Con Amor y Arte

Karina no me comprende. Siempre me anda diciendo que debo sentar cabeza alguna vez, y que ya va siendo tiempo. Que si a mis treinta y cuatro largos aún no pude demostrar, o, mejor dicho, ser reconocido por mis dotes artísticas en el vasto mundo, mejor busque canalizar mis inquietudes y mi talento de otra forma un poco más productiva y acorde a la de un padre de familia con tres vástagos.

Anita es mucho más comprensiva. Será que nuestros intelectos casi vibran al unísono por las mismas cosas. Nos pasamos las horas en el taller del altillo hablando de los temas que compartimos, que son muchísimos. Me alienta, me apoya y por sobre todas las cosas cree en mí. Claro que ella vive sola, hija única de padres ricos, y que jamás consiguió ganarse un peso por si misma. Tampoco nunca tuvo que preparar un plato de comida, limpiar su departamento o, Dios no permita, cambiar un pañal. Pero me siento bien a su lado. Bueno, es decir, las dos o tres horas diarias que la veo cuando posa en mi taller y charlamos sin pausa.

Karina es una buena compañera, si no fuera porque me regaña tanto e insiste permanentemente en querer hacerme ver, como ella dice, la realidad. Es una madre dedicada y devota de sus..., nuestros hijos y, la verdad sea dicha, últimamente hemos podido comer gracias a su salario como portera del colegio de hermanas. En realidad, con eso hemos ido llevando una magra subsistencia desde que nos casamos hace casi once años atrás. Pero tampoco he de menospreciar el dinero que yo mismo conseguí con la venta de dos de mis mejores obras, que nos permitieron vivir por casi..., bueno si, casi diez días completos. Hay que tener en cuenta que fueron compradas por profesionales especuladores, a un precio irrisorio como inversión a largo plazo, para cuando lleguen a valer cifras millonarias en unos pocos años, o décadas, o...si, claro, también es posible, siglos. Si no miren lo que le pasó al pobre de Van Gogh, que ahora sería riquísimo. Claro que ella tiene un argumento para todo y siempre me sale al paso con que la renta debemos pagarla mes a mes, y algo tan ridículamente obvio como que los niños deben ser educados debidamente ahora y no en doscientos cincuenta años. ¡Ja! Como si eso yo no lo supiera.

Anita me inspira libertad y nutre mis alas para que crezcan y crezcan sin la mínima posibilidad de castración, si bien sus palabras nunca propusieron ni supusieron la intención de compromiso alguno. Karina, por otro lado, me quiere y según parece, me quiere bien. Año tras año sigue firme a mi lado, cuidando de todos nosotros, aunque con sus mismas quejas y racionales planteos familieros, los que llegué a notar son cada vez menos apremiantes y un poco más resignados. Sabe que amo lo que hago, y ahora que recuerdo, en ningún momento pretendió que lo abandonara. Sólo, como dice ella, que la ayude un poco.

Y bueno, hoy realmente me harté de esas dos fuerzas que tiraban de mis emociones en direcciones tan opuestas como irreconciliables. Hube de tomar una decisión de hombre y lo siento por ambas. Anita tendrá que resignarse a sólo un tercio de sus horas como modelo, con su influjo embriagante sobre mi castigado ego. Y Karina, a la dolorosa comprensión de que quizás haya aniquilado para siempre su única chance de llegar a ser la mujer de un genio.

No voy a negar que estoy un poco emocionado y en cierta medida nervioso. Me imagino que así deben sentirse casi todos los seres vulgares en vísperas de su primer día de trabajo asalariado.

A veces los cambios cuestan, para todos, pero bueno, si no hay más remedio.

Un buen texto, donde de forma amenas nos vas llevando por la diyuntiva del personaje y la resolución del conflicto que nos despierta una sonrisa.

Un gusto leerte.



