Apuntes de una geografía urbana. (charla que se presta al debate)

Mientras voy caminando por la calle pienso: a la gente no le importa nada más que tener un lugar donde amontonarse para vivir. No les importa tener un “afuera” estético, ni siquiera, ético…
Cada vez más las viviendas son cuchitriles útiles, mínimos, confinados. Pocas entradas, pocas salidas. Cada vez menos verde, cada vez más cemento. Hay gente que si pudiera, asfaltaría los campos. El verde, lo natural, le molesta. Prefieren baldosas y alguna maceta escuálida, al césped, feraz y aromático.
Yo, en cambio, si pudiera, pondría tierra y pasto arriba de las casas, sembraría césped en los techos y haría que nacieran flores.
Sería hermoso y útil. Porque a más verde, más oxígeno y porque habría mejor aislación. No hay mejor aislante que la tierra y el césped. En verano es fresco y en invierno, cálido. Sólo hay que lograr antes estanqueidad para que no se cuele el agua. Pero eso se soluciona con una buena membrana. Nos hace falta tecnología perfecta para poder volver a la Naturaleza. ¡Qué ironía!
Las razones de la tierra y el césped son muchas. Además de las anotadas está la importancia del control de las lluvias y los aluviones. La tierra absorbe la lluvia y no se producen tantas inundaciones destructivas.
Sirve también para el control del clima. Si pudiéramos tapizar las ciudades con césped y plantas tal vez el cambio climático se moderaría un poco. Es importante generar oxígeno para que la atmósfera no desaparezca.
Y si en vez de sacar los árboles se repusieran en todos los espacios posibles, además de la sombra y el verde, tendríamos más pájaros que nos alegraran con sus cantos.
Esto también es un tema…
Hace un tiempo en mi barrio comenzó a hacerse notar la existencia de pájaros que cantan aún de noche. No sé qué es lo que sucede pero los vecinos están alterados. Es cierto, a mí no me molesta pero he notado que hay unas pocas, poquísimas horas de silencio en la noche. Más o menos entre las diez de la noche y las dos de la mañana. Porque allí ya empiezan otra vez los cantos y no son nada tímidos. A partir de esa hora van” in crescendo” sus trinos hasta que la mañana y los ruidos de la calle los alcanzan a tapar.
Me gustaría saber qué provocó ese cambio, si fue el cambio climático, las migraciones o qué…
No escuché hasta ahora ninguna opinión autorizada al respecto. Dejo aquí abierto el debate.
Gra. octubre 2012.

Hombre, estoy seguro que la mayoria de gente que se "amontona" en "cuchitriles" para vivir no lo hace por el puro gusto y placer de vivir amontonados, sera por cuestiones economicas y de marginacion social que ahora no toca debatir.

Yo en cambio adoro el asfalto, el cemento, el hormigon, pavimentos aqui, alla y en todas partes. Autobuses, camiones, automoviles, aviones, ruido, smog, contaminacion... puede acaso haber algo mas hermoso? Ni el mar, ni las montañas, ni los bosques, ni las selvas, ni el campo pueden hacerme sentir lo que siento al ver una gran avenida atestada de gente, de autos, de semaforos.

Cada ciudad tiene su encanto y su magia. En la Ciudad de Mexico, coloso de acero y hormigon donde naci, puedes encontrar a la esperanza pintada en la sonrisa de una niña vendiendo rosas en la salida del Metro aunque, y tambien hay que decirlo, al solo doblar la esquina, la muerte te saludara subita pero friamente de la mano del asaltante que te clava una navaja en el costado. Los Angeles, otro mounstruo colosal, si hay algo que a los gringos les fascina mas que la guerra es el hormigon, el cemento. Y bueno, es la ciudad de los sueños, todos vienen aqui a realizarlos. La mayoria, los que no logramos realizarlos, nos conformamos en contemplar a la vida pasar en un majestuoso Lamborghini por Sunset Boulevard o ver a Batman, Superman o Jack Sparrow tomarse fotos con los turistas en las afueras del Teatro Chino por modicos cinco dolares.

