HOJA

HOJA

I
Sabes muy bien negra, que tu belleza es solo una fantasía, no existe sino ahí, en tu cabeza, cuando escribes o sientes que el mundo duerme en tu vientre.
No eres hermosa, no, no lo eres, no puedo calificarte de bonita, eres como una hoja de pasto verde, común, poco estética y entonces apaciguas mi boca con el viento de tu tinta.
Que sabes tú de ser real, si tu eres un sueño, y me has dicho que no quieres tus ojos, que eres de la noche, que eres del silencio, para luego cantar, para qué dices quererme? no quería tenerte, pero te hice mía en tu paraíso de oscura.
Que hago para salir de ti, de eso que es tu verso, tus garabatos, tus andrajos de papel, de la seducción de las hilachas de imaginación, la enredadera de tu lengua, de tus manos, de tiempo fuera, de fastidio de fea.
Sigues siendo eso, nada, nada que pueda enriquecerá esta mi piel o a mis ojos, y sigues hablando y yo sigo leyéndote y entonces creo apaciguar amor, esa angustia de amor, si tan solo fueras así cuando te miro.
II
Negra son las nueve y media de la mañana, estoy sentado en la vereda, hace algo de frio. Hoy si pude comprar los libros que buscaba, y entonces me ha atacado lo que dijiste, hace 12 o 13 años a tus 18 siglos, eso de lo simple, de tus no complicaciones, y creo tenias razón, y te recuerdo feliz, sintiendo la lluvia en ese tu cabello cenizo, negro, rizado a medias, sonriéndome a la vuelta de cada esquina, tú la vieja amiga de los duendes que te despiertan en la mañana, boberías tuyas.
Y es que no entiendo, no te entiendo, que eres tú, quien eres tú, has crecido y encogido, has perdido cordura has ganado edad, has perdido peso y ganaste una cuantas arrugas, y eres una niña triste....... El sol está calentando mi cabeza, tengo que trabajar, creo que te estoy extrañando, algo que no quiero sentir, no sé si alguna vez lo sentí, pero no negra, la tengo a ella.
III
En mi trayecto, te he visto en un bus, como siempre perdida en no sé qué maraña de desaciertos, sola, sola en la noche, en noche de luna creciente, no paso ni un minuto, mirabas hacia donde estaba parado, sabré yo que no me reconociste, había mucha penumbra, y no traías tus lentes, lo abras extraviado, de todos modos, tú no quieres tus ojos, yo en el recoveco, escondido con ella, la que me gusta, la que empiezo a amar, pero esa expresión tan tuya sin ojos pero mirando; perturbando y perturbando mi conciencia, mi indolencia de ti, y creí trasladar mi mano a tu pecho para ahogar tu corazón, para matar el amor que sientes por mí, para matarte por fin. Extraña mujer pariente de un tal sombrero loco.
Sensación atemorizante, incomprendido ahora yo, que tendré que disimular ante mi mujer, yo no te voy a querer, no te puedo querer, y me perturba saber que haga lo que haga públicas al mundo que me sigues amando
IV
Óyeme, léeme, lo he dicho mil veces y te lo volveré a gritar, Negra deja de pincharte ahí, te duele yo sé, y has dicho que te irás, cuando haya luna muerta con lluvia rasguñando cristales, pero te sigo encontrando, inmanente, pensativa, con la misma basura de angustia.
Todos los siglos, es que me parecen siglos, los que he visto en tu cara, tatuajes de inquietudes dormidas a piedrazos, hasta el que fabrique en ti, te he dejado y te has negado a llorar, hablamos sobre esto antes y te calle, y sigues guardando, sigues escondiendo, tus simplezas, tus tormentas.
Te va a doler, te va a doler mas, intensamente, piensas demasiado, piensas tanto, es mejor que olvides, es vital que olvides, no regresare, ni como los fantasmas, ni como anima arrastrando pesares, aunque me invoques en tus sueños, y yo si estoy vivo, soy diferente de ti, duerme aunque sea tus amores, aunque sigas siendo la misma sonámbula de mierda, ni siquiera puedo extrañarte.
V
Me he quedado en la cama, son casi las ocho de la mañana, hace frio y llueve, prendí la radio, prendí la computadora, prendí la televisión, prendí la lámpara y el celular, y encontré un disco, uno particularmente tuyo, plagado de canciones secuestradas en tu voz, haciendo tuyos los versos de otros, atormentando sus recuerdos haciéndolos para mí, yo no he necesitado recordarte, y te encuentro aquí metida pidiéndome que toque tu guitarra, esa guitarra tan gastada y simple, jamás te deje tocar la mía.
Vaya sigue lloviendo, salpicando agua de nube; como dirías sin que te pregunte, te he imaginado como siempre, en la lluvia cubierta con abrigos enormes, mojadas las bastas del pantalón y ese cabello sin forma cayendo en tus hombros, humedecido y sin rizo, como un arranque de penas aguadas, flojas, penas ya solo tuyas, estarás ahí sentada en tu escritorio sin atender, sin entender, secándote bajo el mismo techo, escribiendo tal vez, escribiéndome.
VI
Soy un hombre formal, mi mujer me ha dado una hija, y tengo un auto, un auto rojo, el color que odias al vestir y que te encanta pintar en tu boca, te he visto salir de tu casa como de costumbre a las dos de la tarde, caminaste por las mismas calles que tienes medidas con las botas viejas, te seguí, realmente me convencí, que estabas así, perdida, cuando miré tu cara levantarse al cielo y cambiar de calle, solo porque los focos de las lámparas estaban alumbrando a esa hora de la tarde y luego cuando terminó la hilera de luz volviste a las calles que siempre cruzas.
¿Qué te está pasando?, que vas a encontrar en una hilera de luz artificial, no es magia es un error de la empresa eléctrica, que boba situación que ridícula tu actuación, no encuentras el camino, pierdes el paso, no me vas a encontrar y me alivio de que sigues siendo pasado.
VII
Recuerdos, recuerdo como te manchas al comer, nerviosa por estar junto a mí, por hablar, como hablabas, estoy sentado inundado de inconsistencias, solo huecos, mi inconformismo, mi humanidad, sentado en un café, has pasado por ahí, estabas demasiado cerca, la gente agitada por la llegada de la noche, ruido, he escuchado tu respiración dolida, agitada, quien se habría fijado en ti, quien si no yo. Que quiso rescatarte de tus vergüenzas, de tu aterrizaje forzoso en plena escalinata pública, nadie se dará cuenta que nos conocemos, y que amas y yo solo te tuve. Tenía que anularte, o tenerte, te llame abrí mi boca para nombrarte, no me oíste, he tenido que reaccionar, yo ya te corte, ya te lastime, ya te he visto sangrar y no sé lo que busque en ti, me cuesta, me abruma admitir que por breves instantes me haces falta, por lo que sea esto, me haces falta negra.
VIII
Mentiras, mentiras disfrazadas, no me vas a cambiar, yo estoy con ella y con mi hija, fragancias del mar, y no como tú, no tu indecencia de mujer fea enamorada, de mujer robada por mis burlas, tu oscura tristeza.
No.....
Tú y tus cuentos calzando mi vida en tu teatro, en tus dramas, si solo fueron cinco años de que te nombre mi compañera o diría me obligaste a nombrarte y luego te cambie te quiero olvidar y tú los has transformado esto en eternidades de amante, de devota amante, metiéndote en donde no te imagino, cuando trato de dormir.
IX
Mía, podre decirte mía, te sientes así. Si lo sé yo, el mismo que descubrió tus pechos al rasgar tu vestido en una de tus frecuentes visitas al piso, tu ombligo y el resto que no escribo, tu mundo, tus bailes de humo, de viejos y nuevos autores, tus delirios, tus impúdicas respuestas y tantas otras cosas en tu boca, negra abstracta, anormal, y te bastaba la noche y de vez en cuando el día, te me moriste un día con el hijo que se te fue, el mismo día que me entere que iba ser el padre del hijo de la mujer hermosa que llevo del brazo ya como mi esposa, y no importo, lo tuyo no importo, y no puedo amarte, simplemente no puedo.
X
Bastaba un beso, bastaba uno solo, para dejarte sin realidad, para perderte en mis sabanas, en la desnudez de mi cuerpo, yo te tenia y tú me amabas, solo te lleve y tú me seguiste, y te descubrí hoja de pasto, hoja de tierra, y no te lo dije nunca, el remanso que alivia el alma, entonces despierto y me doy cuenta que he pensado en ti de nuevo y no solo en mi, en mi familia la que he creado, me vuelven a comer los miedos, ya no pude quererte, y no te pido perdón porque no me vas a perdonar, te sientes culpable, irremediablemente culpable.
Estoy lejos, estoy en ella, estoy lejos para ella, en cuerpo en piel, pero mi alma, que has hecho con ella, me despediría, si supiera a ciencia cierta, que ni tú ni yo recordaríamos.

