá… vístete como una persona…y no como un zaparrastroso. No me hagas pasar vergüenza Pedro, te lo pido por favor.

- ¡Madre mía que mañanita esta! primero me encuentro con la sorpresa de que soy dos y ahora con que tengo que ir a la casa de la bruja.

- Bueno, vaya tranquilo mi amigo (me dijo el otro yo) que hay cosas peores …no se haga problema por pavadas.

En ese momento, se me ocurrió una brillante idea

- Escúcheme usted, yo, o como quiera que se llame. Se me ocurrió una idea que podría resarcirlo del lío que me trajo y a mí de un mal momento.

- Dígame… que no tengo otra cosa que hacer más que escucharlo atentamente.

- Esta noche usted se va con mi mujer a la casa de su Madre y yo me quedo aquí a ver la final de la liga de futbol.
Se pone el traje azul marino la corbata nueva y listo.

- Pero compadre, yo no tengo la menor idea de cómo comportarme con su mujer y su suegra.

- No se haga problema, solo diga que si a lo que le digan, no las contradiga en nada.
Y no se me achique, que las brujas son más malas en los sueños que en la realidad.

Mi otro yo se fue con mi mujer. Hace tiempo que viven juntos. Y yo de aquí en adelante no tendré más sueños pero, vivo una realidad de puta madre.

Excelenteee… una imaginación sorprendente.
Pero si hay algo que me gusta es cuando un trabajo me hace pensar más de lo que leo.
Y eso me produce tu texto…que haría yo si mi otro yo, estuviera delante de mí?
Se me ocurrieron miles de posibilidades… y la verdad, sería una excelente solución.

abrazoss intensos

jajaja Ricardo,uff,bueno no sé que estara pensando su otro yo de usted, supongo que eso de la venganza es dulce,no lo debe de terminar de entender.ja
Redondito el cuento,y la situación con yapa.
Muy bueno

Me he reído Ricardo. que historieta más graciosa y bien elaborada.Sería estupendo poder hacer uso de ese otro yo para nuestras conveniencias, lástima que sólo es el resultado de esa inspiración tuya de buen escritor. Un abrazo, amigo.

gracias Luz, Nomade xanino por pasar y dejar sus comentarios es grato saber que les gustó.