Gotas de Agua

Ahí estaba, parada frente al cristal mirando por la ventana como las gotas de agua se escurrían por el vidrio. Las manos apoyadas sobre la misma, rodeadas de una aureola de vapor condensado, eran la clara señal de que aquello que estaba pasando le pesaba demasiado en el corazón.
A lo lejos, un barco, en pleno derrotero al otro lado del mundo, con la tan preciada carga, su propio hijo.
No habían tenido oportunidad de hablar lo suficiente, sabía que todo tenía un dejo de estar incompleto y eso la ponía de peor humor. Afuera había comenzado a llover, una tristeza pasajera que daba la pauta de cómo se sentí, pues cada gota sobre el cristal era el equivalente albergado en sus ojos, que se resistían a salir, por no demostrar que estaba desolada.
Rato después se sentó en uno de los asientos de la sala de espera del la compañía del barco, mirando como lentamente el horizonte se tragaba a su progiene.
-“Marta” le dijo su hermano, “ya es tarde. Vamos por favor hace horas que no dejas de mirar ese barco. Juan Gabriel va a estar bien, ya verás. Prometió escribirte y, sabes que siempre cumple su palabra.
Marta, dubitativa, se puso de pie y se dejo llevar del brazo por su hermano Esteban. Era el primer viaje que realizaba “Gabo”, como lo solían llamar sus compañeros del Liceo. A fuerza de costumbre, termino diciendo lo mismo, pues era más fácil llamarlo de esa manera par que prestara real atención.
Pero esta vez no lo había hecho, se le había metido en la cabeza ese viaje, tenía que hacerlo a toda costa, conocer gente nueva, un mundo totalmente distinto. Todos sus ahorros, había usado para sacar el pasaje para aquel crucero.
-“¿para qué?”, preguntaba ella una y otra vez.
-“ Porque es una oportunidad única madre”, contestaba el muy lleno de vida.
-“Prométeme que te vas a cuidar, ¿si?” y, él le contestaba con una sonrisa enorme que la hacía reír a ella también porque era contagiosa
Los días habían pasado, la mañana esta gloriosa y los pajarillos de siempre cantaban en el jardín.
El café en la mesa, los panecillos calientes y la manteca que comenzaba a ablandarse.
En el piso, el diario desparramado.
Sus manos apoyadas sobre el cristal de la ventana que daba al jardín, dejaban relucir a su alrededor, esa trémula aureola de vapor condensado. Una gota caía sobre piso. La frente sobre el cristal de la ventana y el llanto mudo.
Se había hundido el Titanic.

Buen relato, Czar. Me imagino que tal vez ha sido escrito en la nueva notebook. Un placer leerlo. Saludos,
Jose

QUE BUEN CUENTO,LA HISTORIA VISTA Y SENTIDA DESDE LA ORILLA,
ME GUSTO COMO HACES ESTA HISTORIA, ME PARECE ORIGINAL Y BIEN LLEVADA.

Una introducción precisa y luego un diálogo que lo humaniza.
El nombre del barco no contemporiza con el relato y remite a otra historia.
"En el piso desarmado, el diario." aquí la coma cambia el sentido (¿qué está desarmado, el piso o el diario?

Surgio de golpe... estaba tratando de hilar una historia totalmente distinta y apareció. obviamente no la dejé escapar..

gracias por la corrección antifaz. ahora lo vi. Lo del barco tengo dudas... a mi me parece que sí, digamos ancla la historia. Sera cuestión de ver si se puede colocar de otra manera... gracias, lo voy a rumear un poco.

Visto y corregido, espero que ahora funcione mejor lo del diario... el barco seguirá rumeándose

Lo que trato de decir, es que:
mencionar Titanic es referirse a la soberbia del hombre
(era insumergible). También a su millar de víctimas (muchas).
Y hasta a Leonardo di Caprio (¡se ahorgó!).
En fin, esto minimiza la pérdida del hijo de tu personaje.
El lector ya está en otra cosa con la simple mención de la
palabra Titanic.
"En el piso, el diario desparramado como el barco hundido."
es suficiente final. Claro que el lector protesta por la falta
de datos, pero el dejarlo con las ganas y pensando es parte
del juego.
Esta es sólo mi opinión y no tiene más valor. No intento que
corrijas tu texto, sólo dialogar.
ojalá mis palabras sean bien entendidas.

El relato es genial, te felicito, lo que dice Antifaz me parece correcto, igual hay otros barcos undidos, yo a Leonardo di Caprio lo odio, e hizo bien en morirse en ese bodrío de pelicula.

Mis respetos, y mis saludos, excelente!!!

Estimado manuel, razón tienes mucha, barcos hundidos hay muchos y me deje llevar por lo obvio. Y bueh, ya ni me acuerdo a que hora postee el relato, pero por lo visto mi cabeza ya no podía procesar demasiado. jajaja

PD: Aldebarán tiene 2 caps nuevos... a ver que te parecen...

Me gusto el relato,lo enfocas bien, le das otra perspectiva muy humana.
El Titanic le quita universalidad al texto,pero es muy bueno.

Es cierto eso Marioes, digamos a que a la madrugada, no tenía mucha referencia en la cabeza... iremos mejorando, muchas gracias!!!