Propuesta para el mes de Abril

Mientras a Joaquín Sabina le han robado el mes de abril, Andrés
Calamaro “se ha dejado sus abriles olvidados en el fondo del placard
del cuarto de invitados”, se desconoce exactamente el origen de la
palabra abril". Se la ha querido relacionar con el verbo aperire
‘abrir’ (aperilis), asociándolo a que en este mes la primavera
abre la tierra, las flores, etc. También se le ha asociado a Afrodita
por el griego aphrós (espuma) a través de la forma aphrilis".
Sinónimo de "frescura, vigor, lozanía, juventud", puede apelar a la
apertura, la amplitud, la luz que proviene del ensanchamiento o,
metafóricamente, la alegría de la primavera. "La piedra de abril es el
diamante y su flor, la margarita".

La propuesta, en este caso, es elaborar un texto dentro de los parámetros del foro asignado a los mismos (cuentos. Relatos de ficción. Narrativa en general. Textos
científicos, periodísticos, ensayos, tesis, etc.Textos que no superen las 2000 palabras aproximadamente), evocando alguno/s de su/s significado/s. Cualquier duda en la especificación de la propuesta será oportunamente aclarada con gusto. Suerte y gracias por participar

Nota:
información extraída de los siguientes enlaces:
http://www.conmishijos.com/nombres/ABRIL
http://es.wikipedia.org/wiki/Abril
http://www.todopapas.com/nombres/nombres-de-nina/abril

(Ejemplo)Puertas Abiertas:


Nunca antes había estado Lucía tan segura de sí misma. Parecía estar enfrentando al mismo demonio que la había convertido en humo en cada aspiración. Se había estado consumiendo lánguidamente en su boca, en sus ojos, en el tacto de su recia
presencia.
Un tenue silbido perezoso se desprendió de la garganta misma de la sala de cocina de la empresa.
La pava comenzó a agudizar el suspiro como si augurara la presión que estaba a
punto de estallarle en el pecho. Secó cuidadosamente sus ojos y se preparó un
café (ovacionando con nostalgia la pureza del grano colombiano aromatizado
que la había acompañado desde su primer día de estudio en la facultad). Definitivamente ningún instantáneo le daría a aquel sabor (sonrío con pudor al descubrirse pensando en su verdadera pasión).
Con elegancia, esquivó su recuerdo y volvió a los pasillos decidida a afrontar las consecuencias de, tal vez, el primer impulso irresponsable de toda su vida.
_ Sr. Alvarez, ¿dispone de cinco minutos?
_Pase_
respondió amablemente pero sin ablandar el rostro. Estiró la mano y
agregó con recelo _ ¿qué es esto?
_Mi renuncia, Sr.
_ ¿Motivos?
_Personales.
_Dígame…
¿habría alguna manera de que recapacitara en su decisión?
_Es indeclinable, Sr._ respondió con un tono bajo de voz pero extremadamente
firme.
_Sabe que estarán las puertas abiertas de esta institución si decide lo contrario_ mencionó estrechándole la mano.
_Gracias. Ha sido muy edificante la experiencia laboral en esta casa y déjeme decirle
que me ha costado por ello un esfuerzo mayor tomar esta determinación.
Agradezco su comprensión.
_ Espero verla nuevamente por aquí y le reitero que las puertas quedan abiertas para usted.
Ella sonrió bajando la cabeza en señal de gratitud y aceptación y giró rápidamente
como temiendo arrepentirse o, quizás, deseando que ese momento no se
prolongara un minuto más.
Acelerando el paso se cruzaron las miradas.
_Te tengo en un puño _murmuró él apenas rozando su brazo pero asfixiándola
con los ojos.
_Lo siento; no esta vez. No más.
_No tenés con qué hundirme.
_Lo sé. No ahora. Pero tampoco te voy a seguir cubriendo…No puedo. Y soltame…ahora mismo.

Frente a un oficial, el director de la empresa declaró mas tarde:
_Esa fue la última vez que la ví.