Lo siento Gralber, no puedo debatir contigo. Del angulo que se le mire, tienes razon en tu exposicion pero yo sin mis grandes ciudades me muero, me asfixio, no soy nada, son mi razon de ser. Las sirenas... las sirenas de las ambulancias, de los carros de bomberos y de las patrullas de policia son la voz de la gran ciudad que dice: Estoy viva, llena de gente y por lo tanto soy!

Césped: lamentablemente, su valor comercial es escaso. Se gana mucho más vendiendo macetas. En cualquier tienda que se precie encontrarás plantas, fuentes y pájaros a la venta.

Pájaros: la Naturaleza sobrevive pese al Hombre. Una ciudad sin plazas ni árboles, tendrá pájaros en las azoteas, faroles, etc. Y claro, ellos no cantan para alegrar al Hombre sino para comunicarse. Y si la ciudad sólo hace silencio de 22 a 3...

Buen escrito. Coincido con vos respecto del amor hacia lo verde, lo natural. Al contrario de Angel, me hubiese encantado vivir en el campo o un pueblito lo más chiquito posible, pero con mucho, mucho espacio libre. Igual, no vivo en una gran ciudad como Buenos Aires, pero hay alrededor demasiado movimiento y ruido para mi gusto.
En cuanto al asunto de los pájaros, no tengo idea de cual puede ser el motivo, pero coincido con Antifaz en que la naturaleza sobrevive pese al hombre y sus infortunadas decisiones.
Saludos,
José

Ah! Los pajaros madrugadores, lo olvidaba, que hacer con ellos? Con los de tu barrio, Gralber? Pues lo mismo que hacen en Barcelona o en Madrid con la sobrepoblacion de palomas, un buen pesticida y Hala! A volar!

Vamos, que el mundo no dejara de girar por matar a unos cuantos cientos de pajaros, si mueren tantos humanos diariamente en las guerras, que no podamos envenenar a unos cuantos pajarracos.

Ay, Angel... me divertís mucho a pesar de tu afán de hacerte el malísimo. No puedo evitar quererte igual. Aunque me digas que amás las ciudades atestadas y vulgares de Yanquilandia. Pero quiero decirte que no me refería a las pobres casitas de quienes no tienen manera de salir de allí, sino también a los departamentos que están proliferando por doquier y son cada día más mínimos y cada vez mas caros. La gente paga fortunas por esos infames lugarcitos donde no podés ni siquiera caerte cuan largo sos sin chocar con las paredes...
Y por supuesto, en esos lugares tampoco cabe el verde, salvo alguna que otra plantita artificial que no haya que regar.
Igual, gracias por haber comentado. Chau, envenenador de palomas ... a la de la paz, con qué le apuntarías?

antifaz escribió:

Césped: lamentablemente, su valor comercial es escaso. Se gana mucho más vendiendo macetas. En cualquier tienda que se precie encontrarás plantas, fuentes y pájaros a la venta.

Pájaros: la Naturaleza sobrevive pese al Hombre. Una ciudad sin plazas ni árboles, tendrá pájaros en las azoteas, faroles, etc. Y claro, ellos no cantan para alegrar al Hombre sino para comunicarse. Y si la ciudad sólo hace silencio de 22 a 3...

Sí, es verdad Antifaz, el césped no es mucho negocio, salvo para los que hacen canchas de fútbol y otras. Y como vos mismo lo decís: todo se vende, todo se puede vender, hasta la libertad, el aire y la luz...
Los pajaritos se comunican y muchas veces yo no puedo evitar contestarles. Tengo un estornino negro que vive enfrente de mi casa, en un árbol grandote que todavía se viene salvando, y anda todo el día a los gritos y gorjeos entre el árbol , los techos y balcones de la cuadra. Muchas veces se para en la antena de mi vecina de al lado y en uno de esos ataques de píos, yo le hago: píopío, pío,pío... el escucha, espera un poquito y vuelve: píopío, píopío... es divertido charlar con un pajarito.

