Fragmento de la novela La Venus Nocturna.

Tema: Fragmento de la novela La Venus Nocturna. Lun Oct 06, 2008 12:02 am

La Noche Erótica de las Vírgenes.
La frugal cena fue en el gran comedor, Lucas y su amigo Sergio, muy atentos, conversaron brevemente con las dos elegantes damas y, naturalmente, estuvo presente la pobre sobrina que actuaba como una autómata. Detrás de sus gruesos anteojos, sonreía cuando le sonreían, respondía con monosílabos a las preguntas de sus solteronas tías. Como feroz cancerbero, la mujer araucana permanecía en pie detrás de Gina que comía con la delicadeza que su fina educación le había enseñado.
El joven artista sabía que afuera estaba José, el marido de la médica mapuche, con su aspecto de luchador; sonrió, pues el gigantesco indígena era la pareja perfecta de la “machi”.
Dejó que Checho, su amigo del alma, a quien quería como el hermano menor que no tuvo, derrochara su simpatía de alegre muchacho, sano de cuerpo y alma. Le hizo una discreta seña para retirarse a dormir y su compañero de aventuras comprendió. Se pusieron de pie y con galanura pidieron excusas y se dirigieron a sus habitaciones en el piso superior; al salir, se cruzaron con las dos hermosas y curvilíneas mucamas y Checho no pudo evitar mirarlas por detrás, ante el disgusto del joven investigador. Ellas, coquetamente, voltearon levemente para mirarlos con una pequeña sonrisa.
_Por favor, “Chechito” –recordó que el mote molestaba al muchacho, _ debemos guardar respeto a la casa de las señoritas Carusso.
_¡Claro! ¿Crees que no te he visto las miradas de lobo feroz que le das a Lupita? Como si te la quisieras comer.
_Checho, por favor …
La noche estaba oscura y calurosa, Lucas de los Ríos, vestido sólo con su calzoncillo se recostó en el lecho, como siempre mirando a través de de los vidrios de la puerta de su dormitorio y observaba por los ventanales de la galería del segundo piso todo lo que sus ojos le permitían ver. La enorme piscina reflejaba la luz de las estrellas; más allá los árboles de la gran propiedad. Un movimiento en las sombras de las casas de la servidumbre lo puso en alerta, recordó que debía dar su acostumbrada ronda armado de su pistola, el asesino estaría esperando para atentar nuevamente contra los habitantes de la lujosa casa señorial.
Como si supiera que era observado, la silueta del mapuche José se movió hacia la tenue claridad, acomodando su escopeta y miró hacia el joven pintor; quedó meditabundo ¿Hasta dónde llegaban los intensos sentidos de los indígenas? En silencio los dos perros doberman flanquearon al enorme y musculoso hombre, formando un poderoso cuadro que lo tranquilizó.
Ahora mirando el techo, resumió los hechos que lo tenían allí de investigador privado con su inseparable “Chechito”, apareciendo en su mente una y otra vez la bella figura de la mujer desnuda que tanto impresionó su alma de artista y que le sirvió de inspiración para su obra maestra.
Un chasquido en la puerta lo hizo levantar la cabeza; detrás de los vidrios se dibujaban los tentadores contornos de una de las admirables criadas, o “sobrinas” como les decían las maduras italianas.
La sombra abrió decididamente la puerta, sus pies descalzos no emitían ruido alguno, se aproximó a su cama anhelante.
_¡Hola! _su voz en sordina la identificó como Lupita, quien se dio cuenta que el joven se levantó y la miró gratamente sorprendido; la chica con un solo movimiento dejó caer su pequeña bata, quedando desnuda. Lo abrazó y buscó su boca para besarlo con pasión; él sintió la fuerza de su juventud y el deseo se apoderó de todo su ser.
Si había remilgos por el “respeto” por la casa Carusso, lo mandó al diablo y tomó a Lupita con algo de remordimiento. En medio de los suspiros de la bella muchacha, escuchó un gemido femenino en el cuarto de Checho, que lo hizo sonreír.
“Diablillas, se pusieron de acuerdo para darnos esta placentera sorpresa”, pensó en Nalda, la otra sirviente que tanto atraía a su compañero. Dejó que su naturaleza lo guiara por los senderos del amor e hizo gozar a la mestiza, mientras en el cuarto contiguo oía murmullos que lo excitaban aún más.
Casi al unísono se escucharon grititos de placer al entrar en un hermoso orgasmo las dos mujeres. Con la respiración agitada descansaron abrazados; primero oyó la puerta de al lado que se abría sigilosamente, era Nalda que había hecho realidad el sueño de Checho y se retiraba silenciosa. Lupita, de muy fino oído, se levantó también para alejarse después de besar sabiamente a nuestro héroe. Tal como llegó se fue, una sombra que se deslizaba por el gran pasillo hacia sus habitaciones.
Lucas De los Ríos dio un gran suspiro, se duchó y, mientras se secaba el cabello, pensó en lo extraño de su vida. Se encogió de hombros, moviendo la cabeza, reflexionó: “ Mañana es otro día, quién sabe que nos espera”.

