Quien es Él

Esa tarde, la soledad y la quietud invitaban a la reflexión.

Fue así, que buceó buscándose en las profundidades del ser.

Un desconocido de aspecto idéntico al suyo estaba frente a él, sólo que estaba desnudo, tenía el cabello largo y una barba de toda la vida.

Se asustó ¿quien era ese hombre y que querría?

El extraño sonrió y dijo: – Yo soy tú y no quiero más que mi libertad. –



– Tú eres un hombre primitivo, un loco, no tengo nada que ver con tu libertad – le respondió excitado





– Dime entonces, ¿por que me niegas el derecho a mirar cuando alguien descubre que lo estoy viendo y tengo que desviar los ojos poniéndolos en un sitio que no es de mi interés?

Dime, ¿por que me privas del silencio y tengo que hablar cuando no lo creo importante? ¿Por que no debo escuchar ciertas conversaciones que mis oídos permiten oír?

¿Por que no puedo amar a quien me plazca? y ¿odiar a quien corresponda?

¿Por que debo llevar un nombre que no elegí?

Yo soy, el verdadero hombre que vive en ti preso de los condicionamientos que establece la sociedad a la que perteneces.

Tú has venido a saber quien eres, yo soy el primitivo y tu el que involucionó, el que negó la verdad y la tapó con hipocresía.

Ricardo, te has pasado, amigo!!
Excelente micro!
Un placer reencontrarme con tus letras y sigues sorprendiéndome con tus relatos, tus narraciones, micros, como éste que hacen que uno se quede reflexionando... porque... qué verdades contiene!!

Mis felicitaciones, Ricardo y gracias por compartir!

Gracias Susy
Un beso querida amiga

Un excelente micro Ricardo, con una intensidad tal que llegas al final, quedando como, puchas, como te digo, impresionado, golpeado, debido a la fuerza que le das a estas letras. Letras que hablan de ese yo que muchas veces no es libre, que con hipocresía hace cosas que no son las de él y que en el fondo, al final, uno se daña a si mismo. Voces, que hablan desde esa libertad interna y propia, que sí, amar, silencio, privaciones, que no se desearon, pero ahi estan. Primitivo hombre, ser que debió y no fue, debido a la propia ceguera que uno se impone. Y la sociedad tambien. Mucho amigo, para extraer de este texto, en que nuevamente mes has encantado con la prufundidad y fuerza de él.

Un abrazo,

Ignacio

ricardo, gran micro que nos empuja a guardar el equilibrio, entre lo que quisimos y lo que somos... las letras no sólo son letras, cómo nos demuestras.....