Carta a mamá (un poquito antes para que llegue a tiempo)

Querida mamá:
En unos pocos días será nuevamente el día de la madre, un día especial. Cada año, esa fecha trae emoción y recuerdos. No es fácil, me sigo sintiendo hija a pesar de ser madre y abuela. Atesoro marcas que signaron mi caminar. Una vez más siento deseos de escribir un poema para mamá. Cada año un poema más, ¿habrá algo nuevo para decir esta vez? ¿Qué más queda por agregar? ¿qué más hubieras querido escuchar? Nuevamente surgen palabras: mamá, corazón, perdón, latido, vida, esperanza, dolor, sueños… y una lista que parece no tener fin. Unirlas en frases, sentimientos, para poder gritarlas o enmudecerlas. No es fácil, digo una vez más.
Los años pasan, y me pregunto ¿queda algo más para decir? Seguramente mucho o nada, no sé. Lo que si se es que no lo dirán los regalos, ni un gesto aislado que se da una vez en el año. No lo dirá mi presencia callada y emocionada ante tu tumba.
Probar combinando de forma diferente las palabras: “gracias por lo que fue y por lo que no fue, gracias por entender y callar, por aguantar el dolor ante mis ojos.” ¿No lo dije ya? Seguramente sí. Ahora tengo más años y menos palabras, tal vez todas las dije ya. “ayer con tu presencia fui feliz, ayer el mundo que me construiste me protegió”. Seguramente más de una vez lo escribí.
Qué más queda por decir? “te extraño, quisiera que me veas, que disfrutes conmigo lo que conseguí”. Sé que es imposible acá. Tal vez alguna vez en el más allá.
Los años, sin querer algunas manías tuyas me trajeron, ¿te acordás cuando te decía que por tanto trabajar no te harían un monumento? Son mis hijos los que me dicen hoy a mí –y me hace sonreír-no era algo que pensaba hacer. ¿Y escuchar canciones viejas? No sé por qué, lo hago yo ahora también. ¿Será propio de una edad y me llegó el tiempo a mí?
Tener vida es mucho más que nacer, por vos nací y por vos aprendí a vivir. Es mucho más que existir y recorrer el tiempo. Con vos aprendí a reír y llorar. Me mostraste el mundo por dentro y por fuera, lo bueno y lo malo. Y después me diste libertad para elegir. Cuando me caía me ayudabas a levantar. Eso es bueno, mamá. También me anticipabas las consecuencias y nuevamente me dabas alas para volar. Gracias mamá. ¿Lo estaré haciendo bien yo como mamá?
Escribir un poema más, ¿queda algo más para decir?
No sé si me ves, si me escuchás, o si nos reencontraremos. Por eso quiero vivir aquí con mis hijos todo lo bueno que de vos aprendí, por eso quiero aprovechar el tiempo, dejar marcas yo también. Una vez escribí que “siendo madre como tú quisiera dejar en mis hijos tan ferviente amor”, en algún libro escrito quedó. En el libro de la vida de mis hijos ojalá también esté.
Cuando se apague la luz, cuando el silencio llegue, sonriendo quiero estar, sabiendo que di lo mejor, con ilusión, con amor. ¿Será posible? ¿Cómo lo haré realidad? Tal vez tu ayuda una vez más necesitaré. ¿Estarás ahí en ese momento?
Y los sueños se cumplen
Y los sueños se van
En tu vida madre mía
Tal vez un sueño fui.
Hoy las palabras cantan en el corazón, ríen por tu descanso y perdón, lloran por tu ausencia ante mis ojos. Hoy las palabras se esconden, saben que están de más.
Soy madre, privilegio supremo,
regalo bendito del Ser superior.
Soy madre y callada quisiera
que a mis hijos les quede
solo un recuerdo lleno de amor.
Un año más, feliz día mamá. A todas las madres del cielo y la tierra mi homenaje en vos.

Linda y emotiva carta, gracias por compartirla. La he disfrutado!