Donde habrá quedado.

El disco se quedo sin una nota, tardo y tardo, tiene rayada la secuencia electromagnética,- soltó la aguja entre dientes -, no podía morder acetato rayado.



Quedo la canción inconclusa perdiendo el compas, eso mato la canción, eso cuarteo la pista, para que tropiecen los bemoles, para que en clave se esfumen los cantos de un extraño músico olvidando.



El disco se apretó quemando el rastro, si al menos le quedara algún vestigio de tinta imprenta, un color que aparezca entre el negro, habrá un doctor cerca, uno de secuencias electromagnéticas, un restaurador de dientes, por si a la aguja se le pierden tres más, algún poder mágico ahora y no para mañana.



Hoy vendrá a usar la aguja, el disco tiene una sola canción, mi dedo no sabe leer idiomas de discos, por eso así callado no podría buscar otro igual, apenas aprendí a escucharlos y de vez en cuando hacerlos volar-



Este se lastimo, he de encontrar la nota que se le cayó, si no la aguja ya no solo dirá entre dientes sobre la enfermedad del disco, le gritara al dueño que de nuevo lo hice volar.

vaya, muy profundo.

Lo más interesante me pareció el desfile de tiempos que sirve para el lirismo.
El ayer de los long-play, el hoy del frisbee, el mañana del restaurador.
Y ese testigo simple, descuidado y soñador, universal.

gracias Capricornio y bienvenido, me alegra que lo hayas leido.

Un gusto siempre tu paso Antifaz, bueno para mi es un aliento enorme.

Nomade, revisare el taller, mil gracias por tomar como ejemplo este escrito