LA PALABRA, EL HONOR, LA LEY Y LA JUSTICIA

LA PALABRA, EL HONOR, LA LEY Y LA JUSTICIA

Estas cuatro palabras que tienen una relación directa con la vida social de los hombres y su organización, no siempre tienen el valor de su peso moral.
Bien sabido es, que el hombre es un conjunto de virtudes y desaciertos y que lejos está de la perfección, sin embargo, hubo un tiempo en que la palabra empeñada tenia un inmenso valor ético y moral, a tal punto… que las diferencias de dirimían en duelos a muerte (Para muchos en estos días… un acto de barbarie) Pero la cuestión era que quien incumplía su palabra u ofendía al otro podía ser retado a duelo para obtener un desagravio a la dignidad del ofendido.

La palabra y el honor era cosa seria y el respeto al otro una obligación para vivir en sociedad. (La condena social era rigurosa, tan rigurosa que el infractor a las reglas establecidas debía abandonar entidades, establecimientos y hasta el lugar donde tenía su morada.
Sin embargo, esto no funcionaba para los que tenían el poder, porque de alguna manera los duelos a muerte… por ejemplo, los ponía en la misma situación que al hombre menos poderoso y entonces… hubo que implementar un sistema menos bárbaro donde las cuestiones se dirimieran más civilizadamente. Los hombres no solucionarían sus cuestiones personales por ellos mismos, sino que, un tercero diría a quien le asistía la razón, quien seria el culpable y recibiría el castigo por tal falta o delito previamente reglamentado en la ley.

Las leyes trataron de contemplar todas las posibles, situaciones de conflicto, y estas fueron tantas y tan intrincadas que hubo que instruir expertos en tal materia.
Teniendo los demás hombres, que caer indefectiblemente en alguien que los representara ante la ley y su interminable laberinto de artilugios.

La palabra fue perdiendo así su valor inicial y con ella el honor de quien la empeñaba. La sustituyo pues, un escrito y una firma al pie que muchos todavía no llegamos a entender con claridad, en que lío nos estamos metiendo.

Será entonces la justicia según la interpretación de la ley por los jueces, hombres formados en el intrincado laberinto de la ley, quienes ejerzan el derecho a sentenciar.
Claro está, que los poderosos son los que tienen recursos para comprar conciencias y los pobres ni siquiera la posibilidad de retar a quien los humilla y los ofende en un duelo por el honor.
Me pregunto… ¿quienes eran los bárbaros y quienes los civilizados cuando… lo peor que te puede pasar en una sociedad es… QUE TENGAS RAZÓN?

Gracias por compartir este texto.

Me cuenta mi abuela que en su debido tiempo valía mas la palabra que cualquier otra cosa.

"Hombre que se retractara de su palabra no era hombre" me decía y perdía su honor tal y como lo has dicho. Lástima que dadas las circunstancias ahora ciertas personas se aprovechan de lo que ha sido el mal desarrollo de una sociedad desviada.

Un saludo

Desde cuando empezaron a poner peros a estas cuatro palabras, para pensar.

saludos
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