_Carlos, tuve un sueño rarísimo…
_Aja…(musitó él llevando los ojos hacia el techo con cierto desgano)
_No es una de “mis cosas”. ¿Cómo se llama el gerente de recursos humanos? Ese, el de los nudillos lastimados.
_Nunca me fijé en los nudillos, y menos si es hombre, mujer. Tengo un sólo
gerente en recursos y es Javier.
_Bueno, ese. Me pone los pelos de punta. Me eriza la piel. No me gusta.
_No voy a echar a nadie porque “no te gusta”.
_No, pero tal vez tengas base para investigarlo con ésto _le aseguró acercándole un par de papeles _aparecieron en tu escritorio esta mañana y no me preguntes cómo. No tengo la menor idea.
_Si esto es cierto, acabás de abrir una caja de Pandora. Y tal vez sea el
fin de estas
paredes.
_ O el comienzo de una nueva restitución.
Con tal elocuencia, resonaron a manera de eco las palabras que él mismo
había dicho a Lucía: “…reitero que las puertas quedan abiertas…”

(movido)
Se dejarán en este mismo espacio los textos participantes con su correspondiente título. Para quienes estén de acuerdo, se ofrece la posibilidad de realizar una recopilación
a modo de revista virtual si el número de los mismos es considerable. Muchas
gracias desde ya, en nombre propio y del equipo de administradores y moderadores por la colaboración y por compartir.

LOS ABRILES SUCEDIDOS...


Se sucedian imperturbables los abriles en el calendario...ella parecía no darse cuenta de lo que el tiempo arrastra a su paso...lo sentía allí en el centro del corazón ,bajo su cálido pecho haciéndose presente ante cada aspiración ,ante cada exhalación...
No tenía noción de la marcha de los minutos en el reloj de la oscura sala que sabia a soledad, a noches sin luna, a días sin sol.
Su recuerdo permanecia rebelde entre aires de ausencia rogando mantuviera viva la llama de la pasión, que no arrumbara lo vivido en el baúl de los olvidos.
Volaban los abriles pero ella no se percataba de ello, es que las alas de su locura la llevaban muy lejos, allí donde él existía ,le sonreia con su boca inolvidable y pronunciaba un "te amo" inexistente sobre las tinieblas de sus labios...

XIMENA

l EN LAS HORAS TRANQUILAS DE LA TARDE



El viento susurra en la tarde soleada del primaveral mes de abril. Llega arrastrado por las nubes del Norte con frío húmedo de las nieves que todavía coronan las cimas de la cercana Sierra. Murmuran las hojas tiernas de un verde brillante en la bisoña arboleda. Como juventud que despierta a la vida, extienden sus ramas para avisarnos de su presencia. "...estoy aquí... ¡mira mis hojas recién acunadas en el tronco, mira mis flores, aspira el perfume que se extiende en el aire...!". Presume como niña púber que comienza sus coqueteos. Todo es vida, alegría, esperanza, dulzura...

Las petunias han florecido en el tiesto triste que las cobija. Moradas, lilas, rosas y blancas, se abren como campanillas descubiertas al sol tremolando entre las hojas mecidas por ese viento primaveral que no cesa. Miran hacia el sol y enseñan sus corolas y pistilos cual reinas enjoyadas como si quisieran explicar el misterio de su nacimiento al resto de las plantas del jardín que las observan compitiendo en belleza y aroma.

El verdecillo con su plumaje pintado de suaves verdes y dorados tenues, descansa en la hilera de los cables que sujetan las bandadas blancas de la ropa tendida a secar a la espera de los rayos calientes que absorban el agua y den satisfacción a la dueña, a la madre, a la mujer que ama y prepara el quehacer de la siguiente hora. Cantan los mirlos negros, con su pico amarillo recogiendo lombrices y pequeños insectos para su alimento mientras los gorriones saltan como si una comba misteriosa se curvara sobre ellos y les obligara a marcar el brinco.

Son la horas tranquilas de las tardes de abril en primavera, cuando el sol se alarga hasta la noche mostrando el paisaje que se inmoviliza lentamente dando paso a las estrellas que como puntas de diamante pronto brillarán en la superficie que se torna de azul claro en un oscuro terciopelo añil. Esas horas en las que parece han finalizado todas las ocupaciones. Poco a poco llega el silencio, la tranquilidad, la serenidad que encierra los trajines del día entre la costura doblada hasta mañana, los cuadernos cerrados, los estuches con sus lápices reposan ahora dispuestos para la próxima actividad. Es el momento de la apertura de los libros ofreciendo la lectura amena en ese silencio deseado del crepúsculo de una tarde cualquiera de primavera. Plácidas horas. Llega el descanso. Existe la paz.

