1 de diciembre: “Día del ama de casa” En Argentina el 1 de diciembre se festeja Día del ama de casa. Fecha que fue creado por la Liga de Amas de casa, una institución que surge de la necesidad de unir a todas las mujeres que están al frente del hogar y debido a las distintas crisis económicas del país, buscan el modo de paliar la misma a través de una serie de objetivos y ayudarlas a mejorar la calidad de vida.
Más datos en: http://www.elportaleducativo.com.ar/calendario/diciembre01c.htm
Es muy difícil encontrar en la historia a una persona que no haya exaltado la figura materna como centro de la familia y si bien actualmente el rol de ama de casa puede cumplir tanto el padre como la madre, la intención de este trabajo es dejarles brevemente mis recuerdos en una época que asumir ese rol no era una elección de vida, como decía mi madre.
La mujer de esa época, mas en provincia como la mía en la cual impera una sociedad machista, estaba sindicada a ser “ama de casa” y cumplía fielmente ese rol.
Cuando pienso en la frase “reina de la casa” o “reina del hogar” me pregunto si no eran más cenicientas que reinas. La mujer (aún veo a mi madre en ese rol) desde que se levantaba debía cumplir con todas las tareas hogareñas y nunca, por lo menos en voz alta, levantaba su voz de protesta. Era el papel que la sociedad le impuso y así desde que los chicos iban a la escuela y hasta las últimas horas de la noche, su ir y venir en la casa era tan cotidiano, que a nadie se nos hubiese ocurrido pensar que podría estar agotada o deseosa de tener un día para ella sola. Qué horror! Hasta la fecha, escucho en mi pueblo y también en la ciudad que la mujer es para estar en la casa. Frase no solo dicha por los hombres…también repiten las mujeres.
Actualmente hay mujeres que deciden ser “ama de casa” (aquellas que no han querido estudiar, pudiendo y deciden ser madre y esposa) si bien hay una serie de productos que ayudan en su accionar no dejan de ser la gran economista, la psicóloga de hijos y esposo, planchadora, cocinera…etc. La lista es larga y todos la conocemos muy bien y si no, solo es cuestión de recordar la tarea que efectuaba nuestras madres.
Si debiéremos pagar a una “ama de casa” por sus múltiples funciones, no creo que alcance un monto determinado. Pero para una madre un simple gracias, un te quiero, un abrazo y de vez en cuando que el regalo para ella no tenga que ver con su relación y la casa, seria lo ideal.
Acaso alguna vez escucharon quejarse de atender a sus hijos y luego, cuando podría descansar, seguir con la tarea de cuidar a los nietos?
No puedo ser indiferente al escribir estos párrafos, pues la vida de mi madre como ama de casa, pasa por mi mente como ráfaga de un sacrificado andar. Desde el sueldo que mi padre le entregaba cada fin de mes y las maravillas que hacia con el para que nada nos falte, era digna de llamarse economista. Verla ahora con su lento andar, sus 83 años y sus canas, creo que es hora de cerrar heridas y decir simplemente Gracias.