EL TEMPLO DE LUXOR, MANANTIAL DE LUZ.
El antiguo Egipto, es de hecho una de las mayores fuentes psicoespirituales, tan sólo el simbolismo existente puede guiarnos hacia una fuente inagotable de flujos de información global que se sostienen en éter y que tienen el poder de despertar la conciencia.
Habitualmente el raciocinio está basado en los datos que nos aportan los sentidos pero, no todos los sentidos pueden percibirse cuando se trata de esta minima parte material que nos rodea. El racionalismo es un muro insondable que mide, limita…, pero fuera de él hay otras formas de conocimiento y ahora entenderéis el porqué.
El templo de Luxor a primera vista es un tanto desconcertante, pero esconde uno de los misterios más importantes para conocernos, es el templo dedicado al concepto espiritual del hombre, todo en él es una enseñanza para el pensamiento, para el intelecto puro. Cómo bien dice Schwaller de Lubicz , en su maravilloso libro
EL TEMPLO EN EL HOMBRE. Que por cierto os recomiendo
.”Luxor es la catedral de la gran enseñanza”.En su correspondencia con el sistema de chakras del hombre, este templo hace de espejo del cuarto chakra, correspondiente al corazón, El corazón de Egipto, Tebas, ahora llamada Luxor. En este templo se hacían los cultos iniciáticos más sagrados.
La energía todavía existente en el templo de Luxor en Egipto, contiene una alta vibración como he dicho, por su enclave, por sus proporciones áureas, por su geometría sagrada, por su simbolismo etc… que sobre todo hace que los flujos vitales del hombre se reestablezcan y reorganicen, recuperando así el tono armónico necesario para un equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu.
Estoy hablando de un lugar especial y sagrado, y no voy a entrar en detalles sobre el templo, sus salas y la correspondencia que hay con el hombre, ya que hay mucho hablado y escrito al respecto, pero os puedo decir que estoy hablando de un lugar en donde las dimensiones se hacen más presentes y el templo hace de puente de unión entre lo material y lo intangible. Tan sólo la percepción del alma se da cuenta de esta unión.
Siempre que nos encontremos ante un lugar de estas características hemos de saber que los sentidos se expanden y si no tememos a esta reacción, nos iremos dando cuenta que a cada paso que nos adentramos en el templo vamos percibiendo el simbolismo, la memoria, lo arcano, lo sagrado que hay grabado desde las piedras hasta lo que hay suspendido eternamente en el éter, como dije en un principio. Y sobre todo en Luxor y si estás preparado, te desprendes de todo aquello que no necesitas para que la luz brille en ti y para que se lleve a cabo aquello que debe ser realizado.
En esta fotografía realizada por mi compañero Emuel en dicho templo, veréis que estoy cargando mis gemas en uno de los enclaves más bellos. Me encuentro en la primera sala hipóstila del templo y en lo referente a la constitución del hombre sería la parte del pecho donde se encuentra uno de los centros vitales; el corazón .Y fue desde este mágico lugar (la cámara sellada del corazón) que pude cargar energéticamente algunas de las gemas que utilizo para la sanación para su posterior utilización, siendo este uno de los momentos más especiales para mí.
Como digo, la energía de ese lugar es altamente positiva para cargar los objetos de sanación ya que ellos absorben el poder del lugar y pueden si así es lo conveniente llegar a transmutar cualquier nudo o bloqueo que nos impida tomar el impulso del tiempo nuevo a través de la máxima luz, haciendo que pensamientos y sombras oscuras se disipen en el vestido de tu alma.
Esta es mi historia personal y particular. Supongo, bueno y así lo corroboro que el templo entró en mí y yo en él, creando una fusión de lo arcano, lo atemporal y el momento actual en el que me encuentro.
Una cosa muy importante he de deciros. En este lugar, Luxor, se encuentra uno de los templos etéricos guardado por
uno de los maestros ascendidos el gran amado Serapis –Bey, protector del rayo blanco de la ascensión.