Caudal de vida

Las nubes se abrian lentamentey conforme se abrian iba apareciendo un cielo azul intenso, la nievese iba derritiendo e iban saliendo timidas de su escondite , una tierna y verde hierba ,se empezaba a escuchar , trinos de pajaros felices y iban de aca para yarevoloteando y anunciando que estaba aqui que habia llegado.....El mes de abril , todos los animales se despertaban de su letargo invernal , para un nuevo comienzo de vida .
La nieve al derretirse iba convirtiendo a su paso en un paisaje nuevo y vibrante . Todo absolutamente todo es una explosion de color , olor y sonidos maravillosos, convirtiendo los parajes , de blanco puro y frio silencioso y no menos maravilloso ,a puro alboroto, alegria y calido despertar ,por un sol de abril.

Con sus abriles a cuesta ,nada tenia que envidiarle al tiempo.Sus manos cansadas aún abrazaban el ocre vivo de la tierra arcillosa y como por arte de magia, asomaban formas ,cuencos donde el agua fresca calmaría la sed de tantos caminantes.
No le pesan sus abriles, sus ojos de un celeste claro y serenidad infinita muestras la sabiduría de quien ha sabido vivir y sobre todo de quien acepta al tiempo y su ciclo.

Abril se despereza lento, bajo el viejo olmo, aquel hombre de mirada serena ya sueña con otras tierras.

Mis aplausos....


Muy detenidamente Laura se miró al espejo y vio como su imagen se fragmentaba en tres partes. Era como si cada pedazo mostrara tres partes diferentes de su vida, cada uno hablaba de momentos diferentes.
Aquel donde su lado izquierdo se reflejaba, le recordaba el día que lloró intensamente de la emoción porque había ganado el premio de literatura tan ansiado por ella. Tan solo tenía 20 años cuando un 15 de abril recibió una llamada telefónica dándole la feliz noticia. Su cuerpo estilizado daba saltos de alegría, la primavera la cobijaba toda. Eran momentos de felicidad completa. El mundo se había detenido ante ella y días después Laura recibía una condecoración por ello y la propuesta escrita para que una prestigiosa editorial publicara su novela. Estos recuerdos pasaron en cuestión de segundos.
Posó su mirada sobre la parte del centro del espejo y la imagen de sus labios rojos le trajo el recuerdo del gran amor de su vida. Aquél que había partido hacia tierras lejanas en pos de cumplir sus anhelos. Ella lo había dejado partir sin ningún reproche, sabía lo que era acariciar y tener en sus manos el preciado tesoro de los logros cumplidos. Nunca más volvió a saber de él. Se extrañó que esta parte del espejo le recordara a aquél hombre, hizo un giro de cabeza para mirar la otra parte del espejo.
Vio sus manos reflejadas bajo su rostro, las mismas que un día cerraron los ojos de su madre por última vez. Una lágrima rodó por sus mejillas, y recordó como desde niña, ella siempre la impulsaba para que escribiera.
Al recorrer las tres visiones, otra más llegó como dejavú. Sus manos alzaban nuevamente la copa del triunfo, percibía que el libro que tenía cerca a su pecho, y que no alcanzaba a reflejarse en el espejo, se convertiría en otro betseller importante. Bajó sus ojos hacia los borradores y pensó en lo poco que faltaba para terminarlo: era la historia de ella en la cual mencionaba al hombre que quizás había cumplido sus metas, habían pasado tantos años; su nombre no había logrado sacar de los anales de su memoria.
Se quedó dormida tras tomar una tasa de café y con los originales depositados en la alfombra, tenía que dormir porque sin tener aún el final de su historia, tenía cita con un importante editor al día siguiente. Ese encuentro lo había soñado desde el primer día que empezó a escribir la novela y que casualmente también había empezado en un día del mes de abril.
La luz de los rayos del sol daba en la cara de Laura despertándola suavemente. Miró el reloj y supo que tenía tiempo justo para llegar a la cita. El corazón latió fuerte, se bañó, se perfumó. Tomando su cartera y las hojas de su escrito, salió de su casa, condujo hasta el lugar citado y en cuestión de minutos estaba frente a la puerta de quien sería su editor. Por algún momento le cruzó el pensamiento de que su novela fuera rechazada porque no tenía aún el final de ella, trabajo le estaba costando escribir el desenlace.
Se sentía nerviosa, parecía chiquilla, y a sus cuarenta años no tenía por qué estar así. Sus manos estaban frías y al tratar de darles un poco de calor, fue invitada a seguir por una voz masculina que salía desde el interior de la oficina.
Entreabrió un poco la puerta. Su vestido negro (ceñido al cuerpo), dejó ver a través de una pequeña abertura parte de sus muslos. Era una mujer impresionantemente bella: el pelo negro que caía un poco más abajo de los hombros resaltaba su tez blanca, en sus labios el color rojo resaltaba su mirada serena. Se dirigió hasta cerca del escritorio del editor quien la miraba fijamente, no había reparado en él y ya sentada vio su cara. ¡No podía creerlo! Sintió que un frío corrió por su espalda, el hombre la miraba con una amplia sonrisa y mirada tierna, mientras le ofrecía su mano y decía su nombre lentamente: L a u r a…
Atónita no sabía que decir, mientras él firmemente decía: Sí soy yo.
Desde ese milagroso instante, Laura supo que quien cumpliría su nuevo sueño y lograría convertir su novela en betseller, sería aquel hombre que desde jovencita no había vuelto a ver. Y como magia, supo que la luz de la primavera le susurraba al oído el final para su novela.

