30 de Noviembre Día de No comprar Nada (BND Buy Nothing Day) (último sábado)
¿Nada, pero nada de nada? No sé si podré, porqué esa restricción si yo me divierto comprando, creo que los compradores compulsivos no compramos a veces para usar, la cuestión es comprar para acumular y un día ese placer de descubrir en una bolsita una remera o esa crema que seguramente usaremos un solo día con esas virtudes de “Úselo durante diez días y los resultados serán sorprendentes” El comprador compulsivo la usará un día a lo sumo dos como si por transmisión desde el botiquín a la piel produzca el milagro y las arrugas se atenúen como por arte de magia.
Confieso que he tenido mis épocas, la de los libros, la de los casettes que después pasaron a ser cds, el orgasmo que surgía espontáneo después de ir a la disquería y volver con el tesoro del nuevo disco de Serrat, era como regresar y caiga quién sea, escucharlo y desmenuzarlo hasta descubrir esos dos temas que te llenan el alma. Por eso no es sólo material, el comprar tiene algo de espiritual si lo miramos desde ese punto de vista.
Tal vez uno tape vacíos con esas pequeñas compras, no he sido de gastar fortunas en ropa, no soy marquera pero en épocas de bajón anímico , un paseo por la calle Avellaneda, avenida de mi ciudad donde venden muy barato, con poquitos pesos era la manera de combatirla, momentánea pero certera. Era como regresar con un baúl de expectativas que lo más probable es que después del primer entusiasmo, todo vuelva a estar “como era entonces” y entonces …qué se llena con esa compulsión, la repuesta será un ratito de placer.
Recuerdo una vez que por poco me pisan autos y colectivos cuando en excursión para la compra de un tapado en plena Rivadavia se me esfumaron: la gente, el tránsito cuando sólo quedó esa vidriera de la vereda de enfrente con tapados, no vi más nada y crucé con las palabras menos bonitas que le pueden decir a una dama los conductores.
Desde otro punto de vista y con una visión más seria, recuerdo que hace dos o tres años los tomatitos para una ensalada, sí esos modestos tomates se cotizaban como joyas y el pueblo implícitamente con esa fuerza que a veces tienen las gentes dejó de comprarlos, el precio bajó, parece una tontería, yo lo veo como todo un logro.
¿Se celebra, se homenajea el día de no comprar nada, ni una mísera masita o un chocolatín que endulce el alma?
Por eso nosotros los pobres compradores nos anticiparemos y compraremos mucho los días anteriores, si es que los bolsillos y los gobernantes de turno nos dejan y el día prohibido nos llenaremos de esas pequeñas cosas que no solucionan nada, solamente nos emboban para seguir adelante cuando los vientos sean contrarios.
Unámonos nosotros los esclavos del capitalismo y en terapia de grupo preguntemos al unísono
¿Si nos vamos como venimos para qué llenarnos de tanto equipaje?