Me sobre salte tanta que me arrime a unas de las paredes, toque uno de los tubo calientes y me queme la mano, mi hermano hiso un gesto de decepción con la cabeza y se rio, se acerco al tubo que de agua, mi hermano ahora tenia 99.99 % de mi fe, los tubos estaban interconectados en crus, uno se dirigía al norte de la ciudad, el del gas, y el del agua al este, más adelante me explico mi hermano que volvían a cruzarse y se subdividen en mas tubos, la razón por que se cruzaran eran por espacio, el tubo del gas era mas delgado y cabía perfectamente dentro el tubo del agua, una liberación de gas pudo crear presión impidiendo que el agua pasara y solo saliera el gas.
-¿pero no deberían romperse las tuberías?.
-no, lo que pasa es que estos sistemas tienen un sistema de seguridad , en caso de obstrucción desde atrás del tubo, del inicio hay una maquina que jala el agua y la libera en una área limpia y segura, hasta que se repare, ¿adorable no?.
Acerco su cabeza al tubo, tratando de oír el tubo, tratando de localizar la fuga.
-se escucha un crujido, como el aire que se desliza entre ramas, creo que aquí es, debo cerrar una válvula, quédate aquí, acerca tu oreja en este punto(señalo el tubo), y dime si para.
Obedecí, con un poco de miedo pensando en que el tubo se rompiera y me atravesara y muriera sin darme cuenta, acerque al cabeza al tubo, el frio roce del metal me causo escalofríos, un respingo me hiso retroceder, volví acerca mi rostro, esta ves sabia lo frio que estaba, así que soporte, después de un rato mi piel se acostumbraría, podía escuchar el aire que mi hermano habría descrito hacia rato, era un sonido seco, como cuando soplas con los a través de los labios, casi como un silbido, como una olla exprés, siseaba.
Escuche un chirrido a mis espaldas, me asuste, tome la perica (llave, herramienta) y la sostuve con la mano izquierda, trate de aluzar lo mas que podía con la lámpara, giraba mi cabeza una y otra ves tratando de encontrar un Angulo, unos pasitos me volvieron asustar, aprecian provenir dentro del tubo, por unos momentos se quedo todo en silencio.
Mi respiración era rápida y ansiosa, quede pasmado tratando de oír algo , de repente algo toco mi hombre, grite horriblemente retrocedí de aquella mano y dispuesta a golpearlo me recupere cuando vi que era mi hermano, se reía de mi, yo tranquilizado puse mi mano sobre el tubo y otro chirrido me asusto haciendo que tirara mi perica, esta ves lo reconocí, era una rata.
-recuerda que el tubo esta vacio, así que encontró la forma de entrar, pobre infeliz esta atrapada, a visare para que la saquen antes de que inicien el sistema.
Me dijo que había girado toda la válvula, que me había gritado para ver si había cesado, quizás por mi pasaje no lo escuche, me sentí avergonzado, me dijo que no importaba, de nueva cuenta mi hermano era cariñoso, no lo había sido desde hace años, se acerco al tubo, con cuidado escucho, sonrió, me dijo que la fuga había cesado, que media ciudad había quedado sin gas pero que ahora la estúpida fuente ya no escupiría llamas.
Un crujido fuerte, metálico y estridente, esta ves no era una maldita rata, ¡el maldito tubo se quebraba!, no lo veía, ni sabia como se escuchaba, pero lo sabia, se estaba rompiendo, mi hermano apenas reacciono cuando una fuerte presión nos arrojo al piso, me golpe la cabeza tan fuerte que sentí que me desmayaba, mi visión se puso borrosa, pude observar como mi hermano trataba de cubrirse el rostro, escuchaba palabras pero no las entendía, me dolía la cabeza, quería dormir, lo ultimo que vi fue que mi hermano se aventaba encima de mi y un horrible fulgor naranja nos quería tragar.
Me desperté con una luz muy brillante alumbrándome el rostro, quise estirar mi mano, no podía, solo podía observar como de la luz una figura negra se acercaba, unos ruidos que de momento tome como chillidos eran los gritos de mi hermano pidiendo que despertara, de momento note que la luz era de una lámpara de uno de los enfermero que me aluzaba para verme las pupilas, mi hermano lloraba, hacia mucho que no lloraba, involuntariamente comencé a llorar también, me abraso y me beso la mejilla.
