Hay ocasiones en que uno se sumerge en la lectura a tal profundidad que llega a un estado tal que no cabe otra opción que parar y reflexionar qué lee y lo que es mas importante: qué piensa sobre lo que lee.
Leer no es, solamente, esparramar la vista sobre los renglones de izquierda a derecha sino algo más, algo más difícil de conseguir: consiste en el difícil acto y arte de reflexionar y buscar lógica al pensamiento que en ese momento le visita de paso por la mente; es hablar en voz baja consigo mismo, es esto y más aún.
Leyendo a Albert Camus y concretamente su novela "Calígula" hay una frase que me lleva a una imagen y ésta no es otra que verme en una sala de conferencia y frente a cincuenta personas o más que es lo que me ocurre cada viernes por la tarde cuando, y por motivo de mi trabajo, tengo que compartir momentos con personas de mi empresa.
La frase es la siguiente: " el hombre muere y no es feliz ". La sociedad de hoy no es feliz, peor aún: ni lo sabe ni sabe cómo serlo. Vivimos convencidos que estamos en una crisis pero nadie se ha parado a pensar que esto no ocurre ahora y desde que hemos empezado a sufrir en nuestros bolsillo los designios de quienes mandan en nuestras vidas: el dinero. La verdadera crisis que sufrimos, y desde hace ya décadas, es la crisis del pensamiento, del Ser ( del verbo ser), ocurre que la confundimos con otro verbo y éste sí que es peligroso y es el TENER: sufrimos la crisis del TENER. Lo queremos tener todo o casi todo; queremos tener hasta lo que estamos convencidos que jamás tendremos, pero no le damos valor alguno al SER: al ser feliz, al ser honesto con nosotros mismos y con nuestros allegados, al ser honrados...
Sólo sabemos que vamos a morir, pero jamás nos planteamos mínimamente ser feliz, y no lo hacemos porque las ambiciones que tenemos son muy altas, altísimas, hasta tal punto que ni nos paramos a pensar que la podemos conseguir y nos consuela eso precisamente: no la vamos a conseguir y por lo tanto... ¿ para qué ?.
Mi meta está en conseguir algo que tenemos pero que no disfrutamos, algo que en futuro podría servir como "moneda" para vivir, ya les hablaré de ello en otro momento. Ahora voy a seguir leyendo a Albert Camus.
Teknarit, África.