¡Que buen texto ojala pudiera yo escribir así alguna vez!
Felicitaciones me gustó mucho.
Un abrazo

Gracias de verdad, pero aun creo que me falta mucho por aprender,
saludos y un gran abrazo por igual
saludos
k

Me fascino, me atrapo hasta la ultima letra, pero no sé como entrarle, no se como sentirlo.Varias cosas se me fueron representando al leerlo:hoja:vida hoja:un dia más.hoja:mis garabatos hoja:mis inmortales de la memoria.


Tus letras tienen esa extraña fascinacion de decir más de lo que muestran.

Que las hadas te acompañen

Poesiacarnivora escribió:

Me fascino, me atrapo hasta la ultima letra, pero no sé como entrarle, no se como sentirlo.Varias cosas se me fueron representando al leerlo:hoja:vida hoja:un dia más.hoja:mis garabatos hoja:mis inmortales de la memoria.


Tus letras tienen esa extraña fascinacion de decir más de lo que muestran.

Que las hadas te acompañen

Hola Poe, la hoja, una hoja, que tanto puede trasmitir una hoja, una hoja que tambien puede ser la piel, la pared, las avenidas, tantas cosas, que van marcado la historia, la propia ,la que se queda en cada uno.

Gracias de nuevo por tu tiempo y tus reflexiones.

k

No niego que me resulta extraaña tu forma de escribir,pero como bien dice Poe, tiene una fascinación que hace que el lector quede prendido.

Un buen escrito.

Marioes escribió:

No niego que me resulta extraaña tu forma de escribir,pero como bien dice Poe, tiene una fascinación que hace que el lector quede prendido.

Un buen escrito.

Pues, que dire, siempre me han dicho eso jaja, pero no se de otra manera para escribir, creo que asi habla mi alma jeje, gracias por pasar.
saludos
k