Que las hadas te acompañen

Muchas gracias por tu lectura y comentario, querida amiga. Lo aprecio de verdad. Besos,
Jose

Entretenido texto. y si ...cuando hay que laburar no queda mas remedio.
Un abrazo

Muchas gracias por tu paso y por tu comentario, amigo Ricardo. Un fuerte abrazo,
Jose

Interesante enfoque Josecito y bueno ja no queda otra.
No es largo cosa que te favorece por lo que habíamos hablado pero está muy bien llevado y el final, otro no hay amigo.
besos
Lili

CREO QUE ES UNA DISYUNTIVA ANTE LA CUAL SE TOMA LA MEJOR DECISIÓN... AUNQUE NO NECESARIAMENTE TIENE QUE SER LA DE NOSOTROS...
ES TRISTE TENER QUE "RENUNCIAR" DE CIERTA FORMA AL PROCESO DE CREAR ARTE POR GANARSE EL SALARIO EN EL MUNDO "REAL" QUE NO DEJA DE SER RIDÍCULO...

SERÍA BUENO QUE HUBIERA UN SEGURO PARA EL "ARTISTA"... ¿CUÁNTA GENIALIDAD SE ESCONDE TRAS ESAS PAREDES? ¿CUÁNTAS OBRAS MAESTRAS SE QUEDAN INCONCLUSAS POR VOLVERNOS SERES RESPONSABLES?
CARAY... QUÉ DUELE TOMAR UN CAMINO QUE NUNCA CAMINARÁS CON AMBOS PIES...

ME ENCANTÓ EL TEXTO... REALMENTE BUENO.... SALUDOS... Y QUE TODO VAYA BIEN..

***mi más sentido pésame, amigo...

Muchas gracias por tu visita y comentario, amiga Lili. Aprecio de verdad tu lectura. Besos,
Jose

Carlos, pues para mi es un gusto recibir tu visita y leer tu comentario, amigo. Aprecio tu tiempo al leerme y me alegro quer te haya gustado. Lo unico que no me quedo claro es el porque de tu pesame...
Saludos,
Jose

muy buen texto,y la pucha que si que uno deja tantas cosas de lado por tener que colamr otras necesidades, el arte,los amigos,la vida propia se va dejando de lado en este mundo del laburo,porque si hay familia hay que laburar,al menos asi me dijeron:vago que queres que tu hija coma letras,y chau frustrada la idea de ser un novel y que vivan de esas ganancias.....aunque las esperanzas nunca se pierden

No, nunca se pierden las esperanzas, Ciudadano. Y la vida muchas, muchas veces da revancha, aunque no nos demos cuenta. Siempre es un gusto verte por aqui, amigo. Gracias por tu tiempo al leerme. Un abrazo,
Jose

FOBIO... LO DEL PÉSAME ES POR LAS OBRAS MAESTRAS INCONCLUSAS...

SALUDOS...

Ok, Carlos. Ahora esta entendido, amigo. Saludos
Jose

Inteligente planteo de personajes para abarcar el universo de cualquier hombre, artista o no, y un buen final para concluirlo.

Muchas gracias Antifaz. Aprecio tu visita y comentario, amigo. Un saludo cordial,
Jose

Yo me hubiera quedado con Karina sin abandonar el arte, tampoco ella te incitó a ello. Más bien que algunas personas vivimos en las nubes y nos dejamos llevar por momentos ; además, es muy cierto que la educación de los hijos e hipoteca no esperan meses y mucho menos siglos..............
Con Amor y Arte te he leído. Se que estoy un tanto desaparecida pero ayy Jose se trata del trabajo, que con el mismo (más o menos) amor y arte -valga la redundancia- intento llevar como puedo.

Felicidades siempre, mi cariño y amistad con un beso !!

Mil Gracias por tu visita y comentario, querida amiga. Realmente te extrañaba, pero comprendo perfectamente lo del trabajo. Es un lujo de los muy buenos tenerte como lectora. Un beso enorme,
Jose

Jajaja..., asi es, amigo Jaime. Siempre es un placer poder verte por mis historias. Muchas gracias por el tiempo de tu lectura y comentario. Un fuerte abrazo,
Jose