Etelsaga

Su recuerdo rondó todos los días de mi juventud y me alcanzó hasta este balcon de varios lustros a los que se asoma mi vida ahora.Alcanzaba su máxima expresión en Abril, cuando en esta parte del mundo es otoño.
-Damián - repetí como en trance -Damián....
- Es que no te acuerdas de mi? - preguntó - Fuimos novios..
Quería obligarme a respnder algo pero no podía ni siquiera reaccionar. Al fin con esfuerzo, pude decir: -Claro que me acuerdo. Qué haces por aqui?
-Aprovecho el feriado de Semana Santa para hacer algunos trámites - explicó -Tienes tiempo para tomar un café?
Acepté de mala gana.No me daba alegría este reencuentro. Sin embargo, lo había imaginado tantas veces.
De pronto, el encanto indescritible de la tarde otoñal se había esfumado. En su lugar quedaban las hojas secas que ensuciaban el pavimento, los gorriones buscando refugio en los árboles y el Ángelus de la iglesia como un lamento fúnebre.
(Ejemplo)Puertas Abiertas:


Nunca antes había estado Lucía tan segura de sí misma. Parecía estar enfrentando al mismo demonio que la había convertido en humo en cada aspiración. Se había estado consumiendo lánguidamente en su boca, en sus ojos, en el tacto de su recia
presencia.
Un tenue silbido perezoso se desprendió de la garganta misma de la sala de cocina de la empresa.
La pava comenzó a agudizar el suspiro como si augurara la presión que estaba a
punto de estallarle en el pecho. Secó cuidadosamente sus ojos y se preparó un
café (ovacionando con nostalgia la pureza del grano colombiano aromatizado
que la había acompañado desde su primer día de estudio en la facultad). Definitivamente ningún instantáneo le daría a aquel sabor (sonrío con pudor al descubrirse pensando en su verdadera pasión).
Con elegancia, esquivó su recuerdo y volvió a los pasillos decidida a afrontar las consecuencias de, tal vez, el primer impulso irresponsable de toda su vida.
_ Sr. Alvarez, ¿dispone de cinco minutos?
_Pase_
respondió amablemente pero sin ablandar el rostro. Estiró la mano y
agregó con recelo _ ¿qué es esto?
_Mi renuncia, Sr.
_ ¿Motivos?
_Personales.
_Dígame…
¿habría alguna manera de que recapacitara en su decisión?
_Es indeclinable, Sr._ respondió con un tono bajo de voz pero extremadamente
firme.
_Sabe que estarán las puertas abiertas de esta institución si decide lo contrario_ mencionó estrechándole la mano.
_Gracias. Ha sido muy edificante la experiencia laboral en esta casa y déjeme decirle
que me ha costado por ello un esfuerzo mayor tomar esta determinación.
Agradezco su comprensión.
_ Espero verla nuevamente por aquí y le reitero que las puertas quedan abiertas para usted.
Ella sonrió bajando la cabeza en señal de gratitud y aceptación y giró rápidamente
como temiendo arrepentirse o, quizás, deseando que ese momento no se
prolongara un minuto más.
Acelerando el paso se cruzaron las miradas.
_Te tengo en un puño _murmuró él apenas rozando su brazo pero asfixiándola
con los ojos.
_Lo siento; no esta vez. No más.
_No tenés con qué hundirme.
_Lo sé. No ahora. Pero tampoco te voy a seguir cubriendo…No puedo. Y soltame…ahora mismo.

