MORIR AHORCADO (Relato, descripción, tragedia)

Sudan las manos el temor. Invasor desmedido que genera la muerte.
No vale de nada la razón, cuando el nudo de la cuerda se aloja tras el cuello y la frialdad del verdugo se muestra inalterable.

¡No quiero morir!- Se escucha el grito en el mudo silencio del pensamiento.
La aridez de la garganta, lastima la carne cuando se traga la angustia de abandonar la vida arrancada de cuajo cual aborto salvaje.

Empalidece el rostro desencajado de terror y el cuerpo tiembla descontrolado.
No hay clemencia… y el tiempo parece detenerse en los rostros de quienes presenciarán la muerte.

Una sensación de vacío se retuerce en el estómago y el corazón… quisiera escapar del pecho acelerando su ritmo cual cascos de un caballo a la carrera.
El terror libera los esfínteres y la dignidad se derrumba en una patética y macabra imagen del hombre.

Luego… cae la trampa y el cuerpo de retuerce grotesco en el aire viciado de sadismo y morbosidad, mientras el rostro se amorata y la lengua se deja ver saliendo burlota de entre los labios.

Ricardo. que escena más dantesca y bien lograda, a pesar de todo el sadismo y morbosidad que puede ocurrir en estos momentos finales de vida.
Lograste un buen texto a pesar de todo. Mis respetos señor escritor.

Un abrazo

Una imagen fuerte y bien lograda que cuestiona los métodos de la justicia humana.

UY que feo se debe sentir no me gustó la imágen, pues creí verla, eso significa que esta muy bien desarrollada la escena, cariños amigo...