CABELLO BLANCO +++RECOMENDADO FEBRERO DE 2010+++

Tema: CABELLO BLANCO +++RECOMENDADO FEBRERO DE 2010+++ Lun Ene 11, 2010 11:12 pm

Domingo.

Mientras en la casa transcurren los prolegómenos del almuerzo, decide bajar a la playa para satisfacerse con una buena zambullida, sacarle punta a la inveterada costumbre de rumiar la vida y de paso pensar en Sofía.

Disfruta del homicida sol del mediodía. La piel curtida y cobriza lo protege según él.

Como todos los años habían alquilado el chalecito de siempre en aquel balneario alejado del ruido.
- No te tardes - dijo la madre - a las “dos” almorzamos.
- ¿Oíste bien tarambana? -, agregó la hermana más bien truculenta. La del medio estaba dale que te dale a la pinza de las cejas.
- Eso mismo, eso mismo; musitó sin desviar la vista del pequeño espejo.
- Sólo me largo un rato; voy, me pego un baño y listo. Eso de tarambana se lo puedes indilgar a tu novio…par de papanatas.
- No te metas con Claudio, oloroso insufrible.
- Ufff...
Secalza las chancletas. Cubre la cabeza con la remera Rolling. El short que lleva, sólo se lo ha sacado en tres días para bañarse o practicar prosaicos menesteres.Tropezando descuidadamente baja por el médano más pronunciado eludiendo a sabiendas la escalera de madera.

El nivel del mar se despliega a varios metros por debajo del borde de la carretera producto de la marejada que durante milenios ha lamido la costa arcillosa. En algunas zonas se han conformado enormes acantilados de tierra y arena. El mar entra y sale según los caprichos de la luna, renovando incansablemente la estrechez de la zona de arena fina que caracteriza el oeste de esa misma playa, más amplio y más protegido del viento.

La mano del hombre, en procura de aplacar la furia de la naturaleza levantó frágiles espigones que irremisiblemente son socavados e inutilizados por el incansable debatir de las olas.

En invierno y con el viento bravo dichos artilugios de nada sirven; el agua arrastra la arena que estalla en nubes caóticas cubriendo completamente las míseras atalayas.

En esa zona la naturaleza predica y dispone a su antojo.

En verano todo vuelve a la normalidad. Las arenas suaves, secas y blancas acogen nuevamente con amabilidad al caminante o al mero “sombrillero”. El mar retoza como un perro al sol. Pocas cosas lo conmueven excepto las brisas fuertes conformando olas de diverso calado. Le teme a los gordos que hacen la “plancha”.

De todos modos, por las noches se permite alguna tropelía.

Zambullirse en esas aguas esmeraldinas y reverberantes renueva año a año el placer del cuerpo en libertad, sometido durante nueve o diez meses a la ropa gruesa y las afecciones de salud.
Corriendo desaforadamente para no sentir sobre la piel el frío inicial del agua, se va liberando por el camino de la camiseta y las chancletas. Corta “de una” la ola deliciosamente espumosa que habrá de morir en la orilla como los tipos que suponen que con dinero compran a la chica con la cual desearían casarse. Digo.

Goza como colegial de las infinitas posibilidades de su cuerpo joven: Sumergirse en el agua cristalina y reconfortante elogando el cuerpo lo más posible en una o dos brazados de diez a quince metros. Luego tomará una nueva bocanada de aire por la boca y buscará el piso arenoso para levantar piedrecillas o perseguir peces.

A esas horas del mediodía de fuego son contadas las personas en la playa.
La marea lo acerca al extremo de uno de aquellos espigones. Saca la cabeza chorreante de agua, atinando, medio ciego y con el cabello revuelto sobre los ojos, con una mano el borde del hormigón para después acostarse y secarse al sol. Horrorizado retira la mano que había rozado unas pierna emplumada que cubría varios dedos puntiagudos y filosos como garras.

Se echa hacia atrás despavorido.