Frente a un oficial, el director de la empresa declaró mas tarde:
_Esa fue la última vez que la ví.

_Carlos, tuve un sueño rarísimo…
_Aja…(musitó él llevando los ojos hacia el techo con cierto desgano)
_No es una de “mis cosas”. ¿Cómo se llama el gerente de recursos humanos? Ese, el de los nudillos lastimados.
_Nunca me fijé en los nudillos, y menos si es hombre, mujer. Tengo un sólo
gerente en recursos y es Javier.
_Bueno, ese. Me pone los pelos de punta. Me eriza la piel. No me gusta.
_No voy a echar a nadie porque “no te gusta”.
_No, pero tal vez tengas base para investigarlo con ésto _le aseguró acercándole un par de papeles _aparecieron en tu escritorio esta mañana y no me preguntes cómo. No tengo la menor idea.
_Si esto es cierto, acabás de abrir una caja de Pandora. Y tal vez sea el
fin de estas
paredes.
_ O el comienzo de una nueva restitución.
Con tal elocuencia, resonaron a manera de eco las palabras que él mismo
había dicho a Lucía: “…reitero que las puertas quedan abiertas…”[/quote]

(Aporte subido por Micaela)


“Vino el señor otonio, puntual con abril,Pinto los arboles de amarillo, de rojo y marron.
Los dias de abril se acortan y el aliento fresco de don otoñio se hace sentir.
Asi es abril, así es este señor que con sus manos nos regala los colores del sol”.


(https://letrasyalgomas.foroes.org/propuestas-mensuales-f28/propuesta-para-el-foro-de-textos-relatos-t11200.htm)

Un foro interesante, donde la creatividad se ha puesto de manifiesto, en estos relatos , que al ser condicionados por la palabra Abril, más a prueba ponen la inventiva de los escritores.
Un ejercicio literario muy bueno, que ha dado como resultado excelentes trabajos.
Felicitaciones Silvi por esta propuesta y mis felicitaciones a quiens estan participando, realmente son unos trabajos formidable.


Que las hadas los acompañen

Felicitaciones a quienes han ido participando, como lo has dicho, Cynthia, creatividad, calidez, calidad y muy buena onda. Gracias a todos. Ya estoy juntando todo y les cuento. Beso.
Sil.

Han sido enviados los certificados correspondientes a quienes han participado de esta propuesta o ejercicio. Si no lo han recibido, por favor, me lo comunican. Desde ya muchas gracia por su participacion que ha sido enriquecedora para todos. La idea es que por ahora quede abierta con una pequeña variante. Esta vez, por ejemplo, para quien/es se anime/n, el disparador inicial sería el mes de mayo.

“Mayo es el quinto mes del año en el calendario gregoriano y tiene 31 días. Los antiguos romanos le llamaban maius y su nombre parece provenir de la diosa romana Maia (antes denominada Bona Dea), cuyo festival se celebraba en este mes. En la antigua Grecia su equivalente es el mes de Targelión. Quintilis fue originalmente el nombre del quinto mes (que después fue cambiado de lugar para ocupar el séptimo) en el calendario romano, estaba ubicado después de junio y antes de sextilis. La piedra de mayo es la esmeralda, y su flor, el lirio.” Esta información compartida por Poesíacarnívora (que puede ser encontrada también en las siguientes fuentes:
http://es.wikipedia.org/wiki/Mayo y http://circulodeestudios- centrohistorico.blogspot.com/2010/05/efemerides-1o-mayomaia-diosa-de-la.html) nos sirve como base para comenzar.

Nota: La diosa romana a la que se hace referencia es aquella (que es) símbolo de fertilidad, de cultivos y floración.

Ejemplo:

Esmeralda es la quinta hija de un matrimonio humilde. Hace unas cinco semanas tuve la oportunidad de entrevistarla. No creas que hace algo diferente del resto de sus compañeros;
tampoco hay en ella algo que resultase más interesante para destacar.
De sus manos, brotaban los capullos más tiernos de brotes de lienzos pintados con esmero; y de sus labios, florecían madrigales de esperanzas para los desocupados que asomaban a la ventana de su “box” (si, como podría ser la ventana de Natalia, la de Luis o la de Agus)
En una de sus respuestas, entre palabra y palabra, se le coló una mirada de luz y me intrigó preguntarle.
_Gracias _me respondió visiblemente aturdida pero encantada_ me dijo gracias.
Y entonces me relató como una simple piedra sin sentido podía ser tallada en una sensación tan agradable.
Nunca más volvió a escuchar esa voz (que lejos estaba de esconder una excusa de acercamiento). Tampoco creo que vuelva a ver a Esmeralda. Pero la sencillez con la que recibió esa simple palabra desató, no una, sino varias semillas de ilusión en mi cansado y descreído espíritu. Y fue entonces que mis decepciones se fueron comiendo la tierra del desánimo y la fertilizaron con persistentes caminos donde se oxigenaron las dudas y los abates diarios. Entre las matas de las quejas y
reproches, ella había encontrado una gema en bruto y la había compartido conmigo. Ahora, lo hago con ustedes.

Gracias po r los certificados, y bueno veremos como participar en esta propuesta donde es más complicado el tema, aunque tiene más misterio y seducción.

Ya vuelvo

Aquí va mi participación para el mes de mayo.



[img][/img]

Este texto está escrito como recuerdo de
un encuentro amistoso en el mes de mayo
del pasado año. Un mes que tiene un
gran significado para mí por celebrar mi
cumpleaños en el día 29 de este mes.

ASÍ ME SENTÍ



Como un mar inmenso, hecho de lágrimas. Extendido en el mundo, entre rocas y árboles, entre prados y nubes, entre cielos y soles, entre lunas y noches. Así me sentí mientras llegaban a mí las palabras hermosas de felicitación. Nadie podía conocer los latidos de mi corazón cada vez que una frase surgía en la pantalla del ordenador. No podían adivinar mis sentimientos porque ninguno tenía la capacidad de identificarse con ellos, no se lo permitía su juventud. Unos recién salidos de la infancia, otros en pleno brote de juventud, algunos en tranquila reciente madurez... Yo era la única que había traspasado esa barrera en la que ya se deja todo atrás: los ánimos, las esperanzas, las alegrías, incluso las luchas y las obligaciones. Dejas de hacer por los demás para que los demás hagan por ti; sólo yo tenía conocimiento de esa circunstancia abrumadora que llena de perplejidad cuando llega a tu consciencia. Por eso, cuando todas aquellas palabras que se desgranaban una tras otra, reflejando en ellas la lozanía de sus remitentes, yo sabía que ninguno podía adivinar como las recogía un corazón cansado de conocer muchas etapas de la vida y toda aquella felicidad espontánea que dejaban entrever en sus letras, rejuvenecían un corazón agostado por tantas marchas, unas en compañía y las más en solitario.
Pero todavía continuaban vivas las esperanzas, o por lo menos, algunas esperanzas, algunos deseos de lucha por seguir y esperé con ansia el encuentro de quienes ofrecían aquellas palabras de felicitación que, por esas casualidades del destino, coincidía con mi cumpleaños. Sí, nos reunimos, conseguí abrazarlos a todos en unos pocos porque mi corazón se ensanchaba en cada abrazo extendiéndose en el recuerdo a unos y otros. Luego las palabras, las llamadas telefónicas, las voces desconocidas que llegaban a lograr el brote de las lágrimas porque ya podía reconocer el afecto en una voz que, en aquel momento, se hacía más mío, más íntimo, más amoroso. Entonces eras consciente de la dificultad en comunicarme porque mi corazón no se atrevía a decir a las voces nuevas, a las caras y figuras de aquellos seres a los que ya amaba en el anonimato, toda la sinceridad del cariño que sentía por ellos. Podría parecer vulgar, ridículo o cursi y lo ocultaba entre sonrisas, entre bromas para que nadie pudiera asombrarse de unas lágrimas dispuestas a rodar por las mejillas sin poder dar una explicación coherente. Sólo podría decir: "...es que os quiero..." Y nadie sabría responder. La realidad dura me decía, calla, disimula, ellos no comprenderán que tu vejez aumenta el amor porque el tiempo para ti es más corto, ellos no entienden la sensación de falta de futuro, de ese final de tiempo cada vez más cercano y que te obliga a aprovechar con egoísmo cualquier momento entrañable. Y así, guardaba en mi corazón todas las vivencias, todos los detalles: Las expresiones, las miradas, las palabras, las risas, las voces, las tristezas vislumbradas a través de las miradas, las alegrías espontáneas, los deseos de luchar y la alegría por vivir. Callaba y en el silencio sólo sentido por mí, todo lo guardaba en mi corazón.