Fobio escribió:

Buen escrito. Coincido con vos respecto del amor hacia lo verde, lo natural. Al contrario de Angel, me hubiese encantado vivir en el campo o un pueblito lo más chiquito posible, pero con mucho, mucho espacio libre. Igual, no vivo en una gran ciudad como Buenos Aires, pero hay alrededor demasiado movimiento y ruido para mi gusto.
En cuanto al asunto de los pájaros, no tengo idea de cual puede ser el motivo, pero coincido con Antifaz en que la naturaleza sobrevive pese al hombre y sus infortunadas decisiones.
Saludos,
José

Sí, José, como vos decís hay demasiado movimiento y ruido para mi gusto. Año a año el barrio va cambiando. Ya los pibes no juegan en la calle, pasan demasiados autos y demasiado apurados. Mi marido se crió en este barrio y todas las tardes jugaba con sus amigos en la vereda o en algún baldío de la cuadra... ya no los hay... Somos muchos, todo cambia.

Amo las grandes ciudades en general, no solamente Los Angeles! Por ejemplo la Ciudad de Guatemala es adorable porque es un verdadero caleidoscopio de colores y matices. El colorido de las ropas de las indigenas que llegan a esa capital a vender o comprar contrasta de modo muy agradable con sus modernos edificios y supermercados. En Guatemala en general aun se respira el espiritu de los Mayas. Yo definiria a la Ciudad de Guatemala como un verdadero mercado prehispanico pero traido al presente.

Me preguntabas por la paloma de la paz, pues hay en el mundo una aguila calva que hace mucho se la comio.

Esos... los pajarones son lo peor. Me refiero a los chiquilines que volviendo de madrugada se les ocurre gritar por hacerse los graciosos y te despiertan pensando que están atacando a alguien... no te imaginás las frases de colores que me inspiran.
No voy a negar que las ciudades tienen lo suyo. A mí también me seduce una calle Corrientes despierta toda la noche como si fuera de día, aunque hace mucho que no la visito... no sé si seguirá igual. Somos de salir poco.
Pero, en definitiva, lo que últimamente me preocupa es la falta de interés de la gente por las cosas que nos afectan a todos. Cada vez más miran su propio ombligo y el mundo que reviente. Sus asuntos son lo primero, por no decir lo único.

Qué lindo,Angel, eso que contás de Guatemala... debe ser hermoso el espectáculo.
Y ese águila calva, no te picotea los pies? Como vivís tan cerca de su guarida...

Pudo verla, pudo ver su resplandor. Esta vez los rascacielos no fueron lo suficientemente altos como para opacar su esplendor. Esa noche era diferente para este ente de las tinieblas, era una noche especial. Tan especial que cuando vio pasar un viejo Cadillac del 45, le parecio escuchar su vieja melodia, aquella que cuando humano le hizo estremecer y entender eso que las mujeres y los hombres llaman amor.

-Blue Moon
You saw me standing alone
Without a dream in my heart
Without a love of my own...-

El Cadillac se perdio entre el asfalto y el angel caido siguio su noctambulo peregrinar por las calles angelinas mientras contemplaba la luna llena. Blue Moon y "La Voz"(Ella Fitzgerald) se desvanecieron entre las sombras de la noche.

Mmm... te preguntaras que tiene que ver mi anterior elucubracion con tu tema, pues nada! Simplemente se me ocurrio, quizas sea una estampa citadina o yo que se!

Por cierto, eso que me comentas del aguila calva, de que vivo en el nido, se ha vuelto una especie de bronca existencial para mi. A veces me pregunto: Y que diablos hago yo viviendo aqui? Sobre todo por mis ideas politicas pero bueno, supongo que quizas no sea yo tan socialista como creia o que el color verde de los dolares se me hace mas atractivo que el rojo de las banderas revolucionarias... o talvez soy un maldito hipocrita que va de social-comunista por el mundo o por su barrio. No se, de cualquier modo seguire escuchando Blue Moon. God Bless America!

Sos un contrasentido con patitas... pero simpático. Sabés que mi hermano y su mujer viven por ahí, en Anaheim. Pero no te aconsejo que los visites. Ellos no piensan como vos. Ni como yo.

Más que un hipócrita yo diría que sos el único tipo que no le tiene miedo a sus contradicciones internas. No es fácil.