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Tema: Re: Fragmento de la novela La Venus Nocturna. Lun Oct 06, 2008 12:36 pm

Un anticipo excelente,uff promete ser muy interesante.
Espero más.

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En busca de la Fortuna.
Marioes.

Tema: Re: Fragmento de la novela La Venus Nocturna. Lun Oct 06, 2008 2:27 pm

Un fragmento magnífico Jaime, de fácil comprensión y con un contenido agil, que entretiene y nos deja con las ganas de leer la novela...si, gran anticipo para la que debe ser,indudablemente, una gran novela...

Abrazos,

Ignacio

Tema: Re: Fragmento de la novela La Venus Nocturna. Miér Oct 08, 2008 12:23 pm

JA, TIO...LA PODIA LEER NO?,
ME GUSTO,POR QUE ENTRE NOS,QUIEN NO TIENE ESAS FANTASIAS ASI,JA JA LO QUE NO SE TIENE SON MUCVAMAS JA JA JA.
ME GUSTARIA LEER MÁS.

Fragmento de la novela La Venus Nocturna. Fantasma_04

Fragmento de la novela La Venus Nocturna. Fantasma_04

Fragmento de la novela La Venus Nocturna. Fantasma_08

Fragmento de la novela La Venus Nocturna. Fantasma_05

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El amistad mejora la felicidad y disminuye la tristeza, porque a través del amistad, se duplican las alegrías y se dividen los problemas.

Mateo

Tema: Re: Fragmento de la novela La Venus Nocturna. Jue Oct 09, 2008 5:19 pm

Marioes, gracias por tu comentario. Cuando leas la novela completa podrás hacer un juicio completo.

Nachito, se agradecen tus palabras; en lo personal no sé que tan buena pueda resultar la novela, lo que sí sé es que me divertí escribiéndola.

Mateo, querido sobrino, ja ja ja ja já, tengo la cabeza vuelta para cualquier lado. Olvidé que con tus 14 hermosos años ya estás investigando la vida.
¡Por supuesto todos tenemos fantasías! Sino ¿Cómo flautas escribiría tantas paparruchas divertidas?
Mmm, lo de las mucamas, bueno ... quiero tener billete, no ser un potentado, pero lo suficiente para tenerlas y que me atendieran, ¿No ves que estoy tan viejito? Claro, en mi imaginación eran un poco diablillas y cuando uno tiene la edad de esos dos amigos, actúa naturalmente.
Eso sí, te advierto que sólo este capítulo es un poco subido de tono, el resto hay más fantasía, como algunas cosas mágicas, otro poco de acción policial y, sobre todo, romance, amor. Se me ocurre que te va a gustar cuando la publique entera.
¡Uf, qué hace calor por aquí!
Un abrazo de tu tío Jaime.

Tema: Re: Fragmento de la novela La Venus Nocturna. Jue Oct 09, 2008 11:03 pm

Jaime entre el anticipo de este fragmento,y lo que cuentas a Mateo de su contenido,estoy más que ansiosa por su continuación.
Será un gusto leerte.
Sinceramente promete mucho.

Que las hadas te acompañen

Tema: Re: Fragmento de la novela La Venus Nocturna. Jue Oct 16, 2008 6:30 am

“ Mañana es otro día, quién sabe que nos espera”

Hola Jaime:

De nuevo me encuentro con esa forma tan particular que tienes de escribir, haciendo de la lectura un camino fluido que da gusto transitar.

Un cordial saludo, admirado Jaime.

Tema: Re: Fragmento de la novela La Venus Nocturna. Jue Oct 16, 2008 7:39 am

¡Jaime!
¡Muy bueno!
Buena entrada, un texto que se las trae. Será un placer seguirte.

Saludos. bounce

Tema: Re: Fragmento de la novela La Venus Nocturna. Mar Oct 21, 2008 12:25 am

Gracias amigos por sus comentarios, siempre he pensado que la vida sin amor, romanticismo y aventuras no vale la pena vivirlas. Y si no vivo así, por lo menos tengo mi imaginación y algo de habilidad para escribir estas historias, que misteriosamente ( no bromeo) sueño en las noches y que al despertar, me levanto con rapidez a escribir un esbozo.
Quienes han leído mis novelas me han tildado, en buena ley, como el "Corín Tellado" chileno, ja ja ja ja já, y que tengo una fuerte influencia del escritor de novelas cortas Gastón Leroux (o como se escriba).
Espero no defraudarlos y que tengan paciencia, pues la estoy reescribiendo en el computador para poder enviarla y ya me encuentro chato de tanto teclear ... creo que mejor se las podría recitar, pues la estoy aprendiendo de memoria. ¡Ah, qué locura!
Un abrazo.
Jaime.

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