Después de que la enfermera me vendara la cabeza, platique con mi hermano un momento en ambulancia, estaba detenida, no era necesario ir al hospital, mi hermano me dijo que en diez minutos podríamos irnos, antes de preguntarle como estaba yo o el, le pregunte que había pasado.
Mi hermano tomo aire, me dijo que era posible que no me creyera, le dije que era un casi un “padre”, que creía todo, se rio fuerte y me toco la cabeza, me dijo que cuando yo me desmayé, una ráfaga de fuego amenazaba nuestras vida, me dijo que los tubos no soportaron la presión y que se había escapado, no pudo identificar la fuente del fuego, ni una chispa o algo que lo provocara, pero me dijo que la llama tomaba forma…un rostro.
-¿Cuál era?.
-era conocido…era como mamá, y después como papá, en realidad parecia muchas personas, después mi esposa, después mi hijo….yo…no se.
Le dije que no era posible, el me dijo riendo que así era, inclino su cabeza hacia atrás, la alzo y se recargo en el soporte de la camilla.
-lo vi hermano, parecía que iba a devorarme, te juro que los escuche, me dijeron que debía dejar de culparme, mamá y papá ,que no era mi culpa que estuvieran muertos…se que parece de novela (comenzó a llorar), pero me hablaron hermano, te lo juro, me dijeron que lo único en que pensaban era en mi y en ti…Jesús Cristo, no se.
Le dije que se detuviera, que no tenia que explicarme mas, trate de creerle, créanme pero era obvio que tuviera mis dudas, pero mi hermano diciendo Jesús Cristo, y no hijo de puta, era extraño.
Salimos de la ambulancia, me había lastimado un pie así que me apoye en su hombro y comenzamos a caminar, yo a manquear, cuando pasamos frente a la fuente no pudimos evitar verla, se notaba un tanto quemada por donde salían las llamas, pero nada mas, lo demás seguía del hermosos color blanco del mármol, mi hermano me llevo aprisa junto a la fuente, en unas mesitas varias personas habían dejado notas hacia el señor, habían pasado dos horas desde que la fuente dejaba de escupir fuego, creo que la gente se aburrió y se fue, pero mi hermano quedo helado al ver una de las notas, estaban firmada por lucia y su hijo, este casi enfurecía, le toque la cabeza, me miro, volvió a sonreír, tomo la nota, la leyó una y otra ves, sus ojos se desorbitaron, le preguntaba que pasaba, pero no me respondía, se rio profundamente, no carcajeaba solo se reía, me dio la nota y lo que leí me dejo mudo.
-“angelito de la guarda, no permitas que mi padre salga lastimado, lo quiero mucho, ya no dejes que se pelee con mi mamá, no quiero que se vaya al infierno por no creer en ti, dale una oportunidad”.
Yo también reí, le dije a mi hermano que lo imaginaba con un traje rojo, cuernos y trinchete, esa noche platicamos todos juntos en casa, su hijo, yo, lucia y el, quedamos que el aria la primera comunión junto con su hijo.
Hoy 25 de noviembre, mientras vemos como mi sobrino juega beisbol, y yo escribo esto, solo me queda por decir que e visto tantas fuentes de fe: de un libro, de un hombre vestido de negro y aura de aparente santidad, de un templo, de una simple imagen de un hombre crucificado, pero asta ahora yo entendí que la fe mas grande proviene de aquellos que nos quieren, ruegan por nuestras almas y seguridad, de aquellos que nos aman, y que sin ellos, no tendría caso seguir creyendo.
FIN
AUTOR: JESUS PIÑA GONZÁLEZ
GENERO: FICCION
FECHA: 8/OCTUBRE/2008
Este relato no revela mis propias ideas sobre la religión, cosa que me tiene muy confundido, yo creo en un dios imperfecto, humano, no el dios todo amoroso que relatan, pero la fe de los hombres es una enorme fuente de poder, no hay que abusar de ella, hay que guiarla a un camino donde la religión y la ciencia se lleven de la mano, donde la naturaleza humana sea comprendida, no con absurdas leyes de un ser que ni siquiera veo, que no funcionan, muchos conceptos son buenos, pero otros están ridículos.