Al día siguiente llegaron las fotos, los recuerdos hechos papel y los observé con atención. En un principio me dieron una gran alegría, allí estaba el momento captado por el pensamiento, las imágenes plasmadas en la mente, hechas realidad, pero después de un cierto tiempo de contemplación, sentí el desengaño. Aquellas efigies eran papel, si hubiera visto las mismas unos años antes, las personas hubiéramos sido diferentes, si las viera un tiempo después, seríamos otros. No, las fotos significaban un momento rápido, un relámpago. Mañana todos somos diferentes; la sonrisa más abierta o más borrada, la mirada más triste o más alegre, la figura más atractiva o más ajada... y los años que acaban con esa juventud que se marchita de manera inadvertida pero constante. No, la realidad quedaba en mi interior. En mi recuerdo, en el encuentro, en el abrazo, en las voces escuchadas y las miradas observadas, en la dulzura de las sonrisas y la caricia rápida de una mano. Allí quedaba la amistad. En las sensaciones que llenaban el corazón.
Y guardé las fotos con nostalgia ¿Volvería la cámara a captar una nueva imagen de todos nosotros dentro de..... equis tiempo...? Aunque la hiciera ya no seríamos iguales, los años aplastan, son mortales. Y volví a decir no. Las fotos quedarían en el álbum, algo que fue un momento de la vida. La verdad, lo auténtico, se quedaba dentro del corazón.
Me senté a meditar. Aquel día 29 del hermoso, florido y luminoso mes de mayo, había sido mi 75 cumpleaños. Diferente a otros. Con amistades y cariños nuevos, con demostraciones de afecto impensadas y las atesoré en mi interior, ellas eran el valor de las cosas, el oro del mundo y yo ya no sabía si volvería a sentirlas otra vez. Los años corren veloces, enlentecen el camino, las manos necesitan un bastón para ayudarse a recorrer el sendero y la vejez es soledad. Sólo quedan los recuerdos.
Si. Así me sentí en aquel, un día más del mes de mayo en mi vida, en mi 75 cumpleaños al que nunca supe si llegaría. Pero allí estaba como un mar inmenso hecho de lágrimas, de las lágrimas que da la vida, unas de tristeza y otras de alegría pero lágrimas al fin, aunque este día de hoy ese mar salado que soy yo, refleja los inesperados rayos luminosos de la amistad sincera que llenan de felicidad este corazón, ya marchito por los años...
Ha pasado un año más. En el presente, al rememorar este escrito en un 11 de mayo sólo faltan unos días para que pueda añadir una cifra a mi ya larga vida; el día 29 cumpliré 76 si Dios lo permite y volveré a recordar las amistades, los amores idos, los nuevos, los perennes. Así soy consciente de cómo la existencia sigue su ritmo imparable. Por más que se diga: “ya no espero nada”, esa vida enigmática que siempre nos sorprende con una novedad inesperada, está cada día escondida a la vuelta de la esquina para ofrecernos una sonrisa y una florida rosa. Este hermoso mes de mayo podré contar 76 primaverales mayos en mi vida… no puedo quejarme.

Ximena, Xanino, Beatrix, Mario, Ethel, Auranda, Cynthia y Micaela; reitero mi agradecimiento y felicitaciones por haber compartido esta propuesta (que queda cerrada con el cautivador texto de Xanino). Gracias a todos. Un abrazo. Silvina

Amiga mía, no sabes cuánto agradezco este detalle. Mientras tomo el primer café de la mañana cuando el silencio del día todavía me acompaña, acostumbro a encender el ordenador y mirar las novedades que hay en mi correo. Hoy me ha sorprendido ésta tuya que no puedes imaginar cuánto me ha alegrado. El día que llegues a la edad que cumplo hoy,comprenderás lo que digo porque son momentos en los que le exprimes a la vida toda la alegría que le queda lo mismo que si fuera una naranja jugosa a la que deseas extraer las últimas gotas. ¡GRACIAS AMIGA POR EL BONITO DETALLE¡¡¡ Un beso muy fuerte en este día especial para mí en el que agradezco al Universo la generosidad de mantenerme en este mundo con suficiente entendimiento, salud y fortaleza para continuar el camino..., hasta que haya cumplido con mi misión. ¡GRACIAS!!!

Atesoro tus palabras y deseo que pases un lindísimo y pleno cumpleaÑos