Sin poder dar crédito a los ojos observa un joven hermosísimo con dos alas emplumadas en la espalda, enormes y blancas, rematadas en los bordes con otras rosa pálido. En ese momento las tenía plegadas sobre el cuerpo velludo y musculoso. Los órganos sexuales reposaban suavemente en el hormigón de la explanada sobre la cual se hallaba encuclillado.
Tenía el aspecto de un arcángel luminoso con su cabellera rubia, sostenida por una trenza del mismo pelo. Desde el fondo de las cuencas violáceas la mirada, amarilla y profunda, parecía abarcar todo cuanto alcanzase el entorno. La nariz apolínea y los labios abiertos en una sonrisa franca y tranquilizadora aplacaron el desasosiego inicial. Sin embargo lo escrutaba con atención.
- No te asustes, no te haré daño. Acércate y conversemos hasta que deba desaparecer.
- Pe…pero, ¿Quién eres? Es monstruoso tu aspecto.
- Soy un objeto de las circunstancias, quizá un caprichoso amasijo de luz y tinieblas que adquirió vida merced a elementos con espíritu poético. Volúmenes de estilo profético. Obra de inmortales colmados de deleites reverentes a su propia y ardua plenitud.

Te advierto que debes llevar hasta el sepulcro el secreto de mi existencia, de otro modo vivirás mortificado de por vida y tus hijos serán presa de mis instintos.
- Cómo te has atrevido entonces a salir a la luz del día tú, producto de las tinieblas... si es posible imaginarte. ¿Cómo vives? ¿Dónde?
- Bueno…es una historia lóbrega que te volvería hielo la sangre y veo que te estás divirtiendo. De aquí en más estaré tras tus pasos y a cambio del secreto te beneficiaré, impidiendo males que te aquejen sean cuales fueren. Salgo de mis lugares una vez cada mil años. Ahora debo regresar a ellos pero ten presente siempre que estaré expectante de tus actos.
De pronto sus ojos cambiaron de dirección y la nariz se transformó rápidamente en un instrumento ganchudo y afilado. Una hermosa joven acababa de introducirse en al agua algunos metros más allá. El gesto no le pasó inadvertido.
- ¡¡¡¡Vete por favor:¡¡¡Huye¡¡¡¡, gritó angustiado.

Hallábase distraída saludando con manotazos airados lo que podría ser un grupo de amigos que venía bajando por la escalera de acceso. En principio no entendía la razón de los alaridos de alerta, pero fue dar vuelta la cara y comprender todo inmediatamente.

Un ave de enorme porte la tomó de los cabellos con sus garras poderosas, la sacó del agua tal como si fuese un pez elevándose luego verticalmente en pos de confines inauditos.

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- Justina ve y abre la puerta, deja por favor de mirarte al espejo y atiende el timbrazo.

- Mami, es un tipo de pelo blanco que no puede hablar. Quiere entrar no sé a qué.

- Cierrá esa puerta por favor…lo único que faltaba.

- Disculpe señor…

Luis Alberto Gontade Orsini

Derechos reservados.

Riqueza de palabras y vocabulario ,muy rico y variado el lenguaje que empleas para tu historia.

¡¡Abrazo de flores!!

Coincido con pétalos de seda, un extraordinario vocabularioy la historia, exquisita, muy bien narrada con final sorprendente. Facilidad para el diálogo ¡qué suerte! para mí es muy difícil intercalarlos. Felicidades.

Delicia de relato con una riqueza de vocabulario (como lo han mencionado) notable. El recurso del diálogo no es fácil de integrar y en esta historia se adecua con fluidez.
Saludos
Silvina.

Interesante mezcla muy enriquecida a lo largo del mismo.
Y ser un recomendado merece mi felicitación igualmente.
Me ha encantado el tema.
Un cordial saludo. Elisa

Enhorabuena,por la recomendación del mes de febrero.
La exquisita riqueza de vocabulario que empleas en tu historia...Se lo merece.

¡¡Abrazos de flores!!

Felicitaciones por haber sido Recomendado de Febrero, un merecido premio por una historia muy bien relatada.
Saludos
Jaime

Complejo final, muy interesante!

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