DÍA DE MERCADILLO +++DESTACADO OCTUBRE DE 2012+++

DESTACADO


Para agradeceros vuestra atención por citarme como escritora en la Revista de este mes, no encuetro mejor manera de daros las gracias que participando con un relato.
Con mi agradecimento y afecto para todos vosotros.

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DÍA DE MERCADILLO

El ruido, el alboroto, el trajín de colocar los puestos, me aturdía. Me detuve mientras observaba cómo cada cual ocupaba su sitio al tiempo de preparar con amor y dedicación los artículos dispuestos para la venta. En unos se exhibían las verduras y frutas, en otros se podían ver pastelillos y galletas caseras, paquetes de té, de café. En el extremo opuesto, se encontraban las telas, cintas, moñas, alfileres. Lanas, ganchillos y encajes a cual más variado. Yo lo miraba todo completamente absorta como si fuera la primera vez que recorría aquel mercadillo, todo me parecía nuevo. El lugar, la pequeña plazoleta encuadrada por farolas de gas de cuatro brazos, situada justo frente a los balcones de la casa donde yo habitaba en compañía de mi esposo y mis tres hijos. La mezcolanza de gentes, vendedores, con sus delantales y sus sayas largas; unos de colores, en azul o rojo, otros negros. Mujeres arrebujadas en sus toquillas de cuadros unas, otras en tonos lisos, grises, verdes…, todas tejidas a mano como siempre se había hecho… Hombres de largas barbas exponían figurillas talladas a mano, porcelanas, loza, cacharros para la cocina. Sobre un tablero sujeto por cuatro patas, una enorme calabaza esperaba el turno de ser cortada a trozos para su venta… En un apartado, un campesino, controlaba con una vara, el movimiento de unos pavos que ensordecían con sus glugluteos. Todo aquel batiburrillo de utensilios y productos de diverso uso, me entusiasmaba. El deseo de comprar un poco de cada cosa, me hacía sentirme feliz en aquel ambiente navideño, pero…¿Qué hacía allí entre aquel gentío? Vestía mi abrigo ribeteado de piel y protegía mis manos del frío dentro del manguito. La cabeza cubierta por el sombrero sujeto con una cinta como siempre cuando salía de compras.
Recordé cuánto me gustaba curiosear los días de mercadillo. A veces sola, otras en compañía de alguno de mis hijos…Pero no recordaba lo realizado aquel mismo día momentos antes de salir. Comenzaba a clarear, por lo tanto, debía de ser muy temprano y yo nunca salía a aquellas horas. Ni siquiera estaba conmigo Juliana, la cocinera, que siempre me acompañaba con su cesta para guardar la compra. Hoy estaba sola y un ligero hormigueo me estremeció. No era posible mi estancia entre los puestos de mercado. Yo no podía estar allí, me había puesto de parto aquella misma noche… Recordaba perfectamente los primeros dolores y la llegada de Don Martín el médico a quien llamó mi esposo.
Algo no iba bien, Arturo mi marido, acariciaba mi mano y secaba el sudor de mi frente. ¿Cómo podía estar ahora, tan feliz entre el gentío del mercadillo? Miré al segundo piso de la casa que se encontraba en frente, mi hogar, para indagar en su interior a través de los cristales. Una doncella con cofia, mi doncella, salió al balcón y colocó entre los barrotes, un ancho lazo negro.
Entonces fue cuando me percaté de que yo era una sombra entre la gente, un fantasma.- MAGDA.

Muy lindo relato Magda. Una historia que se disfruta en su simplicidad de pueblo e inesperado final. Saludos,
Jose

Gracias Fobio, amigo. Fue el resultado de la inspiración de un momento al ver la pintura de la foto. Un abrazo.

Un relato precioso y bien narrado. Un final inesperado que le da un giro interesante. Dices que es un cuadro la inspiración. Y de eso se trata, de observar para captar aquello que nos provoque algo (música, pintura, escena, imgen) y de trasmitir aquello que nos ha generado (que a su vez, dará lugar a otra serie de sensaciones en el lector). Esa es la cadena de enriquecimiento y te agradezco (por mi parte) la compartas. Un abrazo y felcitaciones.

Nosotros le llamamos la feria y se hace todo el año en cada barrio. Ahora estamos en primavera y feriantes y clientes, todos de buen humor. "Verdura fresquita robada anoche" vocean con humor. Y si no están atendiendo intercambian chismes con los otros puesteros (puesto de feria) o se cachan por los resultados deportivos.

Ponete a escribir, porque si nesecitás ser tapa para mandar relatos tan deliciosos, vas a estar más en la tapa que el logo de la revista.

Veníamos con una viñeta feliz y agregaste ese plus al final, con lo que demostrás tu enorme talento en el oficio.

Silvina muy agradecida por tu tiempo empleado en la lectura y por tus palabras. Un abrazo.

Antifaz, tu sabes bien cuanto valoro tus palabras y opiniones de las que siempre tengo mucho que aprender. ¡Gracias! Un abrazo.

¡Muy agradecida amigos por haber valorado este relatito como DESTACADO DE OCTUBRE.! Un abrazo.

Tempranito por la mañana, antes de salir de casa para hacer algunas compras, leo el correo. Tu mensaje me alegra el día. ¡Gracias Jaime! Me alegro que os haya gustado a todos este relatillo, lo escribí inspirada en el cuadro que adjunto y me pareció una tontería pero... después de leerlo pensé: "...bueno..., de una cosa sin importancia, sale una corta historia" y me atreví a enviároslo. He tenido suerte. Un abrazo muy fuerte. Entro poco en el foro pero no os olvido, sobre todo a vosotros, los más antiguos. Un beso. (Por tiempo de trato,no por edad que, en eso, soy la veterana)

Xanino que bien describes el ajetréo y el colorido de un mercadillo,me veia caminando entre los puestos ,parándome,observándo a la gente...

Ése final que le has dado me descolocó porque no me lo esperaba.

Mi enhorabuena por ser Destacado.

¡¡Abrazos de flores de otoño!!

Bellamente escrito y con un cierre mágico.
Felicidades mi estimada Magda

Muy agradecida a ambos, Pétalos y Ricardo, queridos amigos,os recuerdo con mucho cariño.

Felicitaciones y gracias por compartir.

Gracias a tí Silvina por tus amables palabras. Un abrazo fuerte.